Marcha de antorchas para defender la Universidad pública y reclamar salarios dignos

En todo el país la comunidad universitaria se movilizó en el marco de un paro de 48 horas. La movilización principal se realizó este jueves en la Ciudad de Buenos Aires y finalizó con un acto frente al Palacio Sarmiento, también conocido como Palacio Pizzurno, donde funciona el ex Ministerio de Educación, actual Secretaría.

Fotos: Nicolas Solo ((i))

Uno de las principales exigencias es la sanción de la Ley de Financiamiento Universitario y que se actualicen los salarios de pobreza que cobra la mayoría de los docentes y no docentes, que cayeron brutalmente bajo el gobierno de Javier Milei.

Para profundizar en el tema consultamos con Leandro Rodríguez Lupo, Secretario de Prensa del gremio docente universitario AGD-UBA, quien nos respondió con el análisis que compartimos a continuación:

Universidad Pública, un ajuste brutal que se profundiza ante el que navegan marchas, paros, antorchas, firmas…

La brutal pérdida del poder adquisitivo del salario de la docencia universitaria se consolida en un inédito 40%, con similares caídas para el salario no docente, becas y presupuesto universitario global. La respuesta de los sectores universitarios fluctúa entre el abrumador repudio, la anuencia pasiva, la complicidad y la resignación.

Fuente: Informe de Evolución salarial N°1 AGD-UBA Económicas (PDF al final de la nota)

Los miles de universitarios que ayer jueves 26 de junio recorrieron con antorchas las cuadras que van de la plaza Houssay al palacio Pizzurno, dejaron en claro que el repudio al ajuste sigue vivo, al igual que los actos y marchas en más de una decena de ciudades a lo largo de todo el país, acompañados de un paro de 48 horas de las federaciones docentes mayoritarias (Conaduh y Conadu). Sin embargo, el contraste con las más de un millón de personas en la calle en abril del año pasado, impone la duda acerca de cuán firme es la decisión de recomponer la abismal cifra perdida en este año y medio.

¿Por qué la lucha universitaria es tan irregular? ¿De qué depende que pueda ser más dura y sostenida como para triunfar? Responder a estas preguntas básicas exigen adentrarse en el propio movimiento universitario.

Ante el ataque del gobierno de Milei, los distintos sectores universitarios tendieron espontáneamente a la unidad tras quienes conducen las universidades, es decir el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) o consejo de rectores. Las fuerzas que dirigen el CIN (radicalismo y peronismo en sus distintas vertientes) plantearon a las gremiales que se pondrían “a la cabeza” del reclamo sólo en el caso en que no se hicieran huelgas ni otras medidas de acción directa.

El Frente Sindical Universitario, integrado por las gremiales docentes, no docentes y estudiantiles, resolvió aceptar ese ultimátum.

El resultado fue dos marchas universitarias de alrededor del millón de personas a lo largo de todo el país y la aprobación de una ley de financiamiento universitario en el parlamento nacional, que obligaba a recomponer los ingresos perdidos. Pero el resultado también incluyó el veto del presidente a esa ley y la consolidación de un ajuste nunca visto en su magnitud, ni siquiera en las dictaduras militares.

El único momento en que el movimiento universitario fue parcialmente conducido por otras fuerzas se dio en octubre del 2024 como reacción espontánea al citado veto, donde diversas tendencias de izquierda participaron activamente de ese breve movimiento desde abajo. Esa iniciativa autónoma del movimiento no logró sostenerse en el tiempo y ya para noviembre las conducciones de los gremios nacionales consiguieron contenerlo, para entregar inmediatamente ese control al CIN.

Fuente: Informe de Evolución salarial N°1 AGD-UBA Económicas (PDF al final de la nota)

El verano posterior y este primer cuatrimestre fueron llevando la situación a una degradación objetiva de la universidad pública (algunos indicadores como los ránkings globales lo muestran) ante la que se agudiza la fuga o renuncia de docentes de gran calidad (con una intensidad que sigue a la fuga de científicos investigadores). Como señala la declaración de la oosición nacional docente, la lista Multicolor, “el cuatrimestre termina sin convocatoria a paritarias, con una histórica reducción salarial, despidos y “renuncias” de miles de compañerxs en todo el país, con el presupuesto congelado, con una gran reducción y recortes en los programas de ciencia y técnica, sin ningún tipo de inversión en becas e infraestructura (a lo que se suma) que el CIN avanza con el desguace las carreras de grado, mediante aplicación del nuevo sistema de créditos académicos (SACAU).”

El hecho de constatar que el CIN avanza en la misma línea que el gobierno nacional en una reforma estructural (denominada SACAU) es un dato ineludible para volver a los interrogantes planteados al comienzo. ¿La conducción del movimiento universitario tiene como objetivo principal revertir el ajuste o participar de una reforma universitaria que subordine a la universidad pública a la lógica del capital en su versión actual? Lo segundo podría ayudar a explicar cómo la potencia de la universidad pública no se despliega, viendo, como señala nuevamente la declaración de la lista Multicolor “que el Frente Sindical se alinea a los rectores del CIN, y se coloca a la retaguardia de toda acción de lucha, no realizó una convocatoria unificada a la movilización federal en la Ciudad de Buenos Aires (centro político del país), dejando en manos de las asociaciones de base organizar movilizaciones en cada lugar. Además, buscan deliberadamente, colocar el foco en la “parlamentarización” del conflicto universitario. Algo que fracasó en 2024, con el veto presidencial y su ratificación en diputados.”

Se entiende así que la federación docente más oficialista, la FEDUN afiliada a la CGT, ni siquiera llame a paro, que la mayoritaria CONADU en la CTA-T ponga casi toda su fuerza sólo en la libertad de Cristina y en juntar firmas para una ley similar a la ya vetada el año pasado, que la APUBA-CGT, en no docentes, tampoco pare y que la federación estudiantil nacional, la FUA, tampoco sostenga la lucha.

¿Emergerán, entonces, fuerzas que apuesten en serio a dar vuelta la crisis universitaria? ¿Tal vez “la procesión vaya por dentro”? Dentro de los sectores estudiantiles que destacaron en octubre del 2024, dentro de la docencia universitaria que supo sostener una huelga por tiempo indeterminado en 2018 contra el ajuste del gobierno de Macri, dentro de las reservas democráticas, críticas, de una clase trabajadora que se revuelve y que da destellos de lucha y unidad sin que terminen de cuajar.

Informe De Evolución Salarial N°1

Video: Radio Gráfica

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