El topo que destruye el Estado desde adentro, una historia repetida
“Nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado”, tropezó con su inconsciente en 1989 Roberto Dromi, ministro de Obras y Servicios Públicos -aunque él se autodefinía como Gerente de Privatizaciones- del gobierno de Carlos Menem, pero fue mucho más que eso: le puso la cara y la firma al desguace del Estado en la década de los noventa.
Por Horacio Rovelli.
Y es el mismo concepto que repite el presidente argentino Javier Milei, pero ahora a conciencia y sin fallidos: “Soy el topo que destruye el Estado desde adentro”. “Es como estar infiltrado en las filas enemigas, la reforma del Estado la tiene que hacer alguien que odie el Estado y yo odio tanto al Estado que estoy dispuesto”.
Pero que prevalezca el mercado sobre el Estado, más en un país...