Moscú planteará ante la ONU que Ucrania prepara “una provocación” con una bomba sucia, que combina explosivos convencionales y sustancias radiactivas. Lo hizo en el marco de la profundización del conflicto bélico en el este europeo, donde el gobierno ucraniano viene dando señales de desesperación tras la pérdida de cuatro regiones que votaron ingresar a Rusia, el estancamiento -con grandes bajas- en el frente y la demolición de su infraestructura energética y logística bajo ataques de misiles y drones que su defensa antiárea no ha podido detener.
Con información de Prensa Latina, RT y canales de Telegram Irina, Intel Slava Z y Donbass Devushka.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró este lunes que Moscú planteará ante la ONU, entre otras instancias internacionales, la información relativa a los preparativos de Ucrania para crear una bomba sucia.
“Tenemos información concreta sobre aquellos institutos científicos que poseen tecnologías que permiten crear esa bomba sucia”, dijo el ministro durante una rueda de prensa en Moscú.
“Hemos cotejado los datos que disponemos a través de los canales pertinentes, y podemos afirmar que no se trata de una sospecha vacía, y que existen razones serias para creer que se podrían planear cosas así”, puntualizó Lavrov.
El jefe de la diplomacia rusa indicó que Moscú ya ha dado “los pasos necesarios” para abordar el asunto en las organizaciones internacionales, tras las conversaciones telefónicas que el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, mantuvo el domingo con sus homólogos de Francia, Reino Unido, Turquía y EE.UU. En este sentido, Lavrov declaró que Rusia espera un debate “interesado” y “profesional” acerca de esta amenaza.
A Moscú no le sorprende la reacción mediática de Occidente ante el posible uso de una bomba sucia por parte de Kiev, aseguró el alto diplomático.
Va en consonancia con el apoyo desenfrenado que Occidente da a su protegido el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, dándole una indulgencia para cualquier acción rusófoba no solo en forma de declaraciones, sino también en forma de bombardeo de objetivos civiles, concluyó Lavrov.
Trabajos en fase final y consecuencias de una posible explosión
Paralelamente, el Ministerio de Defensa de Rusia advirtió de las posibles consecuencias de “una provocación con explosión de bomba sucia” llevada a cabo por Kiev. En caso de materializarse dicho escenario, miles de kilómetros cuadrados quedarían contaminados por sustancias radiactivas. Asimismo, Kiev espera sembrar el miedo en la población civil, provocando nuevos flujos de migrantes a Europa y presentando a Rusia como “terrorista nuclear”.
Por otra parte, el jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, Ígor Kirílov, aseguró este lunes que Kiev tiene tanto el potencial como los motivos para emplear una bomba sucia. Destacó que dos entidades en Ucrania se están encargando de fabricar el explosivo y que los trabajos se encuentran en su fase final.
Además, el alto cargo señaló que Moscú cuenta con información relativa a contactos entre la Oficina presidencial ucraniana y representantes del Reino Unido sobre la posibilidad de obtener tecnologías para crear las armas nucleares. Kirílov destacó que Kiev cuenta con la capacidad de producción y con el potencial científico en este ámbito.
Concretamente, mencionó tres centrales nucleares bajo control de Kiev con nueve piscinas con el combustible nuclear gastado. Asimismo, se refirió a los residuos nucleares que se conservan en la central de Chernóbil. Mientras, más de 50.000 metros cúbicos de desechos nucleares pueden ser trasladados a la planta química de Pridniprovskiy, en la región de Dnepropetrovsk, para su posible uso en una bomba sucia.
Kirílov subrayó que, según los planes de Kiev, el estallido de un explosivo de tal tipo podría ser “enmascarado como una detonación anormal de una ojiva nuclear rusa de poca potencia que utiliza uranio altamente enriquecido como carga”. El representante de la Defensa rusa señaló que la presencia de isotopos radioactivos quedaría registrada por los rastreadores del sistema internacional de monitoreo instalados en Europa, lo que permitiría acusar a Moscú de recurrir a su arsenal nuclear táctico.
“Guerra informativa” basada en la experiencia de los Cascos Blancos
Desde el organismo recordaron que “tecnologías de guerra informativa similares” ya fueron empleadas por Occidente en Siria a través de la polémica organización de los Cascos Blancos, que filmaba escenificaciones sobre supuestos usos de armas químicas por parte del Ejército del país.
En este contexto, Kirílov aludió a la provocación perpetrada por este grupo el 4 de abril de 2017 en la ciudad de Jan Sheijún. El jefe del Ejército ruso llamó la atención sobre las fotos tomadas en el lugar, en las que se ve a los Cascos Blancos tomar muestras del suelo sin vestir ninguna protección. “Pero eso no parece confundir a nadie”, resaltó.
Por su parte, desde el Centro de Periodismo Militar-Político Boris Rozhin, apuntaron al mismo precedente: ” Cada vez hay más señales sobre la posibilidad de una provocación en Ucrania al estilo de los Cascos Blancos, solo que esta vez los directores no están planeando una falsa ‘arma química de Assad’, sino una ‘bomba sucia’, que se está creando para simular un ‘ataque nuclear ruso a Ucrania’ con el objetivo de acusar posteriormente a Rusia de utilizar armas nucleares”, consideraron.
“La posición de Rusia, que afirma que no utilizará armas nucleares para eludir su doctrina nuclear, es deliberadamente desautorizada, al igual que se desautorizó la información de la OPAQ sobre la ausencia de armas químicas de Assad. Los directores de tales escenarios no se preocupan demasiado por los hechos, contando con el control de los principales medios de comunicación para proporcionar el dominio informativo necesario para asegurar la opinión pública después de la provocación con la ‘bomba sucia'”, señalaron.
“Por supuesto, el botón para activar tal escenario no está en Kiev, sino en Washington y Londres. Por lo tanto, si se detona una ‘bomba sucia’ en Ucrania, es necesario comprender claramente quién abrió esta puerta y quién, muy probablemente, ayudó a crearla y prepararla para su uso”, agregaron.
Censura y control del relato
Tras el inicio de la operación militar especial anunciada por Vladimir Putin en febrero de 2022 para defender las Repúblicas de Donetsk y Lugansk de los ataques del Estado ucraniano en el marco de la guerra civil que comenzó en 2014 en ese país, los gobiernos de los principales países de la OTAN iniciaron una campaña de censura, propaganda y manipulación informativa sobre medios y redes sociales de una dimensión sin precedentes en el pasado reciente. Quizás, no contemplada desde la propia Segunda Guerra Mundial.
Además del cierre y prohibición de emisión de cadenas informativas, agencias y portales de noticias de origen ruso como RT y Sputnik, también se lanzó una feroz persecución y eliminación de cuentas de medios y periodistas de todo el mundo en redes y plataformas estadounidenses como Twitter, Facebook, Instagram y YouTube. Esta ofensiva fue acompañada de la manipulación del algoritmo para ocultar los enlaces de determinados medios en el buscador de Google y otros.
Más recientemente, Google y Apple eliminaron de su tienda en varios países la aplicación de la red VK (el “Facebook ruso”, con más de 100 millones de usuarios) y se encuentra bajo amenaza de un destino similar la app de Telegram.
Kiev rechaza las acusaciones
Por su parte, quien preside el gobierno de ultraderecha de Ucrania, Vladímir Zelenski, desmintió rápidamente las acusaciones de Moscú sobre la bomba sucia y tachó de “carrusel de teléfonos” las conversaciones que mantuvo Shoigú. “Sólo hay un sujeto que puede usar armas nucleares en esta parte de Europa y este sujeto es el que ordenó al camarada Shoigú llamar a alguna parte”, afirmó el mandatario.
Mientras, los Gobiernos de Francia, del Reino Unido y de EE.UU. han emitido un comunicado conjunto en el que rechazan las advertencias de Shoigú sobre los supuestos planes de Kiev de usar una bomba sucia en su territorio, calificándolas de “acusaciones transparentemente falsas”. “El mundo vería cualquier intento de usar esta alegación como un pretexto para la escalada”, reza el texto.
¿Qué es una bomba sucia?
Las bombas sucias son un tipo de arma que combina explosivos convencionales y sustancias radiactivas. Aunque no pueden generar una explosión nuclear, sí provocan la dispersión de sustancias radioactivas en la zona afectada.
Citando fuentes de varios países, incluida Ucrania, la agencia rusa RIA Novosti informó que bajo la dirección de supervisores occidentales se iniciaron trabajos para la producción de dichos artefactos, que ya se encuentran en su fase final, y estarían a cargo del Instituto de Investigación Nuclear de Kiev y una planta de enriquecimiento de uranio en la ciudad de Zhióltye Vody, en la región de Dnepropetrovsk.
Según la información suministrada por el medio, el propósito de Ucrania al recurrir a esas prácticas es que se culpe a Rusia del uso de armas de destrucción masiva en el marco de su operación especial en ese territorio. Esa situación socavaría aún más la confianza en Moscú y agudizaría la campaña antirrusa desde Occidente, donde plantean la posibilidad de privar a Rusia del estatus de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.