Julio López
está desaparecido
hace 6429 días
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Megacausa La Perla: Audiencia n° 184
Por Movimiento DDHH - Thursday, Oct. 23, 2014 at 11:10 AM
JORGELUISALTAMIRANO@GMAIL.COM

LA MEGACAUSA CONTINUARA los DIAS 28 y 29 de OCTUBRE en TRIBUNALES FEDERALES de CORDOBA.

Megacausa La Perla
Córdoba, Argentina, 2012
H.I.J.O.S. Córdoba El Diario del Juicio H.I.J.O.S.

Claves del díaDía 184: 22/10/14
15:30 Cuarto intermedio hasta el martes a las 10:30


15:22 Aquí estoy... Hasta aquí llegué
El tono del testimonio de Marta Cisneros deja entrever la indignación de tantos años de impunidad y sin respuestas. Ella avanza a los saltos por su relato, segura de cada detalle, poblandolo con datos certeros y certificados de su búsqueda.
"Este año se cumplen 30 años desde la primera vez que nos constituimos como querellantes ante la justicia federal, en 1984, en un juicio que no fue. Espero que el juicio sea este. Los papeles han envejecido y yo también, pero aquí estoy... hasta aquí llegué".
La testigo marta Cisneros decidió cerrar su testimonio con una poesia que escribió su madre para su hermano Ignacio Manuel y que se convirtió en un poema para todos los desaparecidos: "Siempre los buscaremos, en el aire polvoriento del camino (...) Allí donde un hermano sufra ese duro vivir de la pobreza injusta, allí te encontraremos.. Mamá, una madre de Plaza de Mayo".



15:07 Ignacio Manuel en La Perla
Las noticias del "Corcho" las tuvieron por la sobreviviente Graciela Geuna, quien dio aviso a la familia Cisneros desde el exilio. Habían estado juntos en La Cuadra a quien conocía por ser coterráneos en Río Cuarto, y Ignacio era recordado porque tarareaba la canción "El Patio de la Casa Vieja". "Yo sentí que era el mensaje que mi hermano nos dejó para que no nos quepan dudas de que se trataba de él".
Graciela Geuna también les contó que de la Perla lo llevaron a La Plata, y cuando lo trajeron de nuevo a Córdoba supo por testimonio del civil Lardone (imputado en este juicio) que tófalo (también imputado) se lo llevó para fusilarlo junto a Carlos Perucca, también víctima de esta causa.


15:02 No había respuesta por ninguna parte, la desaparición era una desición tomada
"Lo único que podía hacer mi padre en la búsqueda por su hijo era firmar notas. Yo seguí con esta búsqueda, por eso hoy estoy aquí como testigo", cuenta Marta Olga Cisneros, cuyo padre sufrió un infarto masivo que lo obligó a jubilarse poco antes de la desaparición de su hijo.
"Todas las cartas tenían la misma respuesta. Eran 'formularios' tipo y lo único que cambiaba era el nombre de la persona y la fecha", dijo la testigo en referencia a la respuesta a las cartas que recibió la famiia en su búsqueda. "Conclusión: no había respuesta por ninguna parte".
La respuesta que recibieron a los hábeas córpus fue simplemente "No ha lugar". Marta habló de la sensación de un "masaso en la nuca" por la respuestas que recibían de la Justicia, y la "perpetuación de un delito permanente"


14:52 "Le vengo a traer información sobre su hermano"
Marta Olga Cisneros trabajaba en el Consejo Federal de Educación, y una vez recibió la visita personal del funcionario Manuel Horacio Jarde. "He llamado a mis contactos y me han dicho que tienen a su hermano, bajo el cargo de miliciano montonero activo". La testigo afirma que jamás olvidó esas palabras. Pero Jardél le dijo algo más: "Cuando los llamé sabían que iba a preguntar por su hermano, porque la tienen ubicada a usted y saben que trabaja aquí".


14:50 Familia desarmada
La familia puso a resguardo a su mujer y su hijo, por el peligro que podían correr. "Fue una buena desición, hoy pueden estar aquí en esta sala y pudieron salvar su vida".
La testigo trajo también los datos de la denuncia presentada ante la comisaría 10ª, y solicitó que se recupere ese documento donde están signados los datos.


14:43 Semblanza
La hermana de Ignacio Manuel cuenta que "Corcho" hizo el colegio Nacional en Rio Cuarto. "Le gustaba el futbol, era gran guitarrero y cantor. Tenía 18 años cuando partió a la Plata estudiar Agronomía. Con el golpe de Ongania y la intervención de las universidades, mi hermano se incorporó al bullicio de la época y acompañó la formación de la FUC".

Fue secuestrado el 15 de febrero de 1977. El fin de semana antes del secuestro todos los hermanos se juntaron en la localidad de Alpa Corral, para celebrar un aniversario de bodas de mis padres. En la casa dejaron un cartel con la palabra "MONTONEROS"


14:32 Testigo 400: Declara Marta Olga Cisneros
Docente jubilada oriunda de la ciudad de Rio Cuarto vino a declarar en el marco del expediente Rodriguez sobre su hermano Ignacio Manuel Cisneros
"Esta desaparecido, por eso traje su foto para mostrarselos. Le decían Corcho, hoy cumpliría 67 años"


14:00 Cuarto intermedio hasta las 14:30

13.58 Terminó con aplausos el testimonio de Santa.
Antes de terminar su testimonio, Carlos Santa realizó un homenaje a sus compañeros de cautiverio Benedetti y Pinto que fueron asesinados por las fuerzas, y a un miembro italiano de la Cruz Roja que lo entrevistó en la Carcel de UP1. "Destaco la labor encomiable de la Cruz Roja".
Santa permaneció preso desde el 31 de enero de 1977 hasta su liberación definitiva en abril de 1983.
"No tengo ningun rencor, puedo perdonarles todo lo que a mí me hicieron. Pero no puedo perdonarles lo que les provocaron a mis padres, mi mujer y mis hijos y a todas las familias que pasaron por esto. Creo que formamos parte de una memoria histórica que se esta formando a sangre viva y palpitante, y que un día nos permita verdaderamente decir "Nunca Mas"..."


13;48 Los verdaderos colaboradores fueron los de las patronales
Volviendo sobre la idea de la estigmatización de los sobreivivientes, el testigo afirmó: "Todos fuimos víctimas de ese sistema, ninguno estuvo allí por su voluntad. Los verdaderos colaboradores fueron los de la Patronal". Habló de las circulares donde el Ejército exigía a las patronales que avisaran a las autoridades de todos los empleados que manifestaran actitudes "izquierdistas". Afirmó que esos archivos deben estar aún en el Banco de Córdoba. "Como buenos pastores debieron haber cuidado de su rebaño. A muchos los entregaron a los lobos".
Santa dijo que esos fueron los verdaderos colaboradores, así como lo fueron los medios de la época, "que publicaron grandes páginas elogiando a la dictadura y difundiendo los comunicados de Ejercito". También señaló la complicidad de la institución Judicial.


13:26 Poroto
El testigo se tomó unos minutos para contar una historia: "tal vez para la causa tenga poca importancia pero para mi vida tiene una importancia tremenda".
Aquel febrero de 1978, en Campo de la Ribera, sintió una voz que no escuchaba desde hacía 15 años. "¿Carlos, sos vos?", "si, soy yo Poroto".
Se trata de Poroto Varela, nacido en la localidad de Agua Hedionda al oeste de las Salinas, cuya familia se había radicado en su puebo, Dean Funes. "Alquilaron la casa al lado de la mía, separados sólamente por una tapia. Me hice muy amigo del Poroto, más que hermanos, hicimos todas las aventuras de la infancia, a escondidas de nuestros padres. Después de venirme a Córdoba, una vez que fui a visitar a mis padres a Dean Fúnes me crucé con una de sus hermanas quien me dijo que había entrado a Gendarmería. En La Ribera, donde él se encontraba con tareas de Guardia, durante todas las noches me trajo un paquete de galletas y una lata de picadillo que compartía con los otros secuestrados, y charlábamos de lo que se podía charlar en esas circunstancias, con el riesgo que podría conllevarle a él mismo". Al salir en libertad, en el año 1982, Santa fue a visitarlo a Dean Funes, donde supo por sus hermanas que habia fallecido de un infarto a los 27 años. "Una de las hermanas, Azucenam me trajo una caja con una camisa que Poroto me había comprado por ver la mía desgarrada y nunca no llegó a entregármela".
Al igual que algunos otros testigos sobrevivientes de la Ribera, Santa recordó al Gendarme Varela, el "Poroto": "Fue una inmensa persona, y debe haber habido otros como él. Yo creo que Gendarmería les debe un reconocimiento por los gestos de humanidad y entereza que tuvieron por aquellos días".


13:20 En La ribera
Santa declaró frente al tribunal y dio los nombres de los compañeros de cautiverio. Muchos de ellos son sobrevivientes y testigos de este juicio que esta mañána han venido a acompañarlo.
"En la Ribera había paredes completamente acribilladas, con esos agujeros que después he visto en las fotos de las guerras del mundo".
En ese lugar volvió a ser interrogado por el Gato Gomez quien había sido enviado a este lugar como castigo por la bomba que colocó "por sucuenta" y bajo ninguna orden en el Cinerama.


13:00 Cacería
El testigo Carlos Eduardo Santa explicó la lógica arbitraria y destructiva de la represión: "Ellos salían de cacería, con las armas largas. Y como los perros de cacería que tienen que encontrar a la liebre que se encuentra en el pajonal, nosotros, los secuestrados eramos los perros. Nos llevaban a señalar a quienes conociéramos en la calle, y el Gato amenazándonos, 'mas vale que marques a alguien importante porque sino a la vuelta vas a cobrar la peor viaba'." Dijo tener suerte de haber caído a finales del año 1977, cuando ya nadie se quedaba en la calle, ya no había nadie. Habló también de lo difícil que fue vivir después de la llegada de la democracia, con esa mirada que permanentemente los señalaba y les decía "estás vivo porque colaboraste, entregaste a un compañero, negociaste tu vida".
En una oportunidad, Carlos Eduardo fue llevado hasta Carlos Paz, donde secuestraron a su hermano Alfredo Santa, que ya declaró en este juicio. Fueron llevados juntos a la D2.


12:48 Cuca y el Gato
El testigo recordó puntualmente a dos de sus torturadores en la D2. Además aclaró que todos los que allí estaban, aunque él no podría reconocerlos, eran torturadores.
"Mirame bien, yo soy el Gato Gomez, no me olvides nunca", les decía Miguel Angel Gomez a los secuestrados a la vez que les levantaba la venda para que lo reconocieran. "Eran palabras que decí en ese reino de impunidad, convencido que esa impunidad le duraría por siempre. Este y otros juicios han demostrado lo contrario".
También habló de Cuca, la única voz de mujer que se escuchaba en ese lugar. "Después de acercarse a mí y decirme un monton de grocerías me dijo los nombres de cada uno de los que vivia en mi casa, cerca del hipódromo en Barrio Jardín. Supongo que ella vivia por ahi. Muchas veces escuche hablar de ella y el sadismo que tenía, especialmente contra las mujeres".


12:35 La tortura
El testigo describió con detalles los efectos de la tortura: "Los pulmones parecen estallar. el corazon parece salirse del pecho y se siente un sufrimiento tan grande... todo el sufrimiento que el cuerpo le esta manifestando a cada una de nuestras celulas. Por ahí levantaban la mordaza, una milesima de segundo y uno trataba de aspirar el aire que podía. No me habían hecho ni una sola pregunta. Para mi fueron minutos eternos, para ellos tal vez haya sido el primer round. Creo que ahí a uno no le importa la familia, la vida, nada. Le importa que eso se acabe. Y empiezan las preguntas, y uno que ha perdido todo el control de sí mismo, uno ha perdido la coherencia, es una turbulencia de pensamientos. Uno allí se hace cargo de lo que ellos quieren, uno firma lo que ellos quieren y uno dice lo que ellos quieren".


12:30 "Perded toda esperanza los que aquí entréis".
La frase describe lo que vivían en la D2 quienes por entonces eran secuestrados por las patotas. El testigo era militante del Organización Comunista Poder Obrero y fue secuestrado el lunes 31 de enero de 1977, de su oficina en el Banco de Córdoba entre las 9 y 10 de la mañana.
En la D2 lo "recibieron" con una tremenda trompada al estómago que lo tiró al suelo, para luego llevarlo a las "catacumbas" que eran los calabozos. "Allí rodeado de sujetos vociferantes, esposado a la espalda, insultado, golpeado, con toda la tensión de estár esposado a la espalda, todos los musculos se resistían se desgarraban, parecían desmembrarse. Uno no puede decir cuanto tiempo, para el que lo sufre son minutos eternos. Eso era una especie de precalentamiento, para que fuera sabiendo como venía la mano... Lo peor estaba por venir. Era la asfixia, que denominan mojarrita.".
El testigo describió las torturas por asfixia que sufrió en manos del imputado Gato Gomez.



12:29 Testigo 399: Declara Carlos Eduardo Santa
Viene a declarar por los hechos del que él mismo resultó víctima: "Disculpen si en algún momento se me quiebra la voz o derramo algunas lágrimas. No siento vergüenza por ello. Es más, es un orgullo. Si quisieron convertirnos a los sobrevivientes en un desierto, en un interior yermo y árido, no lo consiguieron. Estamos llenos de vida y agradecemos la oportunidad de poder hablar".


12:10 Sentir la libertad
"La persona que ha estado en cautiverio, y torturada, puede decir lo que es la sensibilidad de la libertad, pero también sentir cuando miras a los ojos a alguien, la discriminación, la gente que dice si estás preso, por algo será. Mi padre me acompañó, nunca me cuestionó nada, pero me alentó a seguir con mi vida. Pero mi familia sufrió un desarraigo, vivimos en una sociedad en que el qué dirán puede más que la verdadera historia. Hoy dudo de todo y le temo de todo, pero aprendí de esa desgracia a comprender que se puede ser felíz con las pequeñas cosas, con la naturaleza".


12:00 "Estoy vivo"
El testigo contó que a Bruno Laborda lo conocía porque en la ciudad de San Luis es difícil no conocer a alguien que esté en el mismo rango de edad. "Volví a ver a Bruno Laborda tiempo después, vestido de civil en la ciudad de San Luis. Sentí muchas sensaciones, a decir verdad tuve ganas de tirarle el auto encima, pero primó mi voluntad de tener mi vida normal de nuevo".
Además dijo que en el año 2004 leyó lo que se publicó sobre el testimonio de Laborda en su reclamo administrativo, en Página 12 el 13 de junio, donde entre otros hechos salvajes declara haber secuestrado a un joven con cierta pasion futbolera... "Cuando leí que dijo que mi cadaver debía estar en el desierto de Catamarca, me movilizó y fue lo que me llevó a contactar a los organismos de DDHH. Sentí la necesidad de decir, momento!, estoy vivo..."
El testigo aprovechó para recalcar y homenajear a la persona de María Elba Martínez: "una excelente persona, que completó una ficha de mi vida, y a través de ella comprendí que debía aportar la información por los 30000 desaparecidos".


11:45 La Perla Chica
Cuando decidieron dejarlo en libertad, lo llevaron en un auto por la ruta. "Contá hasta cien y después caminá a tu derecha para llegar Córdoba. Olvidate de este episodio en tu vida". El testigo cuenta que por miedo contó un poco más de cien, y después se sacó la venda por primera vez en muchos días: "Me saque la venda... y sentí la dicha de ser libre. Me sentí feliz de estar sólo". El Tribunal respeta en silencio el dolor que atraviesa a Jofre, quien por primera vez en su relato lo evidencia en el tono de su voz, en las pausas y el llanto atragantado.
El lugar donde fue privado de su libertad el testigo y víctima Mario Jofré es La Perla Chica, situada en Malagueño, en cercanías del Centro Clandestino conocido como la Perla. "¿Cómo supo que se trataba de ese lugar?", le preguntó la fiscal Miguel Carmona.
El testigo contó entonces que de paseo hacia Carlos Paz reconoció la contrucción a dos aguas y una especie de corral con un cerco blanco. "Entonces volví sólo, intenté entrar y fui impedido. Cuando me dijeron que eran tierras del Ejército, confirmé mis sospechas".


11:30 Terror
Posteriormente y por 40 días, Mario fue mantenido secuestrado, en condiciones inhumanas y degradantes sin ninguna explicación. "Me aplicaron golpes, picanas, torturas, me patearon la cabeza. Estuve incomunicado y mal alimentado, completamente humillado. Otros detenidos me decian que no me preocupara, que pronto me iban a llevar con ellos, que no llorara". El testigo contó que tiene actualmente secuelas físicas por los maltratos recibidos.
"Escuchaba risas, carcajadas, mujeres y hombres gritando. No dejaba de pensar en lo que me iba a pasar. Pensaba que mi familia no sabía nada de mi, y eso me atormentaba".


11:27 "La vas a pasar muy mal"
Con sólo 18 años y conciente a duras penas de lo que se había desencadenado en su vida, fue llevado en un vehículo por dos personas que lo obligaron a viajar recostado en el asiento trasero. "Temblaba como un papel, estaba totalmente en pánico". El primer lugar al que lo llevaron fue el Destacamento 141, allí le martillaron la cabeza. "Descubrí que se trataba de ese lugar después de pasar muchas veces por la Av. Richieri... Me zonaba conocido".


11:20 El relato
El relato es estremecedor y ronda lo insólito. El joven había venido a estudiar Ciencias Económicas y en la semana de mayo, decidió quedarse en Córdoba para estudiar una materia que le estaba costando. "La mañana del domingo decido caminar hacia Av. Colón para ir a misa. Como vi demasiada gente en la Plaza, seguí caminando hasta General Paz y Colón y me topé con el Jockey Club. En ese momento se estaba transmitiendo el Mundial, y como yo manejaba algunos idiomas traté de infiltrarme en la sala de Prensa, haciendome pasar por un periodista brasilero".
La ocurrencia le duró poco, apenas pasó los filtros de seguridad se le acercó una persona de apellido Bruno Laborda (imputado en este juicio, ya fallecido). "Me dijo que lo acompañara y me pidió mi DNI. Surgió entonces que no era brasilero, me puse nervioso. Laborda me dijo que no podía ayudarme, y me entregó a otros dos hombres que me subieron a un auto".


11:00 Testigo 398: Declara Mario Jofré
El testigo y víctima del expediente Laborda es oriundo de la Pcia. de San Luis y fue secuestrado por error a raiz de un malentendido. Eso no lo salvó sin embargo de los padecimientos que le esperaban a todos aquellos quienes caían en manos de la patota.


Megacausa La PerlaAvisos.H.I.J.O.S. Regional Córdoba en la Red Nacional - Dirección: Santa Fe 11 - Teléfono: (0351) 425-6502 - Email: hijoscba@gmail.com
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