Hasta hace poco, una hipótesis seria de trabajo en geopolítica era que Asia Occidental y Ucrania eran dos vectores del modus operandi estándar del Hegemón, que consiste en incitar y desencadenar Guerras Permanentes. Ahora ambas guerras están unidas en una Omni-Guerra.
Una coalición de neoconservadores straussianos en Estados Unidos, sionistas revisionistas acérrimos en Tel Aviv y ucranianos neonazis de distintos tonos de gris apuesta ahora por una Confrontación Final, con varios matices que van desde la expansión del lebensraum (2) hasta la provocación del Apocalipsis.
Lo que se interpone en su camino son esencialmente dos de los principales BRICS: Rusia e Irán.
China, autoprotegida por su elevado sueño colectivo de “comunidad de un futuro compartido para la humanidad” (3), observa cautelosamente al margen, pues sabe que al final del camino la verdadera guerra “existencial” del Hegemón será contra ella.
Mientras tanto, Rusia e Irán deben movilizarse para la Totalen Krieg (4). Porque eso es lo que está lanzando el enemigo.
Socavar a los BRICS y el INSTC (5)
La desestabilización total de Siria, con una fuerte contribución de la CIA y el MI6, que se está llevando a cabo en tiempo real, es una táctica cuidadosamente diseñada para socavar a los BRICS y a otros países.
Se lleva a cabo en paralelo a la retirada de Armenia de la OTSC (6) por parte de Pashinyan -basada en la promesa de EE.UU. de apoyar a Ereván en un posible nuevo enfrentamiento con Bakú-, el fomento de la carrera armamentística entre India y Pakistán y la intimidación generalizada de Irán.
Se trata también de una guerra para desestabilizar el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), cuyos tres principales protagonistas son Rusia, Irán e India, miembros de los BRICS.
En su estado actual, el INSTC está totalmente exento de riesgos geopolíticos. Como uno de los principales corredores en construcción de los BRICS, tiene el potencial de ser incluso más eficaz que varios de los corredores chinos a través del corazón de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés).
El INSTC sería un salvavidas clave para gran parte de la economía mundial en caso de una confrontación directa entre el combo EE.UU./Israel e Irán – con el posible cierre del Estrecho de Ormuz que llevaría al colapso de una pila de varios cuatrillones de derivados financieros, implosionando económicamente al Occidente colectivo.
Turquía bajo Erdogan, como de costumbre, está jugando un doble juego. Retóricamente, Ankara defiende una Palestina libre de genocidio y soberana. En la práctica, los turcos apoyan y financian a un variopinto grupo de yihadistas del Gran Idlibistán -entrenados por neonazis ucranianos en la guerra con drones y con armas financiadas por Qatar- que acaban de marchar y conquistar Alepo, Hama y posiblemente más allá.
Si este ejército de mercenarios fueran verdaderos seguidores del Islam, estarían marchando en defensa de Palestina.
Al mismo tiempo, el panorama real dentro de los pasillos del poder en Teherán, Irán, es extremadamente turbio. Hay facciones partidarias de acercarse a Occidente, lo que evidentemente tendría ramificaciones en la capacidad del Eje de la Resistencia para luchar contra Tel Aviv.
En cuanto al Líbano, Siria nunca vaciló. La historia explica por qué: desde el punto de vista de Damasco, Líbano sigue siendo históricamente una gobernación, por lo que Damasco es responsable de la seguridad de Beirut.
Y ése es uno de los motivos clave de Tel Aviv para impulsar la actual ofensiva salafi-yihadista sobre Siria, tras destrozar prácticamente todos los corredores de comunicación entre Siria y Líbano. Lo que Tel Aviv no pudo conseguir sobre el terreno -una victoria sobre Hezbolá en el sur del Líbano- ha sido sustituido por aislar a Hezbolá del Eje de la Resistencia.
En caso de duda, relee a Jenofonte
Las guerras en Asia Occidental son una compleja mezcla de vectores nacionales, sectarios, tribales y religiosos. En cierto sentido, son guerras interminables; controlables hasta cierto punto, pero que luego vuelven a las andadas.
La estrategia rusa en Siria parecía muy precisa. Como era imposible normalizar una nación completamente fragmentada, Moscú optó por liberar la Siria que realmente importa -la capital, las ciudades más importantes y la costa oriental del Mediterráneo- de las turbas salafistas yihadistas.
El problema es que congelar la guerra en 2020, con la implicación directa de Rusia, Irán y (a regañadientes) Turquía, no resolvió el problema de los “rebeldes moderados”. Ahora están de vuelta, con toda su fuerza, apoyados por una vasta turba yihadista, con los servicios de inteligencia de la OTAN detrás de ellos.
Algunas cosas nunca cambian.
2012. Jake Sullivan, entonces asesor de Hillary Clinton: “AQ [al-Qaeda] está de nuestro lado en Siria”.
2021. James Jeffrey, enviado especial a Siria bajo el mandato de Trump (2018-2020): “HTS [Hayat Tahrir al-Sham] es un activo para la estrategia de EEUU en Idlib”.
No podría haber mejor momento para la reactivación del “activo” HTS. HTS está llenando un enorme vacío; cuidado cuando eso ocurra en Asia Occidental. Rusia está totalmente concentrada en Ucrania. Hezbolá sufrió mucho con los bombardeos y asesinatos en serie de Tel Aviv. Teherán está totalmente concentrado en cómo lidiar con Trump 2.0.
La historia siempre nos enseña. Siria es ahora una anábasis de Asia Occidental. Jenofonte -soldado y escritor- nos cuenta cómo, en el siglo IV a.C., una “expedición” (“anábasis”, en griego antiguo) de 10.000 mercenarios griegos fue contratada por Ciro el Joven contra su hermano Artajerjes II, rey de Persia, desde Armenia hasta el Mar Negro. La expedición fracasó estrepitosamente, y el penoso viaje de vuelta se hizo interminable.
2.400 años después, vemos cómo gobiernos, ejércitos y mercenarios siguen sumergiéndose en las interminables guerras de Asia Occidental, y extraerse ahora es aún más insoluble.
Siria ahora está cansada, agotada, con el SAA (Fuerzas Armadas Árabes Sirias, el ejército regular) volviéndose complaciente con el largo congelamiento de la guerra desde 2020. Todo ello unido al feroz asedio por hambre desatado por la Ley César de EEUU, y la imposibilidad de empezar a reconstruir la nación con la ayuda de al menos 8 millones de ciudadanos que huyeron de la guerra interminable.
Durante estos últimos 4 años, los problemas se acumularon. Hubo un sinfín de incumplimientos del proceso de Astana e Israel bombardeó Siria casi a diario con impunidad.
China se mantuvo básicamente inmóvil. Pekín simplemente no invirtió en la reconstrucción de Siria.
La perspectiva es aleccionadora. Incluso Rusia -que es un icono de la Resistencia de facto en sí misma, aunque no forme parte formalmente del Eje de la Resistencia de Asia Occidental- lleva casi tres años de esfuerzo duro en su lucha contra Ucrania.
Sólo un Eje de Resistencia cohesionado y consolidado -después de deshacerse de innumerables quintacolumnistas que trabajan en su interior- tendría alguna posibilidad de evitar ser eliminado uno a uno por el mismo enemigo consolidado, una y otra vez.
A veces da la sensación de que los BRICS -en particular China- no han aprendido nada de Bandung en 1955, y de cómo fue neutralizado el Movimiento de Países No Alineados.
No se puede vencer a una despiadada hidra hegemónica con flower power.
Notas:
1) Hayat Tahrir al-Sham (HTS) es una organización yihadista salafista catalogada como terrorista por el Consejo de Seguridad de la ONU y numerosos países.
Se creó con otro nombre, Jabhat al-Nusra, en 2011 como filial directa de Al Qaeda, organización fundamentalista islámica creada en la década del 80 por el multimillonario saudí Osama bin Laden junto con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos. En su conformación también tuvo participación el denominado Estado Islámico, también conocido como Dáesh, Daish o ISIS (por sus siglas en inglés “Islamic State of Iraq and Syria”).
El yihadismo o jihadismo es un neologismo que hace referencia a un tipo de ideología fundamentalista caracterizada por la frecuente utilización del terrorismo, en nombre de una pretendida yihad, a la cual sus seguidores llaman una “guerra santa” en el nombre de Alá. Se habla de pretendida yihad porque la yihad es un concepto básico del Islam.
El yihadismo como doctrina política es una interpretación ultraconservadora y fundamentalista del Islam, que se traduce como ideario teocrático totalitario y antidemocrático.
2) Lebensraum (en castellano: espacio vital) es una palabra alemana que se refiere a las políticas y prácticas de colonización que proliferaron en Alemania desde la década de 1890 hasta la de 1940. Se convirtió en un objetivo político del Imperio alemán en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), como elemento central del Programa de Septiembre (Septemberprogramm) de expansión territorial.
Tras el ascenso de Adolf Hitler al poder, el Lebensraum se convirtió en un principio ideológico del nazismo y proveyó de una justificación para la expansión territorial alemana en Europa Central y Europa del Este.
3) “Comunidad de futuro compartido para la humanidad” es un elemento central de la política exterior actual de la República Popular de China. En su informe al XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, el 30 de octubre de 2022, el presidente Xi Jinping lo presentó como un eje fundamental de su discurso.
4) “Totaler Krieg” (en castellano: guerra total) es una frase en alemán que fue parte del denominado Discurso del Sportpalast pronunciado por el Ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels en el Sportpalast de Berlín a una audiencia numerosa el 18 de febrero de 1943, en el cual pedía una guerra total, pocos días después de que la Batalla de Stalingrado en Rusia terminara con la rendición del 6° Ejército Alemán ante la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Tras el discurso Adolf Hitler lanzó medidas que conducirían a la movilización total de Alemania.
5) El INSTC (International North–South Transport Corridor en inglés), Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur, es una red multimodal de 7.200 km de longitud de rutas marítimas, ferroviarias y por carretera para el transporte de mercancías entre India, Irán, Azerbaiyán, Rusia, Asia Central y Europa.
6) La OTSC, Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, es una organización político-militar conformada por países de Europa del este y Asia Central. Son sus integrantes Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán. Este acuerdo político-militar, promovido principalmente por Rusia, surge como sucesor del Pacto de Varsovia, y como éste, se creó como contraparte de la OTAN.
Publicado originalmente en Sputnik. Traducción y notas por Indymedia Argentina.