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Ubuntu no es sólo un sistema informático
Por (reenvio) Alicia Pomares -
Wednesday, Aug. 14, 2013 at 12:52 AM
25 de julio de 2013
“Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y les dijo que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas. Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se cogieron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio. Cuando les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar, le respondieron: UBUNTU ¿Cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes?”
«Hace tiempo que estoy cautivada por la filosofía Ubuntu. “Ubuntu” es una palabra conocida por muchos como software libre, pero es mucho más que eso. Ubuntu es “Yo soy porque nosotros somos”.
Desmond Tutu lo describe como: “Una persona con Ubuntu es abierta y está disponible para los demás, respalda a los demás, no se siente amenazada cuando otros son capaces y son buenos en algo, porque está segura de sí misma ya que sabe que pertenece a una “gran totalidad”, que se decrece cuando otras personas son humilladas o menospreciadas, cuando otros son torturados u oprimidos”.
Ubuntu, es “el espíritu de reconciliación, que no se enquista en la venganza del pasado sino en un mejor futuro para todos”.
“Umuntu, nigumuntu, nagamuntu” en zulú significa, “una persona es una persona a causa de los demás”.
Sinceramente, me gustaría, pero me cuesta imaginar ese espíritu Ubuntu en nuestras organizaciones occidentales, ese liderazgo basado en la compasión, templanza y generosidad, ya que, principalmente nos dedicamos a gestionar egos.
Gestionamos egos en reuniones, en proyectos, en el trabajo en equipo. Los intereses individuales prevalecen a los intereses de la organización, de la comunidad. Dedicamos más tiempo y energía a la gestión de los egos que a conseguir los objetivos comunes. Arrastramos envidias, emociones negativas, luchas de poder.
Y aparece el 2.0 con una filosofía de comunidad (grupo de personas con un objetivo común), de compartir, de colaborar de aprender todos de todos, y nos desviamos despistadamente de esa filosofía, cayendo en la hoguera de las vanidades, el club de las micro celebridades.
Somos animales con necesidades primarias, queremos sentirnos importantes, queremos sentirnos queridos, pero también tenemos un cerebro que podemos utilizar y para evolucionar no nos queda otra que utilizarlo dejando de lado nuestras propias necesidades y colaborar por las necesidades comunes, los objetivos comunes. ¿No se consiguen así mejores resultados?»
Extraído del artículo de Alicia Pomares
fuente http://www.letra.org/spip/spip.php?article5319