Julio López
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Audiencias 152 y 153 Megacausa La Perla
Por Movimiento DDHH - Sunday, Jun. 15, 2014 at 11:43 AM
JORGELUISALTAMIRANO@GMAIL.COM

El martes 17 y el miércoles 18 de junio desdes las 10 hs. continuaran las audiencias 154 y 155 de la MEGACAUSA LA PERLA...El Juicio mas importante de la historia de Cordoba....Lleva tu D.N.I.

Megacausa La Perla Córdoba, Argentina, 2012
H.I.J.O.S. Córdoba
El Diario del Juicio

H.I.J.O.S. - Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio
.

La Causa
Víctimas
Acusados
Tribunal
Fiscales
Querella
Defensa
Portada
..








Día 153: 11/06


15:28 Final del testimonio de Daniel Dreyer

Antes de retirarse, el testigo pidió decir una última cosa. Lee de un papel que trajo con sigo:
"Yo escribí que cuando fui puesto en libertad, entre cmillas, y a consecuencia de estos personajes que se presentaron en las casas de jóvenes amigos y conocidos diciendo que yo era quien los había delatado y los había puesto en peligro, volví a mi localidad siendo objeto de toda clase de sospechas y señalamientos. Rompieron todos los lazos sociales, y quedé nuevamente como disociado. Y salvo por la tortura física, yo seguí padeciendo una situación de aislamiento y estigmatización. Con el paso del tiempo no se borran estos episodios en la memoria de mi pueblo. Sólo eso quería decir". Así concluye el testigo que es aplaudido por los que se encuentran en la sala.
El presidente dispuso un cuarto intermedio hasta las 16:00.





14:51 Trauma

Con el brazo desacomodado, los días siguientes Daniel fue obligado a hacer flexiones de brazos junto a otros secuestrados. "Yo hacía las flexiones con un sólo brazo, y eso hizo enojar al militar".
"No se haga el canchero, usted se cree que porque va a la facultad es superior a mí? No señor, yo soy la autoridad y usted está ahí tirado, y le ordeno que haga flexiones".
Como Daniel no podía hacerlo, el represor se acercó hasta donde él estaba y le pisó el brazo. Él gritó. "Voy a venir todo el tiempo, lo voy a pisar hasta que usted deje de gritar", recuerda el testigo que le anticipó. Efectivamente, a los 15 minutos volvió a pisarlo, y Daniel pudo contener el quejido.
"En ese lugar no teníamos permitidos ni pensar. A mi una psicóloga me explicó que sólo eso basta para considerarlo un trauma, no hace falta que te peguen".





14:41 Golpizas

El testimonio de Dreyes es espeluznante, el considera que está vivo "de milagro", después de sobrevivir a una golpiza que duró horas. Los torturadores los tuvieron a patadas y golpes con las botas y manoplas junto a otro detenido que afortunadamente también pudo sobrevivir.
"Después pensé que era una pesadilla construida por mi mente. Los tipos se reían mientras nos pegaban, lloraban cuando yo lloraba. Nos dejaron tirados en el piso después de muchas horas. Las mujeres del pabellón, que escuchaban todo gritaban desesperadas". El testigo describe la dantesca escena y afirma que de ese día le quedó un brazo desacomodado que le dolía muchísimo y no recibido atención médica hasta que un tipo que no supo quién era se lo acomodó manualmente.
"Para mí los que nos pegaron esa fajada no eran gendarmes. Eran militares como de cargos más altos, tenían buena pilcha, eran gente que uno pensaría que hacían gimnasia. No eran gendarmes, porque esos son más fuleros, como uno".


14:22 Campo de la Ribera

El testigo recuerda el traslado terrorífico que le tocó sufrir cuando de Villa María lo trajeron a Córdoba.
"Nos hicieron vivir simulacros de fusilamientos. Nos bajaban del camión, nos tiraban en el campo en piso, nos cubrían con mantas y se sentaban encima. Querían que pensáramos que era el final"
El testigo narra el trato plagado de burlas y abusos que padeció en manos de los represores de la Ribera. Puntualmente recuerda un episodio que le quedó grabado. Los torturadores abrieron la puerta de su celda y le arrojaron el cuerpo de una mujer, otra compañera. Acto seguido se burlaron de la situación, se reían de ellos.
"La compañera me agarró del brazo y me dijo despacito: calmate, no tiembles, así es peor. A mi me cambió algo en ese momento. Si alguien acá sabe de psicología debe saber lo que significa que a uno lo tomen del brazo y le hablen con la intención de ayudarte". Daniel dice que nunca supo el nombre de esa compañera que lo llenó de fuerzas para resistir.



14:00 Subversión

"Yo nunca fui militante. Lo que hicieron fue elegirme al azar, porque uno tocaba temas de Zitarrosa, de Tejada Gomez. Es lo único que puedo pensar".



13:55 En Villa María

En la cárcel de Villa María el testigo refiere haber visto al Dr. Vasquez Cuestas, comiendo asado con los militares. También lo escuchó decir que a los presos "había que matarlos a todos" para que le "dejaran de hinchar las pelotas".
En esa misma cárcel tenían preso a un chico de 9 años, un ladrón de bicicletas que estaba conmigo en la celda. "Un comisario lo había tenido en su casa pero lo consideraban un salvaje, lo tenían preso y le llevaban las sobras del asado. Ese nene hacía cosas de grandes, como fumar cigarrillos que conseguíamos con otros presos".
El fiscal Trotta pidió que se corra vistas de lo dicho por el testigo a la investigación que se lleva adelante sobre el magistrado Vasquez Cuestas.





13:53 "La tortura era para sacar información".

En la comisaría las personas hacían fila para entrar a la sala de torturas. A veces un cuerpo maltratado yacía en el piso mientras un nuevo secuestrado entraba a la sala para ser interrogado.
"Te usaban para detener a más gente. Yo he mandado en cana a gente que conocía y gente que no, aunque suene increíble", así explica el testigo la irracionalidad del método represivo.
Para hacerse entender le pregunta al fiscal:
-Cómo se llama usted?
- Soy Facundo Trotta.
- Bueno, imaginese que me preguntaban si conocía a Facundo Trotta. Uno decía que no, entonces empezaban, con que si yo había estado con Trotta en un acto, en una pizería, en un bar. Y te pegaban hasta que uno terminaba diciendo que sí lo conocía. Y te hacían después hablar del tal Trotta, y uno tenía que empezar a decir que esa persona era un zurdito.
Estuvo en esa comisaría durante casi 8 días, después lo llevaron a la carcel de Bell Ville y finalmente lo llevaron a Villa María.





13:51 Torturas

El testigo sigue declarando: "Me fusieron una capucha asfixiante. Me pegaron patadas y golpes de puños, a manzalva, durante 8 días en que estuve aislado en una celda".
Con detalles describe los terribles tormentos a los que fue sometido. Menciona el método de la "mohjarrita" o "pescadito", con el cual la patota lo asfixiaba empleando agua y un trapo: "Creame que uno sentía que se iba en la asfixia. Me lo hicieron varias veces y es una cosa que uno se siente morir. Ese tiempo sufrí desmayos. Los guardias tenían la orden de no alimentarme ni darme de beber. Alguna vez alguien no obedeció y me llevaron un vaso de agua o un mate. Así safé de eso".
Entre los desobedientes, se encontraba uno de sus vecinos del pueblo de Rawson, con quien solía compartir guitarreadas. "El domingo estoy yo de guardia y esos hijos de puta no vienen. Te voy a comprar un sanguche de milanesa, una coca y paquetes de cigarrillo", le dijo, y así lo cumplió.

"Durante los interrogatorios me pasaban cintas de una mujer torturada. Me hacían escuchar las súplicas de esa mujer", recuerda.



13:47 Comienza el infierno

A Daniel Angel Dreyer no lo llevaron a hacer trámites. Empezaron por llevarlo a la casa de su abuela, para allanarla: "Ahi empiezan a ser un poco más groseros", recuerda conmocionado. "Mi abuela en su afán de defenderme, con 86 años se mete entrte ellos, con un quejido. Los estorbaba mientras ellos hurgaban, les dijo que yo la cuidaba, que no me llevaran. Entonces la maltrataron, la mandaron a la cocina conmigo. y después me llevaron".
Entre el material sibversivo que se llevaron de esa casa, el testigo menciona un libro de lectura infantil de Eva Duarte de Peron, el texto "Hay un niño en la calle", de Tejada Gomez; y un libro envuelto en una bandera. "Eran recuerdos de mi abuelo".
Desde ese lugar lo llevaron a Bell Ville donde comenzaron las torturas.
El testigo recuerda a los policías Vizconti, Brocco, Rocha y Castro.


13:32 Testigo 306: Declara Daniel Angel Dreyer

Actualmente está desocupado y tiene 56 años. Estuvo secuestrado en Campo de la Ribera y es una de las víctimas de la causa Maffei.
"Fui secuestrado en la segunda quincena de octubre de 1977, por personas que se presentaron cmo miembros del Servicio de Inteligencia y una orden del III Cuerpo". El testigo describe cómo la patota revolvió todo en el allanamiento. "En la parte de arriba de un placard mi madre guardaba sus cosas, había libros y revistas. Rocha metió la mano y festejó el hallazgo: en la tapa de uno de los diarios había una nota sobre los sacerdotes tercermundista. Él decidió que era material subversivo".
Los tres integrantes de la patota eran Rocha, Vizconti y Brocco. Al testigo lo hicieron despedirse de la familia, le dijeron que iban a hacer unos trámites administrativos en Bell Ville, que sólo llevarían unas horas. "A mi padre le dijeron que por la tarde ya estaría de vuelta, de otro modo él hubiera querido acompañarme". Estaban en el pueblo de Morrison, cerca de Bell Ville



13:24 El Gato Gomez dijo que se siente indefenso

El defensor Zambiazo manifiesta al tribunal la voluntad de su defendido de hablar, aunque "desconozco el contenido de su alocusión".
Miguel Angel Gomez se expresa en contra del cambio de abogados defensores en su caso: "En este momento alguien me dicen que me defiende el Dr. Zambiazo que me merece mis respetos pero no está compenetrado en absoluto con mi causa en un juicio tan largo que nadie sabe cuánto va a durar. Me siento en un estado de indefensión. Siento que se estan violando mis garantías de debido proceso a la defensa legítima. Si estamos permanentemente cambiando de abogados, que la unidad de letrados es tan móvil que a veces se cae alguno, pido se corra vistas a la defensoría de la Nación".





12:40 Cuarto intermedio de 15 minutos



12:30 Soldado desaparecido

Francisco estaba haciendo el servicio militar en los cuarteles del III Cuerpo y había llamado a su casa para avisar que estaba castigado con diez días de arresto. El 5 de septiembre le dieron franco y, según testigos que vieron todo desde una panadería, cuando estaba llegando a su casa fue interceptado por un grupo armado que viajaba en un auto blanco. Los testigos pudieron ver que el soldado era subido al vehículo y se lo llevaban con destino incierto.
La familia no volvió a saber nada de él. La testigo presenta las cartas donde se comunicaron con el III Cuerpo pidiendo información. En la respuesta, firmada por el ex general Menéndez, no descartaban que el joven "hubiere sido secuestrado por bandas subversivas para obtener información de la dependencia militar donde se encontraba cumpliendo el servicio".





12.15 "No somos policías, somos Fachos"

Francisco Irineo Reyna, el menor de los hermanos, estaba haciendo el Servicio Militar, trabajaba con el cuero fabricando ojotas, cintos y según su hermana, tenía muchos encargos de "un tal General Vaquero". El 3 de septiembre de 1975 allanaron la casa de sus padres, buscaban un subversivo, y revisaron la casa: "Al encontrar la insignia de la bandera el oficial se asombró: no me diga que está haciendo el Sevicio!". El hermano mayor estaba en la casa, y negó que su hermano Francisco Irino tuviera actividad subversiva. "Él sí era muy seguidor de las ideas de Tosco", cuenta Clara.
Ante la negativa, se llevaron al hermano mayor, y en el Departamento de Inteligencia le dijeron que no se trataba de policías, sino de fachos: "Si decís las cosas te van a tocar años en cárcel. Si no decís, te hacemos boleta", le dijeron al joven, que finalmente salió por gestiones de la familia. La suerte del menor, Francisco Irino, fue muy diferente.




11:50 Celda de castigo

En La Ribera la testigo fue encerrada en una "celda de castigo", que era un cuarto muy pequeño donde había una pequeña colchoneta de estopa tirada en el piso. "Cuando estuve ahi sola, me despaché, me desahogué. Finalmente pude llorar, había podido recuperar una foto de mi hija y lloraba mirándola". Finalmente uno de los cocineros del sitio se apiadó de su situación, le dijo que iba a hacer algo por ella, por que tenía fe en ella, y para que ninguno de los gendarmes fuera a propasarse de una jóven que estaba sóla. La terminaron enviando de nuevo al pabellón con el resto de las detenidas. Después la mandaron al Buen Pastor, a un pabellón de "Presas Especiales".
Para su liberación volvieron a trasladarla a Campo de la Ribera donde le dieron la noticia, y después de algunas gestiones familiares volvió a reencontrarse con su hija.


11:45 Cantando

La testigo cuenta que la metieron en una especie de sótano. Y que esa misma noche fueron metiendo a muchas otras mujeres. La comida empezaba a menguar y por la noche se escuchaban ruidos raros, como golpes. "Me interrogaban sobre mi hermano, lo único que me importaba era mi hija. Y tenía un mecanismo de protección que era cantando. No paraba de cantar y era como para no aceptar lo que me estaba pasando".
Le preguntan si existió alguna causa donde la acusaran de algo. Dice que no, pero que informalmente la acusaban de fabricar las pelucas de los subversivos: "yo hacía pelucas, pero les dije que eso era de ignorantes. A mí cada peluca me llevaba más de una semana, mire si iba a fabricar tantas!".




11:33 Testigo 305: Declara Clara Mercedes Reyna

Es la hermana de Francisco Irineo Reyna, desaparecido.
A ella la secuestraron el 20 de julio de 1976, por una patota entre los que recuerda el apellido Manzanelli. Eran militares armados con escopetas que le dijeron: "corré, aprovechá!". "No tengo por qué", les contestó ella y terminó secuestrada en Campo de La Ribera. allí permaneció desde el 20 de julio de 1976 hasta el 13 de agosto de 1976.


Megacausa La Perla Córdoba, Argentina, 2012


Día 152: 10/06


15:28 Cuarto intermedio hasta mañana a las 10:00

Terminó con aplausos el testimonio de Ramiro Puyol. La jornada de hoy ha sido fundamental no sólo en la vida de esta familia, sino para saber que a pesar de los terribles obstáculos que permitieron la impunidad de estos años, es posible encontrar en la justicia un poco de calma sanadora a tanto dolor.



15:23 La mentira oficial

Ramiro cuenta que después de la muerte de sus padres, "le pasaron la posta" de las averiguaciones e investigaciones a las hijas de Norberto. "Sobre todo a Lucila, que es abogada y ha estado en contacto con instituciones que le permitieron obtener más información. Respecto a esto, quiero agregar que en 2002 Lucila me informó que se había encontrado información oficial donde existen pruebas de la detención y asesinato de mi hermano".
Se trataba de rollos de microfilms donde había huellas dactilares que pertenecían a un "cadaver" que había sido "abatido por fuerzas policiales". Era material enviado desde la Policía Federal de Córdoba a la de Buenos Aires, donde se pedía la identificación a requerimiento del Destacamento 141. Tenía la respuesta y la fecha de diciembre de 1976, donde figuraba: "NN identificado como Norberto Puyol".

"Quiero resaltar el profundo impacto que me produjo la aparición de esta información. En primer lugar, porque tuvimos la certeza de que Norberto había muerto allí, que no había estado detenido ni había sufrido torturas. Por otra parte, confirmar el ocultamiento de lo sucedido y la mentira durante tantos años. Los documentos indican la fecha de diciembre de 1976, cuando identificaron a ese "NN" como Norberto Puyol. Pero al hábeas corpus de enero de 1977 nos dijeron que no sabían nada. Ese es un dolor muy grande que tengo, y los traslado a mis viejos. Que fueron los protagonistas, que pusieron su cuerpo en este drama".
El Dr. Claudio Orosz solicita que se investigue a quienes respondieron a ese habeas córpus "porque se trata de crímenes que no han prescripto". Las firmas son la de el Puga por la Justicia Federal y la de Vicente Meli por el Batallón 141.



15:13 Testigo

En 1984 junto a sus hermanos, Ramiro Puyol visitó el barrio El Rosedal, recorrieron sus calles, encontraron la escuela. "Había un quiosco, donde le preguntamos a un señor mayor si recordaba algo sobre el operativo de la noche del 4 de diciembre. El hombre se acordaba, recordó el operativo con militares y policías, recordaba una persecusión, recordaba los tiros. Pero cuando le pregunté el nombre no quiso responderme, y no quiso hablar más con nosotros".


15:04 Democracia

La hermana menor de Norberto se puso en contacto con otros familiares de desaparecidos y a través de ellos, con dos sobrevivientes que desde el exterior les aportaron algunos detalles del hecho-.
Ya en democracia los tres hermanos hicieron una denuncia ante la Conadep. "En marzo de 1984 viajamos con mi hermana y nuestros respectivos conyuges a Córdoba para entrevistarnos con el Dr. Rueda, que era el secretario. Queríamos saber qué suerte había corrido la primer denuncia que radicamos en Santa Fe. Esa causa no figuraba, no sabemos si se perdió en el camino o dónde. Por eso hicimos una nueva denuncia. Esta vez no firmaba mi padre, sino los tres hermanos de Norberto".





14:56 Reencuentro

"Recuerdo la angustia de mi mamá. Que tenia los dos dolores, qué pasó con el hijo, donde estaba el muerto. Y dónde estaban las nenas. Dónde están mis nietas". Sólo en este pasaje de su testimonio Ramiro deja traslucir el propio dolor. El resto de su testimonio es templado, calmado, organizado, con el claro objeto de llevar a la justicia una causa por la que pelea desde hace 38 años.
"Un día llamaron al teléfono de mi padre, era Lucila que decía que estaban solas en una casa en Buenos Aires, en Avellaneda. Mi padre decidió ir sólo, encontró el lugar, agarró a las niñas y las trajo corriendo. Allí se zanjó uno de esos dolores. Con el tiempo las niñas pudieron contar lo que habían pasado durante esos seis meses desde la muerte de Norberto".





14:53 Documentos de historia

Ramiro Domingo Puyol cuenta las averiguaciones que toda la familia hizo a lo largo de ese año de incertidumbre, y trae para aportar como prueba documental las respuestas que su madre obtuvo de la Cruz Roja y del Vicario Castrense en Buenos Aires.



14;40 Habeas Corpus

El primer día habil de la feria de enero de 1977 vinieron a Córdoba para presentar el Hábeas Corpus que habían confeccionado pidiendo por la aparición de Norberto Victorino Puyol. Era lunes 3 de enero a las 10:00.
"Allí se libraron los oficios qeeran de rigor, una dirigida a la policía de la Provincia, otro a la Policía Federal y otra dirigida al Comandante del III Cuerpo que era el ex General Menéndez. Nos quedamos tres días esperando la respuesta pero no tuvimos ninguna. El secretario del Juez nos adelantó que no tenían ninguna noticia de una persona detenida con el nombre de mi hermano. Después supimos que la firma del Juez que archivó la demanda era de Zamboni Ledesma".



14:40 Búsqueda

El testigo cuenta el desconcierto que atacó a la familia, no sabían qué había pasado con Norberto, con su cuerpo; y también la preocupación de reunirse con las niñas, de las que no sabían el paradero. "Con motivo de la noticia de la muerte, nos enteramos que ellos estaban en Córdoba, pero no sabíamos ninguna dirección".
Ramiro cuenta que cada uno emprendió las averiguaciones para reunir a la familia. "Yo como juez, mi padre mediante los vínculos políticos que pudiera haber tenido, mi madre por medio de la Iglesia, ya que era muy devota. No obtuvimos ninguna noticia desde Santa Fe, por lo que decidimos venir con mi padre y mi hermano mayor a Córdoba a ver qué información podíamos conseguir".



14:36 Asesinado

Cuenta su hermano que después de 1973 comenzaron a verlo poco. Que se comunicaba por teléfono con su madre y que estaba incorporado al Partido Revolucionario de los Trabajadores.
"Nos enteramos que secuestraron a la madre de las niñas, y Norberto tenía una nueva pareja. En esa situación nos agarró el golpe de 1976. Durante ese tiempo no sabíamos dónde vivía. Llegamos así al 4 de diciembre de 1976, cuando mis padres recibieron un llamado telefónico de un compañero que avisaba que había sido asesinado en un operativo de militares y policiales en Barrio el Rosedal". Según este dato, se enteraron que Norberto fue herido por la espalda y logró refugiarse en una escuela de donde fue sacado en estado de inconciencia, herido o muerto. La testigo de ello fue una portera de la escuela que vió por casualidad el hecho.



14:29 Testigo 304: Ramiro Domingo Puyol

Es el hermano de Norberto Victorino Puyol.
"Quisiera comentar este relato con una breve semblanzade la vida de mi hermano, con la mirada de un hermano. Eramos cuatro, Norberto el segundo. Norberto hizo su escuela primaria en Santa Fe, y la secundaria en un Instituto Superior de donde salió con el Título de Técnico Constructor Nacional. Así continuó sus estudios en la UNLa Plata para estudiar arquitectura. Comienza a hacer una vida de estudiante, poco tiempo después se casa con Estela Maris Garategui, la madre de sus tres hijas, y se mudan a la Plata. Allí atraviesa los sucesos de 1968, con el movimiento estudiantil que reaccionó frente a las medidas que había tomado el gobierno de Onganía. Norberto se compromete en esas luchas, interviene en la toma de la universidad de La Plata donde hubo enfrentamientos con la policía. Creo que es ahí donde comienza con su postura política comprometida. En Septiembre de ese año la facultad toma medidas y expulsa a cuatro estudiantes, entre ellos estaba Norberto. Lo detuvieron en 1971, él había vuelto a Santa Fe y estaba estudiando en la Universidad Católica. Le construyen una causa por supuestas actividades subversivas y es condenado po el Juzgado de Instancia Unica que funcionaba por entonces. Cumple condena en Devoto, luego a Resistencia y después a Rawson. Allí le alcanza la amnistía de Cámpora a los presos políticos"



14:24 Terminó el testimonio de Patricia Puyol

"Si papá había hecho algo malo, por qué no lo llevaron a una cárcel. Que cumpliera una condena, y hoy lo tendríamos con nosotros. Por qué lo mataron? Por qué esa injusticia". Patricia dice que lleva años preguntándose eso. "Este dolor de acá no lo saca nadie", conluye con una mano en el centro de su pecho.



14:20 Nunca más vimos a papá

Patricia junta fuerzas para reconstruir los momentos más duros de sus vidas.
Después de esos días en la soledad de una casa allanada, después dela amenaza de la patota que no tuvo reparos en amenazar a tres niñas, el abuelo paterno vino a buscarlas desde Santa Fe. Patricia recuerda que por el temor no les dejó tocar nada. "Dejamos los bolsos como los habíamos armado. Tuvimos que dejar las cosas, los jueguetes. Eramos criaturas".
"Con el tiempo volvimos a ver a nuestra madre, hacía un año que ella no sabía de nosotras. En la cárcel nos contó lo que había pasado con papá. Nunca más volvimos a verlo. Ella contó que lo venían persiguiendo, que cuando se dio cuenta intentó escapar, y le dispararon. LO ASESINARON!" La voz de Patricia resuena con la fuerza de tantas historias acalladas en el vacío de una sala llena, que guarda respetuoso silencio.



14:15 De lo que eran capaces

"Golpearon la puerta. Abrimos felices, pensamos que era el Tío Osvaldo, a quien conocíamos. Pero había cuatro tipos que nos hicieron entrar y nos sentaron en un sillón. Nos preguntaron los nombres, sabían nuestros nombres verdaderos. Antes de irse nos dijeron que llamemos a nuestros abuelos para que nos vinieron a buscar".
Los genocidas también les dijeron, a tres niñas de 10, 8 y 6 años, que las dejaban vivas para que supieran "de lo que eran capaces".





14:06 Cumpleaños

Las niñas visitaban a su mamá en Buenos Aires y en una de esas visitas Norberto las llevó a vivir con él a Córdoba. "En Córdoba vivíamos con mi papá y su pareja, que se llamaba Alejandra. Ibamos a la escuela, estábamos bien..." Patricia no puede contener las lágrimas. "Una noche nos acostamos y a la madrugada nos despertó Alejandra y nos dijo que papá no no había vuelto".
Patricia cuenta el mismo relato que contó más temprano su hermana. "Alejandra nos llevó a un departamento de unos compañeros. Durante muchos años creímos que papá había desaparecido el día del cumpleaños de Manuela. Cada cumpleaños era como un velorio."
Norberto fue secuestrado el 4 de diciembre, pero en las niñas el recuerdo de aquel cumpleaños, 6 de diciembre de 1976, se grabó a fuego.
Patricia continúa su testimonio. Retoma en el año 1977 cuando vivían en Avellaneda. "Después vivimos junto a ella y otro compañero, y un matrimonio grande a quienes llamábamos abuelos". Todos ellos están desaparecidos.





13:59 Testigo 303: Declara Patricia Puyol.

Es la hermana del medio, hija de Norbeto Victorino Puyol, víctima de esta causa.
"Mi testimonio es una pequeña parte de todo lo que vivimos nosotros en esos años. Una pequeña parte de la historia de nuestras vidas. Mis padres eran militantes y él estuvo preso desde 1971 hasta el 73 cuando salió con la amnistía. Fue la alegría más grande el tener de nuevo a papá en casa después de dos años. Duró hasta que secuestraron a mi mamá junto a mi hermanita, en 1975. Con Lucila nosotras estábamos en Santa Fe, mi tía se desesperó por recuperar a mi hermana menor y la trajo con nosotros. Somos de Santa Fe y allí tenemos a nuestra familia que nos cuidó y nos contuvo durante todo este tiempo y es lo que permitió que podamos seguir juntas".




13:50 Testigo 303: Manuela Puyol

La testigo fue dispensadade declarar por su estado de salud ya que tuvo una descompensación por la situación de estrés.



12:42 Final del testimonio

"Mi papá fue un forjador de sueños, un militante comprometido que creía en una sociedad igualitaria. Que nos eneseño a pensar un mundo mejor, más justo, para todos los niños, no para algunos. Creia en un pueblo revolucionario y organizado y por eso luchó y vivió; y por eso lo mataron. Le quiero pedir, no a los genocidas que no han tenido en todos estos años un dejo de humanidad, arrepentimiento ni voludad de decir nada; les quiero pedir a ustedes como representantes de la Justicia que intensifiquen las investigaciones, que encuentren a todos los niños que han sido robados, y que encuentren a mi papá porque lo amamos y queremos que vuelva a casa".





12:29 Luchadora

El abogado querellante de H.I.J.O.S. y Familiares, Dr. Orosz, pregunta a la testigo sobre la búsqueda del cuerpo de su padre y agrega: "usted ha hecho mucho por esta causa". El reconocimiento viene a cuenta de los aportes que Lucila Puyol brindó en su rol de abogada para la causa de "Enterramientos Clandestinos" junto al Equipo Argentino de Antropología Forense. De dichas investigaciones pudo recuperarse el cuerpo de la militante santafesina Hilda Flora Palacios, desaparecida en 1976, y cuyo caso junto al de otras tres víctimas constituyó la primer causa por Crímenes de Lesa Humanidad en Córdoba (Brandalisis, 2008).





12:19 Sufrimiento extensivo

"Si el tema era la persecusión y el exterminio, a mi padre ya lo habían matado. No tenían por qué negarle el cuerpo a mi familia. Creo que eso fue parte del plan siniestro y sistemático", reflexiona Lucila en torno al padecimiento extensivo a toda una familia que debió aprender a vivir con la incertidumbre de jamás recuperar los restos de sus desaparecidos.





11:44 El amor de la familia

El militar que interrogó y amenazó a las pequeñas, cuya madre estaba secuestrada y su padre había sido desaparecido, le ordenó que llamaran a la casa de sus abuelos de Santa Fe, después se fueron y las niñas volvieron a quedarse solas. "Le pedimos a la vecina que nos ayudara y por suerte yo recordé el número de teléfono. Armamos nuestros bolsos en los portafolios de la escuela y esperamos a que nuestro abuelo nos buscara".

"Como muchos hijos e hijas puedo decir que tengo una familia maravillosa, contenedora, que nos cuidó, nos amó, nos ayudó a crecer hasta que salió mi madre en 1980. Ella nos dijo que a mi papá lo habían matado", cuenta Lucila y describe cómo dedicó su vida a reconstruir los últimos momentos de la vida de su padre.



11:29 Infancia Clandestina

Hacia mayo de 1977 las hermanas de 10, 8 y 6 volvieron a quedarse solas. La casa de Emilio y Dolores, una pareja amiga, fue allanada en un operativo violento mientras ellas dormían. A ellos se los llevaron y las niñas se despertaron y encontraron la casa en un absoluto y violento desorden.
"Arreglamos la casa como pudimos entre las tres. Nos quedamos esperando, alguien iba a venir. Llegó una vecina, le pedimos que nos ayudara a programar el despertador para ir a la escuela. Ese jueves yo me quedé esperando en la casa y ellas fueron a la escuela. Al día siguiente se quedó mi hermana y yo fui a la escuela. Hasta que después dejamos de ir". Ese fin de semana los militares volvieron a la casa donde las niñas estaban solas.
"Nos sentaron en sillones y nos empezaron a interrogar. Nos preguntaron cómo nos llamábamos, y dimos nuestros nombres falsos con los que mi padre nos protegía. Ese hombre me dijo que no mintiera, que el conocía su verdadero nombre. Yo tenía 10 años, y le dije que si ya lo sabía, para qué lo preguntaba". Lucila cuenta que ese militar agarró la carita de su hermana y la amenazó: "No te hagas la viva que le puede pasar algo a tu hermana, me la puedo llevar".
El testimonio habla por sí sólo. Parece increíble lo que cuenta Lucila, es difícil aceptar que esas cosas hayan sucedido con los niños en nuestro país, pero el juicio traerá no sólo justicia, también la verdad y la memoria son lo que ayudará a sanar las heridas abiertas.


11:20 Militancia de hija

"Con el tiempo nos reunimos con otros H.I.J.O.S. nos juntamos para conformar la asociación política bajo la consigna: Si no hay justicia hay escrache. Comenzamos a investigar, reunir documentos, para cuando este momento de justicia llegara".



11:16 "Mi papá nunca llegó".

La madrugada del 4 de diciembre la nueva pareja de Norberto despertó a las hermanas. "Lucila, levantate y ayudame a vestir a tus hermanas. Tu papá no volvió". Lucila expresa su dolor de niña al recordar que debieron irse a la casa de otros compañeros que las escondieron en su casa. Aunque Alejandra sabía que él había sido asesinado en el operativo, guardaron su ropa también, guardando esperanzas "por si lo soltaban".
"Por esos días estábamos planeando la fiestita de cumpleaños de mi hermana. Cuando llegamos a la casa de Norma Síntora ella le preparó una tortita de cumpleaños". Alejandra, la pareja de Norberto; y Norma Síntora, que estaba embarazada, hoy también están desaparecidas. Como también lo están otros de los compañeros que alojaron y cuidaron a las tres hermanitas.





11;08Familia desarmada

"Volvimos a ser una familia hasta que en Marzo de 1975 secuestraron a mi madre junto a mi hermana más chica, de cuatro años", cuenta Lucila, y agrega que separaron a la niña de su madre negándola a la familia. "Mi hermana estuvo secuestrada en Casa Cuna durante algunos días hasta que un dato llegó a la familia. Entonces mi tía la pudo rescatar y traerla con nosotras, mi hermana y yo, que estabamos en la casa de nuestros abuelos de Santa Fe".
En 1976 mientras su madre estaba presa, compartieron algunos meses junto a su padre. Vivían en una casa quinta en La Falda "El era militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Recuerdo que lloró contándonos cuando mataron a Mario Roberto Santucho, a quien nosotras conocíamos y queríamos mucho".





11:08 "Este fue mi padre"

Lucila levanta la foto de Norberto y dice: "tuvimos una familia hasta que lo destruyeron todo, como han destruido todo en este país los genocidas golpistas".
Lucila cuenta que sus padres estuvieron 9 años de novios, que tuvieron tres hijas, que él era militante político social. Como tal, sufrió desde tempranos años la persecusión, estuvo preso desde 1971 hasta su liberación en 1973. La familia de Lucila integró las primeras fundaciones de los Familiares de Presos Políticos.



11:10 Testigo 302: Declara Lucila Puyol.

La primera testigo llega con el pañuelo de H.I.J.O.S. en el cuello. Es una de las fundadoras de la organización "y una investigadora empedernida de lo que pasó no sólo con su padre sino con los 30.000", como señala el abogado querellante Dr. Claudio Orosz antes de comenzar con las preguntas.


11:00 Comienza la audiencia

Los testigos vienen a declarar por el secuestro de Norberto Victoriano Puyol, secuestrado el 4 de diciembre de 1976. Tenía 3 hijas y 34 años cuando lo secuestraron en Barrio el Rosedal, de Córdoba aunque él era oriundo de Santa Fe.
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