El 5 de octubre se realizó una sesión especial en el Congreso de la Nación y finalmente no hubo quórum. Ese día se iban a debatir diferentes proyectos de ley, entre ellos la de etiquetado frontal y la de protección y reparación a personas en situación de calle y familias sin techo. En diálogo con el programa radial Hasta que vuelvan los abrazos, de La Retaguardia y Radio Sur, Daniela Camozzi, integrante de organización “No Tan Distintes”, comentó en tono de preocupación que hace ya mucho tiempo se viene perdiendo el estado parlamentario del proyecto. “Es una clara muestra de desinterés”, remarcó.
Entrevista: Fernando Tocco. Redacción: Nicolás Rosales. Edición: Pedro Ramírez Otero. Fotos: Archivo Natalia Bernades/La Retaguardia
—¿Qué pasó con este proyecto de ley de emergencia para gente en situación de calle que debía ser votado?
—Es una ley que hace bastantes años que se viene presentando y que va perdiendo estado parlamentario. Como toda lucha de estas características no es de ahora, sino que es esta cuestión constante de sostener y de insistir. Desde el 2015 se va representando siempre por fuerzas del campo popular. En esta última oportunidad acompañamos este proyecto, pero no somos de las principales organizaciones. Lo que pasó el otro día (por el 5 de octubre) es una clara muestra de desinterés. Entró a Diputados con la ley de etiquetado frontal. Todo el mundo habló de esto, y la situación de calle una vez más quedó invisibilizada. La ley está renaciendo nuevamente para que se trate el 26 de octubre. Federico Fagioli es uno de los impulsores de esta nueva presentación de la ley. Hay que pelear en el Congreso por una ley como marco primero, y después insistir en que la implementación tenga presupuesto.
—¿Qué plantea el proyecto en sí mismo para generar tan poca sensibilidad?
—En nuestra concepción, la palabra que se usaba antes era invisibilizar, esconder tabúes, dar lo que no se quiere ver, que es el margen del margen de la sociedad. Es el terror que produce ese espejo. Cualquiera de nosotros podría quedar en esa situación. Es el neoliberalismo, pero en su peor cara, es lo que nadie quiere ser, lo que nadie quiere ver y por ese motivo no tiene un marco legal correspondiente a nivel nacional. En la Ciudad de Buenos Aires es otro cantar, porque por la lucha de las organizaciones, entre ellas la nuestra, la de nuestras familias, hay un marco legal. Aunque es penosa la implementación. Entonces en un marco legal nacional se deberían destrabar algunas cosas. Además la cuestión presupuestaria, porque el trabajo implica un montón de recursos que en este momento los está poniendo la sociedad civil organizada. Eso es una política pública que no la está haciendo el Estado, la está haciendo la sociedad. El sujeto político detrás de esta lucha es elusivo, se te escapa. Porque es el compa, la compa que están ahí, en el territorio, que los mapean con el censo. Se plantea un gran dilema, es una herramienta fundamental para que la ley nacional esté y deberá hacerse, pero es de una complejidad importante porque ¿qué va a querer hacer el poder? Va a querer hacer un censo. Las personas en situación de calle tenemos mucho que decir.
—¿Qué panorama podés compartir con nosotros en función de cómo está la Ciudad de Buenos Aires?
—No tenemos un número que pueda dar. Este año, por la pandemia, no se pudo hacer un censo popular nuevamente. Se hacen cada dos años, en 2017 y 2019 los números van siempre en aumento. Desde la Asamblea Popular tenemos un observatorio de la violencia, porque también hay que trabajar en lo que se le dice norma social, no en estos discursos de odio que desde el poder bajan y generan quejas a compañeros a los que se les prende fuego, a los que han acuchillado. Tuvimos hace poco una reunión con organizaciones de todo el país donde los casos, uno por día mínimo, salen en los medios de distintos lugares de Argentina. Eso también te marca.
No Tan Distintes
Por último, Camozzi comentó algunas de las tareas que llevan a cabo desde la organización: “Trabajamos con violencia de género e identidad. Tenemos en este momento proyectos, por ejemplo, de causas colectivas que no están en el proyecto de ley nacional actual, pero que en el devenir de la organización hemos tomado nota de que lo institucional muchas veces es también lo que impulsa a crear nuevas realidades. Tenemos talleres de distintos tipos en los que trabajamos desde la reflexión política al acceso a derechos. Todo el tiempo pensamos en esta cuestión de asistencialismo, acceso a derechos, autogestión. Hay proyectos de formación en acompañamientos integrales que dan una salida laboral y proyectos socioproductivos en el trabajo y formación laboral de cooperativismo”.
Fuente: http://www.laretaguardia.com.ar/2021/10/Dejar-de-ser-invisibles.html