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La inseguridad según los medios masivos
Por reenvío red eco alternativo - Friday, Sep. 13, 2013 at 9:27 AM

La designación del Intendente de Ezeiza, Alejando Granados, como Ministro de Seguridad bonaerense, pone de manifiesto la forma en que los medios masivos tematizan la inseguridad. Clarín y La Nación la ubican como el principal problema para la ciudadanía y enmarcan la medida como de tipo electoralista. En tanto Página 12 recupera la eficacia de Granados a la hora enfrentar el problema en su intendencia. Sin embargo Horacio Verbitsky pone en el centro de su nota a los sectores vulnerables, criminalizados, perseguidos y asesinados por las patrullas municipales de Granados. Red Eco Alternativo.

(Juan Manuel Boccacci - Red Eco) Buenos Aires - ¿Qué imagen de la inseguridad generan los medios y desde dónde enfocan el tema? Una premisa que parece desprenderse de las notas de Clarín y La Nación: la inseguridad es la principal preocupación de la población. Entonces cómo no ligarla con el abierto apoyo que ambos medios dieron a la candidatura de Sergio Massa. El intendente de Tigre puso el tema en el centro de su campaña y logró buenos resultados en las elecciones Primarias (PASO). Así la designación de Granados al frente del Ministerio de Seguridad bonaerense es calificada por ambos medios como una “medida electoralista”.
Horacio Verbitsky desde su columna en Página 12 enfoca el tema desde una perspectiva diferente. En vez de centrarse en las declaraciones belicistas del tipo “mano dura” de Granados (centrales en Clarín y La Nación), va a los hechos: el accionar represivo y asesino de las tan festejadas “patrullas municipales” que impuso el Intendente de Ezeiza. Verbitsky señala los numerosos casos de persecución y desaparición con los que se practica la “limpieza social” en Ezeiza, dónde siempre el blanco son los sectores vulnerables.
Sin embargo las críticas de Verbitsky se cuidan de no llegar hasta la presidenta. Ahí vemos algunas de las limitaciones de su enfoque. En este marco de derrota propiciado en las elecciones vemos como se acentúa el corrimiento hacia la derecha del gobierno nacional. Las medidas que se toman con el fin de captar mayores votos, en lugar de impulsar las medidas “progresistas”, muestran un viraje hacia posiciones reaccionarias, dando muestras, una vez más, de las limitaciones del relato oficial.
Tanto Clarín como La Nación realizaron un abordaje del nombramiento de Alejandro Granados al frente del Ministerio de Seguridad de Buenos Aires, mencionando la medida como de tipo electoralista. De esta manera tanto la movilización de gendarmes en el conurbano bonaerense, las declaraciones de Insaurralde buscando bajar la edad imputabilidad de los adolescentes, así como el nombramiento de Granados, medidas asumidas por el oficialismo desde la derrota en las elecciones primarias, son visualizadas por estos medios como orientadas a recapturar votos perdidos. Según ambos diarios el gobierno venía ninguneando el tema de la inseguridad, culpabilizando a los medios como causantes de esa “sensación térmica” no acorde con la realidad. Ahora frente a la exitosa elección realizada por Sergio Massa, quien puso en el problema en centro de su campaña, el kirchnerismo se vió obligado a redefinir su estrategia política.
“Más improvisación en materia de seguridad”, medidas “con vigencia hasta las elecciones”, son algunas de las expresiones utilizadas por La Nación para definir la falta de verdaderas políticas de Estado en la materia.
Ambos diarios dieron una importancia vital a las declaraciones realizadas por Granados en 1999, con motivo del intento de robo en su casa-quinta. Expresiones que pueden ser categorizadas dentro del amplio margen de mano dura contra la delincuencia. De esa manera buscan marcar la contradicción del gobierno: propiciar el nombramiento de Granados buscaría resolver el problema apelando a medias reaccionarias, negando el pretendido “garantismo” del discurso oficialista.
A su vez intentaron mostrar el vínculo que une a Granados con la presidenta, quién actuó deliberadamente en la aprobación de su nombramiento. El nuevo Ministro de Seguridad bonaerense es presentado como “amigo de Menem”, devenido duhaldista, ahora kirchneristam dejando expuesta la trama que vincula a menemistas y kirchneristas.
Otro punto sobre el hacen foco ambos medios es mostrar dividido al kirchnerismo: el proyecto de ley que impulsaría Insaurralde para bajar la edad de imputabilidad de menores, generó declaraciones en contra por parte de algunos miembros del oficialismo. A su vez La Nación menciona el olvido de las denuncias realizadas por el vicegobernador Gabriel Mariotto, sobre la responsabilidad política de Casal (ahora Ministro de Justicia bonaerense) en los casos de dos jóvenes asesinados por la Policía, dando muestras de un claro retroceso de esa mirada crítica al sciolismo dentro del kirchnerismo.
Por otra parte en Página12 abundan las declaraciones de funcionarios y podríamos decir que hay poco “comentario”, como para marcar una primera diferencia con Clarín y La Nación. A su vez hay una menor cobertura, tanto en cantidad de notas como en caracteres escritos.
Se reconocen los buenos resultados que dejó el accionar de Granados en la intendencia de Ezeiza a partir de aplicar medidas claves: aportar recursos del municipio para establecer patrullas vecinales, un centro de monitoreo y seguimiento satelital, la creación de una fiscalía descentralizada.
Lejos de vincular los hechos con los resultados electorales, aparecen las declaraciones del Gobernador Scioli quien explica el desdoblamiento del Ministerio de Justicia (a cargo de Jorge Casal) y Seguridad, en la búsqueda de lograr una mayor eficacia y coordinación en el trabajo conjunto.
Aparecen también las declaraciones de Sergio Berni, Secretario de Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, respaldando el nombramiento de Granados, así como Martín Insaurralde, candidato a Legislador Nacional por la Provincia.
Un punto interesante a remarcar es que la presidenta casi no aparece mencionada en las notas, cuando Clarín y La Nación la señalaban como respaldando estrechamente las medidas tomadas por Scioli.
Con respecto a las declaraciones realizadas por Granados en 1999, Página 12 sólo se limitará a reproducir una nota titulada “Aclaración de lo dicho”. Allí Granados atenuará lo que dicho hace catorce años apelando a una suerte de “emoción violenta” a la hora de hablar.
Sin embargo el sitio web del diario ofrece un link a la nota de 1999. Es interesante realizar la comparación con la cobertura actual del mismo personaje ya que marca las limitaciones de la línea editorial: en la nota de 1999 las declaraciones de Granados son puestas en primer término. Pero lo más sorprendente es el énfasis puesto en la íntima vinculación de Granados con el ex presidente Carlos Menem. Se lo define como “amigo presidencial de la primera hora” que “suele recibir la visita del presidente Menem”. Hay también una subnota titulada “Menemista desde siempre”, lo que nos lleva a preguntarnos dónde quedó esa vinculación del pasado político de Granados en las coberturas actuales.
A esta escaza cobertura podemos oponer el largo artículo escrito por Horacio Verbitsky en su columna dominical. Allí realiza un análisis de la designación de Granados desde una enfoque distinto a las notas de Clarín/La Nación y paradójicamente mucho más extenso y documentado que las otras notas del propio diario.
Sí Clarín y La Nación dieron un lugar importante a las declaraciones belicistas de Granados, Verbitsky va a los hechos. De esta manera pone el foco en el accionar represivo desarrollado por la policía bonaerense y las “patrullas” del municipio: una política de mano dura, persecución y muerte hacia los sectores vulnerables de la sociedad. Da cuenta del apoyo que recibe ese accionar por la parte de sectores de la justicia de la provincia, y el rol activo de los medios de comunicación que en connivencia con esta política mafiosa busca instalar ciertos temas. Y una forma de solucionarlos.
En su análisis de la situación política, Verbitsky siempre realiza una muy dura crítica a Scioli, marcando una división (y hasta contradicción) con las políticas tomadas desde el gobierno Nacional. De esta manera se cuida de no “manchar” a la presidenta.
Sin embargo nos parece central como al poner en el centro de su nota a los sectores vulnerables, quedan expuestas como cosméticas las medidas que se impulsan tanto desde el oficialismo como desde la oposición Massista y de derecha. Ambos sectores políticos nuevamente se igualan en un discurso reaccionario que criminaliza los sectores populares, dando cuenta una vez más que no son tan distintos como pretenden mostrarnos.

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