Llamamiento de pueblos originarios, afrodescendientes y organizaciones populares de América Latina

“Las organizaciones populares somos la primera línea de resistencia” frente a una “crisis integral que amenaza la vida”, plantean más de sesenta organizaciones de nuestro continente, entre las que se cuentan la CONAIE de Ecuador, el Movimiento Sin Techo de Brasil, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de México y la Unión de Trabajadores de la Tierra de Argentina, entre muchas otras.

“Estamos poniendo el cuerpo, la cabeza y el corazón en desarrollar respuestas inmediatas, pero también para proyectar una salida a esta crisis que no sea una vuelta atrás a la salvaje normalidad capitalista, sino un camino hacia una sociedad distinta”.

Compartimos:

Llamamiento de los pueblos originarios, afrodescendientes y las organizaciones populares de América Latina.

La crisis que globalmente ha provocado el COVID-19 nos presenta una encrucijada a los pueblos de Abya Yala – América Latina. Las organizaciones populares somos la primera línea de resistencia frente a las peores expresiones del sistema en descomposición:

Estamos atravesando una crisis integral que amenaza la vida en todas sus formas. El COVID-19 se transformó en pandemia en un momento de agudización de la crisis  capitalista y de reiterados intentos desde el poder económico de que la clase trabajadora cargue a sus espaldas con la recomposición de la tasa decreciente de ganancia empresarial; que confluye con el debilitamiento de los sistemas de salud, el deterioro de las condiciones de vida y  el despojo de lo público como resultado del giro neoliberal. La asfixia a la que nos someten la deuda externa, los organismos internacionales y el agobio permanente del imperialismo contra nuestra soberanía le dan forma a un escenario que anticipa las graves consecuencias.

En una América donde nos negamos a aceptar los ajustes estructurales y el desembarco de nuevas políticas imperialistas, y donde nuestros pueblos han encarnado importantes levantamientos populares en los últimos meses, la pandemia se ha convertido en una excusa para legitimar la presencia de las fuerzas armadas en nuestros territorios e implementar medidas de ajuste y el deterioro de las condiciones de existencia de la clase trabajadora. Asimismo, esta crisis puso de manifiesto nuevamente la brutalidad de la violencia patriarcal sobre las mujeres y disidencias sexuales, así como la exclusión histórica de los pueblos indígenas y afrodescendientes expuestos a enfrentar la pandemia en condiciones de vulnerabilidad extremas.

Como es la mejor tradición de nuestra gente, somos las organizaciones del pueblo, obreras, campesinas, de pueblos originarios, feministas, afrodescendientes, piqueteras, de pobladoras/es, de los barrios, las que estamos poniendo el cuerpo, la cabeza y el corazón en desarrollar respuestas inmediatas, pero también para proyectar una salida a esta crisis que no sea una vuelta atrás a la salvaje normalidad capitalista, sino un camino hacia una sociedad distinta. Ello será posible si tomamos lo mejor de nosotros como pueblos, los lazos comunitarios y de unidad popular, territorial y regional, que alimentemos durante esta batalla, serán parte del tejido que construya los horizontes de transformación en Abya Yala.

Ante la falta de vivienda ocupamos territorios y construimos casas; ante la falta de trabajo organizamos cooperativas, recuperamos fábricas y enfrentamos cierres, despidos y suspensiones; ante el ataque patronal peleamos por mejores condiciones de trabajo a través de huelgas; ante la falta de educación generamos escuelas; ante la opresión hacia las mujeres y disidencias construimos feminismos populares; ante la explotación construimos organización sindical de base y luchamos contra la precarización y por salarios dignos hasta las últimas consecuencias; contra el hambre construimos comedores y merenderos populares; ante la crisis climática desarrollamos la agroecología; frente el monocultivo y el monopolio de los alimentos, construimos territorios campesinos agroalimentarios para garantizar la soberanía y autonomía alimentaria; ante la militarización, el paramilitarismo y el narcotráfico hacemos sustitución de cultivos y luchamos contra la violencia estatal. Nuestra alternativa es de vida contra los que nos proponen muerte.

Frente a la política de fronteras cerradas y de fragmentación, y frente a la xenofobia y el neofascismo que proponen desde arriba, retomamos el horizonte de la solidaridad continental y la unidad de los pueblos.

Frente a las políticas de los y las capitalistas, para usar la crisis como revestimiento del ajuste, profundicemos y replanteemos nuestras luchas históricas por la defensa de los territorios, la vida y la socialización de las riquezas, construyamos poder popular y comunitario.

Por eso, exigimos a los gobiernos y llamamos a los pueblos:

1. Priorizar la vida sobre la deuda. No al pago de la deuda externa, investigación exhaustiva y condonación de la misma. Es criminal que se escatimen fondos a la salud y los derechos, por pagar las obligaciones con el FMI y otros acreedores. Los sistemas de salud y de protección social para enfrentar la pandemia son la prioridad. Necesitamos recuperar nuestra riqueza estratégica y el manejo de bancos y comercio exterior, fuente permanente de la sangría económica de los países latinoamericanos. Solo una política de soberanía económica, desde el avance del poder popular, puede aliviar la crisis económica y la mundial que estamos empezando a vivir.

2. Combatir las desigualdades. Impuesto extraordinario a los ricos, a la ganancia de los bancos y las grandes empresas, a los que fugaron capitales. Que los gobiernos asuman el papel de eliminar las desigualdades promovidas por el mercado, que las inversiones necesarias en políticas de emergencia se financien enfrentando la concentración de la riqueza, no con rebajas salariales a los trabajadores. Reorientar las líneas de producción de las grandes empresas para la generación de insumos destinados a combatir el coronavirus, así como las enfermedades que soportamos sin atención del Estado como la desnutrición, el dengue, el chagas y la tuberculosis.

3. Fortalecimiento urgente de los sistemas de salud pública. Inversión urgente y prioritaria en el sistema público de salud, estatización de la salud privada y fortalecimiento de las medidas de contención pandémica por parte de los estados. La pandemia reafirma la necesidad de que todos y todas reciban asistencia de salud universal, fortaleciendo la promoción pública de estos servicios. Que los Estados tomen control de la producción y administración de todos los insumos necesarios para enfrentar la crisis con participación y control de los y las trabajadoras. Eliminación del sistema de patentes sobre los medicamentos para desarrollar con plenitud la investigación y aplicación científica para resolver los problemas humanos, y reconocimiento a la medicina originaria y ancestral.

4. Por trabajo con todos los derechos. Ingreso universal garantizado para todas y todos, prohibición de despidos y suspensiones. Es esencial reconocer los derechos de las y los  trabajadores para vivir una cuarentena digna. Que esta emergencia no sea la excusa para seguir avanzando en la precarización del trabajo. No al cierre de empresas, apoyo estatal a su ocupación y recuperación por parte de los y las trabajadoras.
La vivienda y el hábitat digno como derecho social. La cuarentena solo puede realizarse bajo un techo, con servicios básicos garantizados y en un barrio saludable. Es necesario suspender desalojos, pagos de alquiler y de servicios; las políticas de hábitat deben direccionarse hacia una reforma urbana integral que garantice el acceso a la vivienda en barrios dignos para todas las familias trabajadoras. Acceso universal al agua, luz y gas y urbanización de los barrios populares: no hay lucha contra la pandemia sin que todas las personas puedan tener agua potable, gas y acceso a la electricidad en el hogar, barrio o comunidad. Ni casas sin personas, ni personas sin casas. Requisición de propiedades vacías para la población en situación de calle y albergues populares.

5. Enfrentar el hambre y garantizar la alimentación universal. Priorizar el financiamiento y el rol de la agricultura familiar cooperativa, comunitaria y agroecológica en el abastecimiento de alimentos para el pueblo, comedores, merenderos y cocinas comunitarias: es necesario avanzar en la promoción del acceso a los alimentos, como una forma de impulsar la economía y no causar una crisis de suministro. Garantizar una canasta básica con precios regulados y exentas de impuestos. Exigir sanciones a la especulación con los precios el acaparamiento de supermercados e intermediarios. Condonación de las deudas de los campesinos y campesinas, la redistribución de la tierra productiva e implementación de sistemas de protección y colonias agroecológicas con financiamiento del Estado.

6. Contra la mercantilización de la naturaleza. Necesitamos recuperar la soberanía sobre nuestros bienes comunes como el agua, el gas, el petróleo, la tierra, riqueza estratégica que es usurpada por pulpos económicos con las complicidad de gobiernos y la burguesía local. Pleno respeto a los territorios de los pueblos y replanteo del modelo económico y extractivo. La explotación de recursos naturales debe respetar a la madre tierra como así a los pueblos que la habitan.

7. Fortalecimiento del cerco sanitario y asistencia humanitaria con garantía de soberanía de los territorios a pueblos originarios, nacionalidades indígenas y afros. Especialmente a todo aquellos cuyo hábitat se encuentra en ecosistemas vitales como la Amazonía, para quienes la amenaza epidemiológica puede significar un etnocidio. Fortalecimiento del gobierno propio y sus sistemas para la pervivencia territorial y cultural de la vida de los pueblos indígenas y afros. Prohibición de desalojos y acciones que violen la soberanía de los pueblos indígenas.

8. Políticas reales para enfrentar la violencia machista. Con las medidas de aislamiento social, existe la posibilidad de aumentar la violencia doméstica y otras formas de violencia contra las mujeres. Que para las mujeres, cis y trans, la expansión de las plataformas tecnológicas para garantizar su uso cuando la violencia contra las mujeres es un hecho no es suficiente para prevenirla y erradicarla. Presupuesto para prevenir femicidios y transfemicidas. Refugios para personas en situación de violencia, entrega de subsidio económico especial a sobrevivientes. Planes de empleo y educación orientados hacia mujeres y disidencias.

9. Más prevención, no a la represión. Muchos gobiernos han utilizado el contexto del coronavirus para intensificar la lógica represiva y de vigilancia, y para aumentar el encarcelamiento de los más pobres, de líderes comunitarios, defensores y defensoras de derechos humanos. Es hora de reducir la población carcelaria como un problema de salud pública. También es necesario revalorizar las autoridades propias y las guardias comunitarias, indígenas y populares que cuidan los territorios ancestrales y están siendo un efectivo organismo comunitario para cuidar la vida en el campo y en la ciudad.

10. No a la intervención política, económica y militar imperialista. Rechazamos de manera categórica el uso de la crisis como excusa para una intromisión militar en Venezuela por parte del imperialismo yankee y sus socios, el asesinato permanente de líderes indigenas y populares en Colombia, la feroz represión de los regimenes golpistas en Bolivia y Honduras, del gobierno antipopular de Piñera en Chile, asi como la expansión de proyectos extractivos en territorios indígenas y campesinos. Exigimos que se levanten los bloqueos hacia Cuba y Venezuela.

11. Ayuda Humanitaria Internacionalista. Exigimos a los gobiernos que soliciten ayuda humanitaria a Cuba y a otros países que han desarrollado experiencia técnica para enfrentar la pandemia y que pueden ayudar a contener el brote de Covid-19 en las ciudades donde la pandemia se ha expandido con más crudeza, cómo Guayaquil y San Pablo.

Contra la riqueza de pocos, por la lucha de los pueblos

¡Por la vida, no el FMI!

Como luchan los pueblos latinoamericanos:

Diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, ¡carajo!

¡Solidaridad internacionalista, YA!

Adhesiones:

fru@resistencia-urbana.org

comunicacion@conaie.org

CONAIE Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador-Ecuador

Congreso de los Pueblos-Colombia

MTST Movimiento de Trabajadores Sin Techo-Brasil

CONFENIAE Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana-Ecuador

FPDS Frente Popular Darío Santillán-Argentina

ONIC Organización Nacional Indígena de Colombia-Colombia

FOL Frente de Organizaciones en Lucha- Argentina

Ukamau-Chile

CRBZ Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora-Venezuela

CNTE-SNTE Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación-México

AUTE Sindicato Electricista-Uruguay

Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib’Kej- Guatemala

CNA Coordinador Nacional Agrario-Colombia

Movimiento de los Pueblos/por un socialismo feminista desde abajo.(Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional-Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social -Izquierda Latinoamericana Socialista-Movimiento 8 de Abril)-Argentina

CLOC (ANAMURI, Ranquil, Conaproch, Red Apícola Nacional, ANMI)-Chile

FENASIBANCOL Federación Nacional de Sindicatos Bancarios Colombianos-Colombia

MPA Movimiento de Pequeños Agricultores -Brasil

CRIC Consejo Regional Indígena del Cauca-Colombia

UTT Union de Trabajadores de la Tierra-Argentina

PCN Proceso de Comunidades Negras-Colombia

CONAMURI Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas – Paraguay

União Nacional de Trabaladoras(es) Camelôs, Feirantes e Ambulantes do Brasil-Brasil

MICC Movimiento Indigena y Campesino de Cotopaxi – Ecuador

PAPDA Plate-forme haïtienne de Plaidoyer pour un Développement Alternatif-Haiti

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz-Colombia

Feminismo Comunitario Antipatriarcal – Bolivia

Movimiento Insurgente – Bolivia.

MNCI Movimiento Nacional Campesino Indígena “Somos Tierra”- Argentina

CENPAZ Coordinación Nacional de Paz-Colombia

MBL Movimiento de Barrios en Lucha-Ecuador

Brigadas Populares-Brasil

Zona humanitaria de San pedro del Ingara Chocó Territorio de paz-Colombia

UNORCAC – Unión de Organizaciones Campesinas de Cotacachi – Ecuador

MTD Aníbal Verón-Argentina

FOB Autónoma-Argentina

FOB La Libertaria-Argentina

MTR por la democracia directa-Argentina

FAR Frente Arde Rojo/COPA-Argentina

Frente Popular – Ecuador

Coordinadora Simón Bolívar-Venezuela

Radio al Son del 23-Venezuela

Plataforma de Lucha Campesina- Venezuela

Colectivo Caminos Verdes-Venezuela

FNL Frente Nacional de Lutas -Brasil

Movimiento de Mujeres por la Vida de Cajibio y Popayán-Colombia

Comité por la Abolición de las deuda ilegítimas CADTM Abya Yala Nuestra América (Colombia, Haití, Uruguay, Argentina, Venezuela, Brasil y Puerto Rico)

Red Emancipa de Educación Popular-Brasil

Feministas del Abya Yala

MPLT Movimiento Pueblo Lucha y Trabajo-Argentina

Pañuelos en Rebeldía-Argentina

Red de la Diversidad-Bolivia

Escuela Popular Permanente-Chile

Juntos! – Juventud en Lucha-Brasil

FECAOL Movimiento Nacional Campesino – Ecuador

Asociación de Trabajadores  y Trabajadoras del Transporte (ASOTRASET) – Ecuador

Corriente Sindical Carlos Chile-Argentina

Colectivo Whipala-Bolivia

Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda de Colombia

OLP Resistir y Luchar-Argentina

Colectivo Alexis Vive-Venezuela

Venceremos Partido de Trabajadores-Argentina

Corriente Social y Política Marabunta-Argentina

Convergencia 2 de Abril-Chile

Democracia Socialista-Argentina

ASL Acción Socialista Libertaria-Argentina

La Junta-Peru.

Venceremos Abriendo Caminos-Argentina

ORG Organización Revolucionaria Guevaristas-Argentina

Organización Política Presentes por el Socialismo “PPS” – Colombia

CPI Corriente Política de Izquierda -Argentina

Documento en PDF

Llamamiento De Los Pueblos Originarios, Afrodescendientes Y Las Organizaciones Populares De América Latina.

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