La Comisión provincial por la memoria (CPM), en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, realizó una inspección a la Casa Municipal de Abrigo de La Plata. Frente a la prohibición de ingreso de las autoridades del lugar, presentó un habeas corpus colectivo solicitando una orden judicial para poder ingresar. El juez de Familia Mauro Cerdá dispuso el acceso de la CPM conforme lo dispone la ley nacional 26.827. En la inspección, que se concretó al día siguiente, se constataron graves violaciones de derechos humanos, entre ellas el pésimo estado edilicio, sobrepoblación, un régimen de vida que no se ajusta al pleno ejercicio de derechos, la desatención de la salud mental y situaciones de malos tratos.
El frío helado de julio se cuela por las ventanas sin vidrio de los pasillos y los caloventores no llegan a entibiar las tres habitaciones donde se alojan una veintena de niños y niñas en la Casa de abrigo municipal de La Plata. El mobiliario está compuesto de camas cuchetas y cajones de fruta que hacen de armarios o estantes. “Al menos no debemos dormir en la calle”, dice uno de los niños durante una entrevista en el marco de la inspección que la Comisión Provincial (CPM) por la Memoria realizó en el lugar como Mecanismo local de prevención de la tortura.
El organismo presentó en el Habeas Corpus Colectivo en trámite ante el Juzgado de Familia N° 8 de La Plata a cargo de Mauro Cerdá, un informe donde se deja constancia de las condiciones estructurales que vulneran derechos e incumplen con la Convención de Derechos del Niño y la normativa vigente en la provincia, solicitando una serie de medidas urgentes.
El lugar debería estar preparado para alojar niños y niñas de entre 12 y 18 años frente a situaciones de violaciones a sus derechos. Se trata de una institución que debe ser de cuidado y contención. Sin embargo el estado del edificio es de un deterioro alarmante: ventanas rotas, habitaciones sin puertas que garanticen cierta privacidad ni muebles para las pertenencias de los chicos y chicas, escasez de ropa de abrigo, calefacción insuficiente, un sólo baño en muy malas condiciones para los 20 jóvenes, sin grifería y con el lavabo caído al piso y un comedor con espacio insuficiente para todos y sin calefacción. Conforme estándares internacionalmente reconocidos, el lugar se encuentra sobrepoblado.
En sus rutinas los chicos y chicas no tienen actividades recreativas y deportivas por fuera de salidas aleatorias a una plaza cercana y el uso de tecnologías le limita a determinados horarios. Esa es la principal demanda de los jóvenes: más actividades deportivas-recreativas por fuera de la institución para subsanar el encierro durante la mayor parte del día. Además no se les permite usar tarjeta SUBE por lo que, aunque los más grandes tienen permitido salir solos regresando en horarios pautados, sólo pueden ir caminando. También tienen prohibido el uso de determinadas redes sociales como Instagram y tener novio/a: “no se puede tocar a las chicas ni gustar de ellas” expresó un joven. El equipo del Programa de Niñeces de la CPM detectó incluso la existencia de la práctica de requisas, aunque la función de la institución es socio- asistencial y estas prácticas no deben utilizarse.
Desde la CPM señalaron con preocupación la cantidad de casos que egresan por lo que llaman “abandono unilateral de medida”, a partir del cual los y las jóvenes de firman un cese de la medida de abrigo y se van por sus propios medios, sin que se registre una comunicación o pedido de intervención del Servicio Local o al equipo de niñez de guardia u estrategias para que ese proceso sea acompañado por los órganos correspondientes.
Ante el juzgado el organismo ya solicitó diversas pericias técnicas para registro y evaluación de las condiciones materiales y régimen de vida y tratamiento del lugar, que se ordenen las remodelaciones pertinentes al espacio y se establezca un cupo acorde, se indique la formación del personal y ampliación del equipo técnico y se investiguen posibles malos tratos. Mientras esperan la audiencia fijada para el próximo 11 de agosto, desde la CPM evalúan directamente pedir que el lugar no sea utilizado para el alojamiento de niños y niñas por las condiciones en que se encuentra.
Fuente: https://www.andaragencia.org/desidia-y-vulneracion-de-derechos-en-la-casa-de-abrigo-de-la-plata/