Psicoanálisis de los combatientes de Malvinas
Por Dr Oscar Abudara Bini - Tuesday, Jul. 29, 2014 at 11:48 AM
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Se parte del reconocimiento de Freud sobre su desconocimiento al respecto

PSICOANALISIS DE LOS COMBATIENTES EN LA GUERRA DE MALVINAS (1982)

por Dr Oscar ABUDARA BINI

Médico Psiquiatra, Psicoanalista. Director de "La Cuestión Malvinas", carrera de especialización de post grado en la UNIVERSIDAD NACIONAL
DE LA MATANZA, ARGENTINA

Exergo
”Sería muy interesante, sin lugar a dudas, estudiar las alteraciones producidas en la psicología de los combatientes, pero yo sé demasiado poco sobre eso.” (Sigmund Freud, 1915)







Hipótesis.
Apreciamos la existencia de Cuestiones Psicológicas desde la primera invasión inglesa (al continente 1763, a Malvinas 1765) y sin interrupción en estos 250 años. Las mentadas cuestiones existen amén de actos militares, políticos, económicos y culturales. Los temas psicológicos no surgen ex nihilo aunque lo parezca, en verdad suelen originarse en operaciones, que a veces se concentran en territorio insular y/o marítimo otras en el espacio continental. Todo esto forma parte de una geopolítica a largo plazo firme y clara para los británicos, desdibujada y relativamente inconsciente para los argentinos.
Las operaciones fueron ejecutadas antes, durante y a posteriori de la confrontación de 1982. Son núcleo epocal de nuestra actualidad vital y de 2 siglos y medio de nuestra historia. Lo sepamos o nó, nos involucremos o seamos indiferentes pueden estarnos colonizando en profundidad sin que nos percatemos.
Lo que para los británicos es coherencia de intereses defendidos a través de siglos, en nuestro lado es circunstancia periódica, muchas veces espasmódica. Nietzsche señaló como núcleo duro de toda deconstrucción a los estereotipos de historias que se presentan sin entidad fáctica y que colisionan con el molde rígido de realidades que aparecen surgidas de la nada y sin historia.
En Malvinas esta historia sin entidad ni repercusión tanto como el carácter episódico con abismos entre cada generación de argentinos, señala una operación psicológica que lleva a empezar siempre de nuevo. La enorme sorpresa que dieron muchísimos combatientes es que sacaron una potencia de combate “de la nada” y “como si siempre hubieran estado conectado con los que combatieron en el pasado”.
El soldado británico tiene a mano el hilo de continuidad que lo vincula al tatarabuelo que vino en las Invasiones Inglesas. El argentino “unió su historia “deshistorizada” a la historización que lo precedía” generando un ethos no fácil de entender ni menos de conceptualizar pero tampoco menos exigente para insistir en su existencia y pedir ser reconocido.
Ismael Poltronieri, el soldado mas condecorado en Malvinas lo expresa a su manera “yo vengo a ser como el sargento Cabral pero en Malvinas”. Algunos entre los que me cuento y mitad en serio y otro tanto en broma decimos “mejor digamos que venís a ser como el Antonio Rivero de 1833 pero en 1982”. Alguien con mas amplitud de criterio dirá que aunque no sea visible, la línea real existe entre el ciudadano en armas de 1806, el primero de los soldados profesionales de 1812 en San Lorenzo, el peleador irregular de 1833 y el soldado ejemplar de 1982.
Se retoman las cosas imaginariamente ex nihilo, ya que partimos de una nadificación porque la deshistorización psicológica y una psicología masiva de deshistorización ha tenido éxito.
No extrañe que a la coherencia británica corresponda en nosotros ora desidia, a veces indiferencia y en ocasiones compromiso efectivo. La confrontación de 1982 llevó a la involucración de muchos argentinos, en la época de estos sucesos nos toca vivir y aceptamos dar testimonio, sin que nos asista derecho a forzar el interés y el compromiso de otros.
La porción de soberanía en juego es “apenas” la mitad del territorio nacional de Argentina (sit gratia jocandi, hablando en broma). Para muchos estudiosos la influencia psicológica de estas acciones definen parte de la chance o impedimento al desarrollo económico, cultural e identitario argentino.
La psicología de los combatientes y su experiencia de guerra y post guerra es una forma concreta en la que la soberanía se corporiza en seres humanos. Porque además de tierra y agua oceánica, lo que todo el tiempo se juegan son pasiones humanas y actos de compromiso.

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