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¡Por un paro ya de 36 horas!
Por Juan Carlos Giordano - Monday, Jun. 09, 2014 at 7:47 PM

¡Por un paro ya de 36 horas!

La crisis se está descargando sobre las espaldas de los trabajadores. Las patronales, que han hecho ganancias récord en estos años, ahora están trasladando sobre la clase obrera sus políticas de ajuste, con suspensiones y despidos (en automotrices, autopartistas, construcción, textiles, plástico y otras ramas). Recorte de horas extras, jubilaciones anticipadas y chantajes con los “procedimientos preventivos de crisis”. El gobierno nacional las premia con exenciones impositivas y subsidios. Lo mismo hacen los “opositores” De la Sota y Bonfatti-Binner.


Es más: el kirchnerismo, de la mano del SMATA, se pone del lado de las multinacionales, como en Gestamp, aconsejando que la empresa no reincorpore a los despedidos. Opuesto a lo que hace y propone el Frente de Izquierda. Apoyando con sus diputados y militantes las luchas y proponiendo proyectos de ley para que se prohíban por ley despidos y suspensiones, se repartan las horas de trabajo con igual salario y se estatice toda empresa que cierra o despida para ponerla a funcionar bajo control obrero.

A su vez, en las paritarias se vienen firmando salarios a la baja. Las subas que van del 27 al 30% son menores a la proyección inflacionaria del año, que rondará entre el 35 y el 40%. Ante esto, y a la inflación, que carcome permanentemente salarios y demás ingresos, los trabajadores no han dejado de luchar.

En Córdoba paró la UOM con piquetes en las fábricas y una movilización por el centro que surgió, esencialmente, por la bronca de la base. Medida que hasta Caló de la CGT oficial tuvo que apoyar. Hubo paro nacional de bancarios contra la represión y los despidos en Tucumán, desconociendo la conciliación obligatoria. Paro de 24 horas en químicos, medidas en Aluar-Puerto Madryn. La lucha en Gestamp, Calsa, Lear. Y los ferroviarios del Sarmiento vienen de ganarle un round al gobierno.

Con el paro general del 10 de abril la clase trabajadora protagonizó el segundo en la era K. Fue un parazo arrancado a la burocracia de Moyano-Barrionuevo por la rebelión docente bonaerense y la bronca por los salarios de pobreza. Ahora hay un pico de luchas que van contra las patronales, el gobierno y la burocracia oficialista en muchos casos, como la del SMATA, que tildó de “vagos y ladrones” a los despedidos de Gestamp, diciéndoles “que se joroben”. Una actitud carnera pocas veces vista.

En ese marco, la CGT Moyano mira para otro lado. Moyano y Barrionuevo se juegan a ser la burocracia de recambio. Se reacomodan tomando medidas cuando los acorrala el ascenso, buscando descomprimir y achicar espacios al sindicalismo combativo. No están pensando en unificar las luchas para enfrentar el ajuste. Según trascendidos, Hugo Moyano está en febriles negociaciones avaladas por la cúpula de la iglesia y el papa Francisco, para “unificar” a la CGT. Es decir, unificarse con traidores como Pignanelli que enfrenta a los despedidos y apoya a las patronales.

En medio de luchas muy importantes, la CGT Moyano se sigue negando a dar continuidad al paro del 10 de abril, llamando a medidas intrascendentes, como la marchita del 14 de mayo. O hablando de otra que haría al Anses, que ni siquiera tiene fecha o quién sabe si se hará. Pasando todo “para después del mundial”. ¡Como si las patronales no van a aprovechar todo este tiempo para avanzar con el achique de personal! ¡Es lo que quiere el gobierno: aprovechar el mundial para seguir con los techos salariales y tarifazos! ¡Los trabajadores no pueden esperar cuando se les viene encima el flagelo de las suspensiones y despidos, a riesgo de quedar en la calle con sus esposas e hijos!

Es ahora cuando los trabajadores necesitan un plan de lucha nacional y un nuevo paro de 36 horas con movilización a Plaza de Mayo. Reclamo que hay que hacer a Moyano y Barrionuevo (también a la CTA Micheli), impulsando asambleas y plenarios de delegados. Porque sin una medida nacional es difícil parar por fábrica los ataques antiobreros. Más aún cuando es una vergüenza que, después de haber dictado la conciliación obligatoria en Gestamp, el propio ministerio vuelva sus pasos ante el apriete de la empresa, el gobierno nacional y la burocracia.

Para frenar las suspensiones, despidos y los techos salariales, y arrancar un aumento de salario de emergencia para todos los trabajadores, hace falta en forma inmediata una medida nacional. Pero como no podemos tener ninguna expectativa en estos dirigentes, mientras exigimos que convoquen a un paro nacional, la tarea central de los luchadores, del Encuentro Sindical Combativo y de la izquierda, como lo venimos haciendo, pasa por reforzar el apoyo a las luchas en curso. Para que no queden aisladas, brindando solidaridad para que triunfen pese al boicot de los dirigentes y buscando toda forma de coordinación. Rodearlas de apoyo es la tarea clave, igual que seguir reclamando el paro de 36 horas.


(*) Juan Carlos Giordano es Diputado Nacional electo por Izquierda Socialista/FIT


Más información:

Izquierda Socialista

Unidad Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional (UIT-CI)





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