El caso Assange es el más grave ataque en mucho tiempo contra la libertad de la prensa en el mundo occidental

El caso Assange es el más grave ataque en mucho tiempo contra la libertad de la prensa en el mundo occidental

Mario Hernandez

La Corte de Inglaterra anuló la decisión emitida en enero por el tribunal de Westminter, con lo cual satisface el pedido estadounidense para extraditar a Assange a EE UU. El tribunal británico ha aceptado la afirmación de EE UU de que el acusado no será internado en una prisión de alta seguridad durante el proceso de instrucción ni después de la condena.

Esto sucedió precisamente el mismo día que otros dos periodistas, recibían el Premio Nobel de la Paz en Oslo. El último día de la Cumbre estadounidense por la democracia (sic), la cual se basa en la libertad de expresión. Y el Día Internacional de los DD HH de las Naciones Unidas.

Las supuestas “garantías” son absolutamente inútiles y no tienen más valor que el del papel utilizado para escribirlas. La opinión de Amnistía Internacional y de otras organizaciones de defensa de los DD HH que han estudiado la cuestión han comprobado, basándose en ejemplos anteriores, que las supuestas garantías de EE UU nunca se respetan.

Y si estudiamos esas garantías vemos que incluyen una advertencia. De hecho dicen que EE UU se reserva el derecho de cambiar de opinión en cualquier momento. Si nos atenemos a los hechos vemos que desde hace varias semanas ha quedado firmemente demostrado que la CIA organizó durante años un complot para secuestrar o incluso asesinar a Julian Assange.

La decisión de la Corte inglesa no tiene ningún sentido en el plano jurídico, todo el caso contra Assange carece de sentido en el plano jurídico, pero hay una razón. No se trata de un procedimiento penal. Es una persecución política.

El crimen de ser periodista

Assange enfrenta 18 acusaciones que representan 175 años de cárcel. Diecisiete de esas acusaciones tiene que ver con la posesión, recepción y publicación de informaciones, lo cual es la definición misma del periodismo. Eso no es espionaje. Es periodismo.

La acusación que queda es la de piratería, que fue completamente aniquilada porque no hubo ningún tipo de piratería. Incluso el testigo clave que apoyaba esa acusación se retractó de su testimonio y subrayó que lo que se mantenía en ese acta en realidad nunca sucedió. Así que todo este asunto carece de base y cualquiera que lo analice de cerca puede ver lo que realmente está sucediendo, que es, una persecución política

La motivación detrás de esta persecución política es una vendetta. Es un acto total de venganza. No es otra cosa que la venganza del Imperio por la revelación de verdades incómodas sobre la realidad de EE UU.

WikiLeaks’ founder Julian Assange leaves Westminster Magistrates Court in London, Britain January 13, 2020. Foto: Simon Dawson.

Escarmiento

Lo que Assange hizo fue protagonizar una acción de blanqueo de información que dejó al descubierto acciones de EE UU que son contrarias a los derechos de otras naciones, de personas y comunidades afectadas por maniobras de todo tipo. Puede decirse que Assange cargó sobre sus espaldas la tarea de blanquear ante el mundo la existencia de actos delictivos que en la mayoría de los casos permanecen ocultos. Fue una acción comunicacional a favor de la humanidad.

La denuncia que pesa sobre Assange de que violó la seguridad nacional de los EE UU, se le podría endilgar a innumerables operaciones de la potencia hegemónica en contra de multiplicidad de países en el mundo que son víctimas de sus atropellos en todos los sentidos. Con la notable y evidente diferencia que existe entre el poder de la potencia hegemónica y el de un comunicador social.

Además de ser una venganza contra Assange, aplicada con toda la saña posible y con todos los recursos al alcance, lo que protagoniza EE UU y sus aliados es un escarmiento que sirva de advertencia para todos y todas quienes quieran osar transitar el mismo camino en defensa de la libertad de información en su sentido pleno y del derecho a la comunicación.

Meses atrás se especuló con la posibilidad de que la insistencia del gobierno de Estados Unidos de procesar a Assange fuera revertida con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, pero las acciones de su Administración han dejado claro que el sucesor de Donald Trump se adhiere a la decisión de sus antecesores de juzgar al hombre que es visto como responsable de empañar la imagen de la primera potencia ante el mundo.

Hipócrita: Declaraciones de Joe Biden en la sesión inaugural de la Cumbre por la Democracia

 El 9 y el 10 diciembre, el presidente estadounidense Joe Biden realizó, por videoconferencia, una ‎‎«Cumbre por la Democracia» con la participación de «líderes de gobierno, de la sociedad civil y ‎del sector privado». ‎

Joe Biden inicia así lo que había anunciado en su programa electoral, una Cumbre mundial de las ‎‎«naciones del mundo libre», ante todo para «contrarrestar la agresión rusa, manteniendo el filo ‎de las capacidades de la alianza e imponiendo a Rusia costos reales por sus violaciones de las ‎normas internacionales». Y también para «construir un frente unido contra las acciones ofensivas ‎y las violaciones de los derechos humanos por parte de China».

Allí sostuvo respecto de la libertad de prensa: “[…] En colaboración con nuestro Congreso, tenemos previsto destinar hasta 224 millones de dólares [424 millones de dólares] en el próximo año para apuntalar una gobernanza transparente y responsable, incluyendo el apoyo a la libertad de los medios de comunicación, la lucha contra la corrupción internacional, el apoyo a los reformistas democráticos, la promoción de la tecnología que hace avanzar la democracia, y la definición y defensa de lo que es una elección justa.

Permítanme darles algunos ejemplos del tipo de trabajo que esta iniciativa supone, supondrá: unos medios de comunicación libres e independientes. Es la base de la democracia. Es la forma en que el público se mantiene informado y en que los gobiernos rinden cuentas. Y en todo el mundo, la libertad de prensa está amenazada.

Así que estamos comprometiendo un capital inicial crítico para lanzar un nuevo esfuerzo multilateral, nuestro Fondo Internacional para los Medios de Interés Público, para apoyar a medios de comunicación independientes en todo el mundo.

Y a través de nuestra USAID, vamos a crear un nuevo Fondo de Defensa contra la Difamación de Periodistas para ayudar a proteger a los periodistas de investigación contra demandas inoportunas diseñadas para impedirles hacer su trabajo, su vital trabajo en todo el mundo.” (sic).

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