Mauricio Macri anunció un shock de medidas de ajuste de emergencia para cumplir con las condiciones del FMI a cambio del nuevo acuerdo. “Creímos que se podía hacer de a poco, pero la realidad demostró que tenemos que ir más rápido”, aseguró. El por ahora ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, anunció el traspaso de los subsidios de los transportes y servicios a las provincias, la vuelta de las retenciones a las exportaciones, baja en la inversión pública y la reducción de ministerios. Culparon por la crisis a la causa de los cuadernos, haber “vivido muchos años por encima de nuestras posibilidades”, la sequía, el aumento del petróleo, la suba de la tasa de interés de EE.UU. y la situación de Turquía. Estatales en alerta ante despidos masivos. Organizaciones sociales salen a la calle. El dólar continúa en una tendencia alcista y el peso sigue devalúandose.
Luego del agitado fin de semana de reuniones en la quinta de Olivos – donde el gobierno hizo correr en los medios versiones cruzadas de internas, enroques y cambios de caras en los ministerios – Cambiemos comenzó la jornada con una nueva desprolijidad comunicativa. Luego de anunciar a la población que hablaría a las 8.45, el esperado anuncio presidencial se retrasó más de una hora. El retraso, se supo, se debió a que se hicieron dos tomas del anuncio, ya que el primero no había convencido a Macri. Con lo cual el anuncio quedó pegado a la conferencia de prensa del hasta ahora ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a pocos minutos de que abran el mercado de divisas y en un día donde hay feriado en Wall Street.
Macri: “Estamos en estado de emergencia”
En su discurso, el presidente apeló a la necesidad de “tres consensos básicos: un equilibrio de las cuentas públicas (no podemos gastar más de lo que tenemos, porque nos lleva a más inflación y pedir más plata prestada), más trabajo formal y construir un Estado sin corrupción”. Resumió la fórmula con la frase “no gastar más que lo que tenemos, no vivir por arriba de nuestros ingresos y mucho menos convivir con la corrupción”. Luego invitó a toda la dirigencia argentina a “comprometerse” con esos consensos que definió como “más urgentes que nunca”.
Luego comenzó a excusarse por el rumbo económico de su gobierno: “en estos meses se desataron todas las tormentas juntas, pero no por eso vamos a perder la esperanza. Había que tomar algunas decisiones que eran antipáticas. Por eso les dijimos que nos apoyaran con un cambio gradual” – expresó – Durante mucho tiempo nos fue bien, bajamos la pobreza y creamos miles de puestos de trabajo”, aseguró el presidente de la gestión que se caracterizó por los despidos masivos, ignorando que sólo en los últimos seis meses se perdieron más de cien mil empleos en el ámbito público y privado.
“Pero luego la situación cambió – intentó explicar Macri, sin demasiada autocrítica – por cuestiones que están fuera de nuestro control. Sufrimos una gran sequía, el petróleo aumentó, subieron la tasas de interés en EE.UU., y China y EE.UU. Iniciaron una batalla comercial que afectaron a países como el nuestro. No los podíamos prever y los estamos enfrentando de la mejor manera. Eso empezó a generar que quienes están del otro lado del río empezaran a dudar”, siguió la versión Cambiemos de la historia de los últimos meses. Y reconoció: “estamos en estado de emergencia”.
En esa línea, defendió el acuerdo con el FMI: “logramos un apoyo inédito para ningún otro país en la historia, por el monto, por la rapidez, y pasaron cosas que volvieron a sembrar dudas: el escándalo de los cuadernos, que constituyen un antes y un después para terminar con la corrupción que tanta pobreza y hambre nos han traído”, argumentó, mostrando nuevamente falta de autocrítica, y agregó sobre las expectativas en el nuevo acuerdo: “el fondo accedió a hacer un nuevo plan. Hoy nuestro equipo viaja. Los detalles técnicos van a estar listos en pocos días. Esto va a despejar definitivamente cualquier duda sobre el financiamiento del 2019”, aseguró, reciclando la misma frase que utilizó la semana pasada cuando en una red social anunció el anterior “nuevo” acuerdo.
En cuanto a las medidas de ajuste que tomará su gobierno para cumplir con las nuevas metas y condiciones del FMI, Macri detalló: “vamos a pedirles a quienes tienen mas capacidad de contribuir, aquellos que exportan en Argentina, que su aporte sea mayor – remarcó en referencia a la vuelta de las retenciones a las exportaciones – Sabemos que es un impuesto malísimo, pero les tengo que pedir que entiendan, que es una emergencia y necesitamos de su aporte”, aseguró, mostrando un nivel de empatía no visto antes en el anuncio de medidas de ajuste.
En plan de mostrarse austero, también expresó: “he tomado la decisión de reducir la cantidad de ministerios a menos de la mitad”, sin detallar los cambios y los nombres, que fueron el motivo de intrigas en la coalición Cambiemos durante éste fin de semana en la Casa de Olivos, y que era lo que se supone que esperaban como “señal” los “mercados” para reaccionar con confianza hacia la programa de Cambiemos y sin apostar a la tendencia alcista del dólar.
Y luego intentó mostrarse sensible con “los que más necesitan” y reconoció: “sabemos que con esta devaluación esta pobreza va a aumentar”. Por lo que anunció que las personas que reciben el beneficio de la Asignación Universal por Hijo (AUH) “van a recibir un refuerzo en septiembre y diciembre, vamos a reformar los programas alimenticios, y a partir de este mes vamos a reforzar el programa de Precios Cuidados”, explicó, sin brindar más detalles. También prometió: “vamos a seguir cuidando lo que pagan nuestros jubilados por sus medicamentos” y que el gobierno va “seguir con los créditos ANSES”
En el tramo final de su mensaje a la población indicó: “Creímos que se podía hacer de a poco, pero la realidad demostró que tenemos que ir más rápido”, en referencia al ajuste y finalizó victimizándose: “quiero que sepan que estos fueron los peores cinco meses de mi vida desde mi secuestro”.
Dujovne: “No somos un grupo de sádicos”
Luego fue el turno del por ahora ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien tenía la misión de traer claridad y más detalle sobre las nuevas medidas de ajuste.
Luego de reconocer que al pueblo argentino le “cuesta llegar a fin de mes, cuesta pagar las tarifas y los precios suben”, argumentó que el motivo de la crisis debe buscarse mucho más atrás: “Argentina arrastra desde 70 años un déficit fiscal de endeudamiento, pobreza y crisis, y la única manera de construir un camino estable, sustentable, hacia el desarrollo, es sanear nuestras cuentas públicas”, y luego repitió las mismas causas externas e internas (cuadernos K, tasa de interés, guerra comercial EE.UU.-China y Turquía) que expuso Macri, como causantes de la situación actual de la economía argentina, sin mostrar, tampoco, una clara autocrítica.
En ese contexto comentó: “hemos decidido converger al equilibrio fiscal primario en el año 2019, llegando al déficit cero”, en relación al mayor pedido de ajuste por parte del FMI a cambio del nuevo acuerdo. “Hoy estaré viajando junto a mi equipo a Washington, llegando a un entendimiento acerca de la necesidad de modificar el programa que tenemos en vigencia, de modo tal de acelerar los desembolsos que teníamos programados para 2020 y 2021 mas rápido, en un contexto de un mundo más exigente, al que le queremos demostrar que no necesitamos financiamiento, para así estar totalmente protegidos ante cualquier cambio adicional en las condiciones financieras mundiales”, explicó Dujovne, demostrando la asombrosa teoría de pedir financiamiento para convencer al mundo de que no necesitamos financiamiento.
Tambien aseguró que con ese plan “en 2020 vamos a tener superávit”.
Las medidas que aplicará Cambiemos para llegar a ese solicitado “déficit cero” serán:
- Nuevas retenciones a las exportaciones de sectores del campo, la industria y los servicios (lo que supone una estimación de 1,3% de los 2,6 puntos del PBI). Consistente en un impuesto de $4 por dólar a los productos no industrializados o con poco valor agregado (producción primaria) y $3 por dólar al resto de bienes o servicios vendidos al exterior. La medida fue definida como “transitoria” por Dujovne, y se aplicará hasta diciembre de 2020, y se aplicará de forma adelantada al día de hoy, anunció el ministro.
- Menos inversión pública (0,7 puntos del PBI, con un ahorro real estimado del 50%)
- Recortes en los subsidios a los servicios eléctricos y transportes, que pasarán a las provincias, que se harán cargo a partir de ahora de esos gastos, en lo que se espera un 0,5% de ahorro del PBI.
- Recortes en los salarios de los trabajadores y trabajadoras estatales a partir de la reestructuración de ministerios, que serán rebajados a secretarías, como los casos de Trabajo, Salud, Ciencia y Teconología y Medio Ambiente, entre otros. Esto acompañado del congelamiento de salarios en el Estado, todo lo cual Cambiemos espera que genere un ahorro del 0,2% del PBI.
- Ayuda Social: haciendo uso de la partida de ayuda social preacordada con el FMI, la respuesta del gobierno de Macri para ayudar a que las familias favorecidas, para que no les impacte tanto el ajuste (apenas el refuerzo en septiembre y diciembre para beneficiarios de la AUH, programas alimenticios, y el programa de Precios Cuidados” que anunció el presidente).
Luego se abrió la conferencia a algunas preguntas de periodistas. Fabián Rubino, de América TV le agradeció el reconocimiento del fracaso del plan económico del gobierno y preguntó: “¿cuando le va a tirar un centro a la clase media?”. Un ofuscado Dujovne contestó: “Yo no he hablado de fracaso, he hablado de errores en el camino. No somos un grupo de sádicos: la fiesta hay que pagarla”.
Otro periodista le consultó, a partir de los rumores de su renuncia, si iba a seguir en el cargo. Dujovne remarcó: “los ministros estamos siempre a disposición del Presidente. Tanto yo como mi equipo estamos para dejar todo en la cancha en momento difíciles, y no se nos pasa en la cabeza de ninguna manera abandonar al Presidente“.
Un movilero de C5N le consultó si saben a cuánto va a estar el dólar, y la respuesta del ministro fue desalentadora: “no podemos hacer una estimación de a cuanto estará el dólar, porque tenemos una política de libre flotación”. Y luego de dos preguntas más el funcionario dio abruptamente por terminada la conferencia de prensa.
Así las cosas, en un intento de síntesis, el periodista Alejandro Bercovich detalló que el ajuste se distribuiría de ésta manera: 40% nuevo impuesto a exportaciones, 10% recaudación de otros impuestos, 20% recorte subsidios a tarifa social y boleto en provincias, y 30% más recortes en obras públicas.
Las repercusiones de las medidas de ajuste
Al cierre de esta nota y tras los anuncios gubernamentales, el dólar cotizaba todavía en alza, a $38.60. El peso argentino sigue perdiendo valor en la economía real, a partir de la remarcación de productos en los comercios, ante la alta volatilidad de la divisa estadounisense en un mercado dolarizado. En este marco, hoy no hay precios claros entre los distribuidores mayoristas, lo cual agita el fantasma del desabastecimiento, especulación empresarias, cierre de negocios y pymes a la espera de un panorama más claro, o disminución de la presencia de ciertos productos de primera necesidad.
Esta situación de turbulencia social, económica y política en el marco general del ajuste también tiene su correlato en el estado de alerta en el que están sectores de trabajadores y trabajadoras estatales ante la posibilidad de despidos masivos tras la reestructuración de ministerios, como ya sucedió con los 565 despidos que recibieron trabajadores de Agroindustria la semana pasada.
Hoy por la tarde también habrá una movilización a las 17 y abrazo simbólico al Ministerio de Ciencia y Teconología contra los despidos.
Mañana desde la mañana habrá un paro regional en Rosario y el Cordón Industrial, con cortes y piquetes en diversos puntos y un acto al mediodía en la Rotonda de los Trabajadores en San Lorenzo. La medida será llevada adelante por a CTA Autónoma, la CGT San Lorenzo, la Federación de Aceiteros, la CTA de los Trabajadores, el FOL, la CCC y otras organizaciones sindicales, sociales y políticas ante la “grave crisis económica y política”.
Por su parte, las organizaciones sociales Frente de Organizaciones en Lucha- FOL, el MTD Aníbal Verón, el MRP, el Frente Arde Rojo, el MTR por la democracia directa, la Cooperativa de Producción Agroecológica -COPA, la Cooperativa el triángulo, la FUP, el Frente Popular Darío Santillán, el Frente Popular Darío Santillán – Corriente Nacional, Izquierda Latinoamericana Socialista, la Corriente Popular Juana Azurduy, la Corriente Surcos, el MTR por la Democracia Directa en el MULCS, la Agrupación Barrial Víctor Choque, el Movimiento 8 de Abril y la Federación de Organizaciones de Base anunciaron un plan de lucha extendido para todo el mes para “frenar el saqueo” a partir de las medidas de ajuste macristas. En ese sentido, el jueves 6 de septiembre se movilizarán a la ANSES Central y sus representaciones en todas las provincias “para exigir el aumento de emergencia para la AUH, las jubilaciones y pensiones mínimas y de todos los programas de empleo”; el miércoles 12 de septiembre instalarán 1000 Ollas Populares sobre la 9 de Julio y Av. de Mayo, para reclamar el “tratamiento urgente de las 5 leyes que impulsa el sector: Emergencia Alimentaria, Infraestructura Social, Agricultura Familiar, Integración Urbana y Emergencia en Adicciones”; el miércoles 19 de septiembre movilizarán al Ministerio de Energía y a las empresas de servicios para “solicitar retrotraer las tarifas a diciembre de 2015 y también para pedir la ampliación de la tarifa social para el sector precarizado”; y el martes 25 de septiembre participarán del Paro General para “confluir junto con el movimiento obrero, garantizando la jornada con piquetes en todas las rutas del país”.
Fuente: http://www.anred.org/?p=102893