Habló la hermana de Mauricio Castillo: “los policías se cebaron pegándole hasta que lo mataron”

El trabajador de 41 años apareció ahorcado el domingo 16 de abril en la Comisaría 8 de Villa Insuperable, donde funcionó durante el último genocidio el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio Sheraton. La versión oficial dice que se trató de un suicidio. Su hermana, Noelia Castillo, pasó por el programa radial La Retaguardia y habló acerca del caso. La familia de Mauricio asegura que no se suicidó, que lo mató la policía.

Entrevista: Fernando Tebele. Redacción: Julián Bouvier. Edición: Pedro Ramírez Otero.

A Mauricio Castillo, de 41 años, lo detuvieron el domingo 16 de abril a las 10 de la mañana, cuando iba a la panadería a comprar facturas en su barrio, Santos Vega, en Lomas del Mirador. “Quince minutos antes de la detención, tres delincuentes intentaron cometer un robo. Uno de ellos tenía una vestimenta similar a la que tenía mi hermano, con campera negra y visera. Lo agarraron bruscamente en la vía pública. Le pegaron y se lo llevaron al destacamento de Lomas del Mirador”, contó su hermana, Noelia Castillo. Este destacamento funcionaba donde hoy existe el Espacio Luciano Arruga. Cuando Familiares y Amigxs de Luciano lograron recuperar el lugar, mudaron el destacamento y lo llevaron a un descampado al lado del barrio Santos Vega.

Cuando Noelía se enteró de la detención de su hermano fue corriendo hasta el destacamento y lo vio en un móvil. Se acercó a hablarle, a preguntarle qué había pasado y él le dijo: “Peleá negra, porque el oficial se confunde por mi vestimenta. Yo no fui, soy inocente”. Mauricio ya había sido golpeado por la policía. “Les pregunté a los oficiales qué había pasado y de qué lo acusaban a mi hermano. Me dijeron que intentó robarle a un chico que estaba dentro de la comisaría declarando. Como conozco a la madre, le mandé un mensaje y le pregunté si estaban seguros de que era mi hermano, porque él decía que era inocente. A mí en el barrio me conoce todo el mundo, entonces empecé a averiguar quiénes fueron los que cometieron el delito. Los reconocí, busqué fotos, busqué nombres. Llevé todo a la comisaría, les dije que me lleven hasta el domicilio y que les apuntaba quiénes habían sido para que los detengan. En ese momento me llegó un mensaje diciendo que uno de los delincuentes había agarrado su mochila y se estaba yendo, que la madre lo estaba acompañando a la parada del colectivo en la Avenida San Martín. Yo estaba con la moto con mi cuñado y le dije a la policía: llevenme a la estación que está el otro delincuente y se está escapando”, relató la hermana de Mauricio. En el destacamento le dijeron que vaya a buscarlo a la estación y que, si lo veía, llamara al 911. “Fui y el supuesto delincuente ya se había ido. No era una tarea que tenía que hacer yo, porque corrí riesgo en todo momento, pero fue un momento de desesperación ver a mi hermano todo golpeado. Le dije a mi cuñada que ella denuncie a quienes fueron, que yo me encargaba de buscar a los culpables. Después llegué a mi casa y empecé a juntar firmas para que lo saquen a mi hermano. Mi cuñada vino a cocinar y a eso de las 19 le llevó comida a mi hermano, a la Comisaría 8 de Quintana (en Villa Insuperable), a donde lo habían llevado. No le dejaron entrar ropa, solo la comida y unos paquetes de cigarros. A ella no la dejaron verlo, pensamos que ya estaba sin vida. Supuestamente, el lunes a la mañana tenía que ir a la fiscalía con la misma ropa que había ingresado”, contó Noelia.

A las 23, la hermana de Mauricio, recibió una llamada de un oficial a cargo de la comisaría de Quintana. Le dijeron que se presentara la familia con urgencia porque estaba la fiscal. “Corrimos hacia allá para ver qué había pasado y cuando llegamos estábamos rodeados por Gendarmería. Al entrar nos enteramos de que mi hermano había fallecido. Supuestamente se ahorcó con su campera. El cuerpo ya no estaba, su celda estaba vacía. Desde que murió se encargaron de llevarse el cuerpo, sacarle fotos, llamar a la Gendarmería. La fiscal nos dijo que los policías se hicieron a un lado, que intervino Gendarmería Nacional. Después de esto, comenzamos a manifestarnos. Llamé a otros familiares y así se fueron enterando los vecinos. Cortamos la calle en Ruta 3 y Avellaneda y así estamos desde hace varios días”, dijo Noelia.

El pasado martes a la noche la policía reprimió la manifestación de familiares, amigas y amigos de Mauricio Castillo. “Terminé muy golpeada, un policía me pegó, les pegaron a los chicos. Tiraron escopetazos, gas pimienta, todo por pedir justicia por mi hermano. Detuvieron a siete personas y nos tuvimos que quedar hasta las 6 de la mañana a que los liberen a todos. Tenemos miedo, porque no sabemos qué es lo que quiere hacer la policía. Ellos entraron al barrio también, en motos, queriéndose llevar a la gente. En vez de sentirnos seguros, tenemos miedo”, contó la hermana..

“Yayi”, como le decían, era padre de dos hijos. Trabajaba de plomero cloaquista en los días de semana y los fines de semana también hacía changas de albañil, organizaba parrilladas en su barrio. Ese domingo se levantó y fue a comprar facturas para desayunar con su familia. “Fue todo muy rápido, muy triste. Todavía no lo pude llorar, porque estoy moviéndome por él. Ya basta de injusticia, basta de tenerle miedo a la policía, basta de que nos amenacen. Que nos quieran asustar, viniendo y sacando fotos, lastimándonos. Mi hermano murió como un perejil. Estamos totalmente seguros que no se quitó la vida. A los policías se les fue la mano, se cebaron pegándole hasta que lo mataron, lo asfixiaron y no podemos ni siquiera velarlo porque si no investigamos, esto queda impune. El cuerpo de mi hermano sigue en una morgue, y va a seguir ahí hasta que no se traslade a Capital, a Nación y le hagan las pericias que nosotros necesitamos”, dijo Noelia.

La hermana de Mauricio conocía el caso de Luciano Arruga y a su familia. Ahora desde Familiares y Amigxs de Luciano acompañan a la familia de Castillo en esta situación. “Sigue pasando lo mismo que hace 15 años atrás, no cambia. Tenemos miedo de que sigan matando inocentes. Jamás me imaginé que nos pasara a nosotros. Queremos que salga todo a la luz, que si hubo policías corruptos vayan presos. Queremos justicia por mi hermano. Que no haya más un Luciano Arruga, que no haya más un Mauro Castillo, porque a él lo mataron”, concluyó Noelia.


Fuente: https://laretaguardia.com.ar/2023/04/hablo-la-hermana-de-mauricio-castillo-los-policias-se-cebaron-pegandole-hasta-que-lo-mataron.html

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