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El costo de volver a casa
Por Indymedia Rosario - Thursday, Jul. 31, 2008 at 9:13 AM
rosario@indymedia.org

El transporte urbano de Rosario es, en la mayor parte de la sociedad, uno de los servicios públicos que más incide en las economías familiares. Estos últimos años el precio del boleto se ha incrementado notoriamente. ¿Quién no recuerda acaso la querida tarjeta magnética de dos pasajes a 1,20? Sin embargo, poco sabemos los ciudadanos del cálculo y los factores que inciden en la conformación de la tarifa. Pero no se sienta tan mal porque también poco demostraron saber al respecto algunos funcionarios municipales, quienes a pesar de firmar los documentos que aprueba el Concejo Municipal de Rosario para cada aumento del transporte urbano de pasajeros (TUP), desconocían sus datos.

¿Cómo es esto?

El último aumento de boleto de colectivos -de $ 1,20 a $1,40 con tarjeta magnética y de $1,25 a $1,50 el denominado boleto ocasional- fue avalado el 5 de diciembre de 2007 por el Concejo Municipal de Rosario y hoy amenazan con “retocarlo” para volver a hacerlo nuevamente promediando septiembre. Por su parte, un contador y profesor nacional, Rubén Visconti, viene denunciando hace meses lo que considera irregularidades en el cálculo de la tarifa del TUP.

Para llegar al precio que el usuario paga, existe una orgía de números y fórmulas contables que lleva su tiempo entender. Pero podemos desandar sencillamente este camino, más considerando la frase “todo aumenta, todo” tan pronunciada estos últimos años. Comparemos una empresa de colectivos con una casa de comidas. Supongamos que el dueño es el Sr. Sánchez. Para poder vender, Sánchez precisa de cocineros, de gas, de un lugar físico donde instalarse, de insumos necesarios para cocinar y de un resto en la ganancia que le permita comprar un nuevo horno cuando se le rompa el que tiene.

El cocinero y el conductor, la harina y el combustible

Del mismo modo de la casa de comidas funciona el negocio del transporte. Por ejemplo: se calcula que para que un colectivo funcione los 365 días del año necesita 1,5733 conductor. A esta cifra se llega dado que “a cada conductor se le reconocen 133 días sin trabajar pagos por diversos motivos. Vacaciones, feriados semanales, enfermedad o accidentes, feriados pagos, etc. La propia Comisión de Empresarios del Transporte Urbano de Pasajeros, organismo patronal del los empresarios del transporte, en su propia metodología exigía el reconocimiento de 1,43. El excedente no se justifica (...) dado que desde el comienzo del uso de la Tarjeta Magnética el ausentismo por enfermedad se ha reducido muchísimo, según los propios médicos actuantes en ese control”, afirma Visconti.

Como no entendíamos bien el por qué de los 133 días pagos sin trabajar –porque sumando domingos, feriados, vacaciones y demás no llegábamos a tal número ni por asomo- , nos dirigimos a la oficina del Secretario de Servicios Públicos Municipal, Gustavo Leone. Tamaña sorpresa I: el funcionario no pudo responder ni siquiera con exactitud, cuántas horas trabaja un colectivero, cuántos días de trabajo se le reconocen ni el por qué la reducción de los kilómetros por hora que recorren las unidades de transporte presentada en el último informe que avaló el aumento, que también es trasladada al pasajero. Tamaña sorpresa II: "Sí podemos trabajar la evolución de los costos. Se sabe que ha habido una variación de salarios desde febrero y va a ser escalonada. Veremos cómo esa variación de salarios impacta sobre los costos y de ahí se verá qué hacer con la tarifa", explicó Leone en el diario Rosario 12 poco tiempo después...

Pero dejemos por ahora los fluctuantes conocimientos del Secretario y volvamos a los cálculos. Porque hay un beneficio que tiene el empresario del transporte que no tiene el Sr. Sánchez: el subsidio estatal. “Cada boleto recibe un subsidio de $ 0,70 del gobierno nacional. Cada vehículo del transporte recibe $ 1.100 al mes de subsidios del gobierno nacional. El transporte esta recibiendo a $ 0,51 el litro del gasoil en todo el país. Además, aunque menos equitativo por una cuestión legislativa, existe el SISTAU que calcula subsidios por kilómetros recorridos y pasajeros transportados, que beneficia mucho más a Buenos Aires que a otras provincias”, aseguró el concejal por el Frente Para la Victoria y opositor, Osvaldo Miattelo.

El edil se ha opuesto al traslado del aumento a los usuarios proponiendo que el estado municipal se haga cargo del sistema de franquicias que significan “27 o 28 millones de pesos que deja de percibir el sistema. Además estamos dispuestos a pedir con el Intendente un cambio en la coparticipación de 13,5% que actualmente recibe de lo recaudado por el gobierno federal a 18,5%. Beneficiaria en mas de 80 millones de pesos al año a la ciudad”, subrayó el concejal kirchnerista.

Es decir: los empresarios del transporte tienen subsidios importantes que en última instancia pagamos también los usuarios - porque no hace falta aclarar que las arcas del estado existen gracias a los bolsillos del ciudadano- . Pero bueno, invertir tiene su riesgo ... ¿no?

Amortízame el riesgo, chico

Dentro de la fórmula contable hay un factor simbólico a tener en cuenta: la amortización. Volvamos a Sánchez: como dijimos, el empresario gastronómico debe tener máquinas que funcionen y bien. Para ello cuando vende sus productos debe agregarle un plus para contemplar el potencial gasto de un horno que se le rompa, o para renovar la maquinaria. Eso es amortizar. Lo mismo sucede con el transporte. Pero ¿sobre qué se amortiza?

En primera instancia la inversión del empresario no solo se trata de 180 unidades promedio por empresa de transporte urbano. Para que la empresa funcione y esté dentro de la normativa debe contar con cierta cantidad de mobiliarios –oficinas, galpones, etc.- sobre los que también se amortiza. Sin embargo los galpones donde se guardan las unidades, son municipales. Y no se sabe muy bien quien controla que las empresas tengan ese cálculo promedio de mobiliarios necesarios sobre los que se amortiza de todos modos.

Pero seamos crédulos. Las cuatro empresas de transporte tienen todos los mobiliarios que figuran en los cálculos. El empresario corre el riesgo de invertir de todos modos. “La amortización se calcula actualizando el valor de la vida útil restante a precios de mercado. El mantenimiento se ha elevado del 90% al 100% del valor amortizable, luego el mantenimiento adquiere una incidencia igual a la amortización, por lo cual son dos unidades por cada una que el empresario recibirá al final del periodo de concesión. O lo que es lo mismo, que cada unidad se amortiza en la mitad del tiempo de concesión. Los neumáticos a los cuales se les reconocía una vida útil, incluido un recapado de 100.000 km, ahora se acepta 80.000.- pese a que la calidad de los neumáticos ha mejorado sensiblemente lo mismo que el piso de las calles por las cuales las unidades transitan”, denuncia el contador Visconti.

“Hay un valor de renovación de la flota que se va depreciando, que por otro lado el empresario debió invertir. Es un capital que no es cuestión que quien presta el servicio se coma su capital, sino que es simplemente para mantener la inversión inicial. Al cabo de diez años si la persona guardo esos costos de capitalización, perdón, de amortización (sic) tendría como para reponer esa unidad al finalizar el período de concesión y así poderla renovar y permitir una rotación en un cash low de la empresa”, explicó el ahora ex Presidente del Ente del Transporte Rosario (ETR), Gustavo Peirano.

Ahogo en la fuente

Al consultar sobre los datos oficiales a quienes avalan mediante la propia firma los estudios realizados por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario, nos encontramos con otra tamaña sorpresa: “me gustaría tener el informe si vos me citas la fuente”, manifestó Peirano al ser consultado acerca de números precisos extraídos del denominado “Costo Tarifario del Transporte Urbano de Pasajeros”, con rótulo del ETR y firma de Leone del 5 de Noviembre de 2007.

El portal del ETR asegura que “El Ente de Transporte Rosario es un organismo autárquico descentralizado administrativa y financieramente que tiene como objetivo gestionar de manera estratégica el transporte urbano de Rosario” y plantea como algunas de sus funciones evaluar “los siguientes aspectos:
• gestión operativa del servicio
• gestión de recursos humanos
• atención al usuario
• gestión económica y financiera”.

La pregunta del millón es cómo hace para cumplir con ello si el mismo Presidente del ETR desconocía los costos que avaló en noviembre de 2007. “Nosotros confiamos en las fórmulas y en el Ente del Transporte que es el encargado de los estudios y en el cual participan concejales opositores” afirmó en debate con Rubén Visconti (ver http://argentina.indymedia.org/news/2008/07/618023.php) el presidente del bloque socialista del concejo Municipal, Manuel Sciuto quien además desconoció a Peirano como referente del ETR cuando fue el último aumento del boleto.

Con estos testimonios no se pretende ridiculizar a funcionarios públicos, pero sí preguntarnos como avalan y defienden los aumentos tarifarios que firman y afectan a la comunidad en general. Porque por supuesto que pagar sueldos mayores a $ 3.000 incidirá fuertemente en la inversión empresarial. Pero finalmente todos los aumentos son trasladados al usuario, porque reiteramos: la millonada de subsidios que en gran parte se concentran en Buenos Aires, son también producto de los desembolsos de las personas que a lo sumo invierten en un termo para gastar menos gas y mantener el agua del mate caliente.

Entonces, queda en el aire la pregunta de por qué los funcionarios saben “por momentos” los datos que firman y ni siquiera tienen un “machete” en la oficina para consultarlos, por qué se habla de la poca rentabilidad que presta el servicio de transporte, por qué y reconociendo la mejora de muchos coches, las frecuencias son un fuerte incumplimiento de las empresas - si se calcula una frecuencia mayor a la que existe, significa que hay más kilómetros recorridos por unidad- y aun así son parte también de los cálculos tarifarios, siempre en desmedro del usuario.

Porque a través de los datos presentados, y aprovechando el fallido de Peirano, se garantiza la capitalización que beneficia a las empresas, pero no del mismo modo a los usuarios. Usuarios que por otra parte sufren la inflación de todas partes.

“Un trabajador no puede destinar más del 8% de su salario en transporte, el mismo puede gastar como máximo $ 64 por mes para pagar pasajes. Eso significa que -considerando que un trabajador viaja dos veces al día de Lunes a Sábado para cumplir con las 48 horas semanales establecidas como máximo en la 'Ley de Jornada de Trabajo', es decir, 48 veces al mes- el boleto no puede superar bajo ningún concepto el valor de un peso con treinta y cuatro centavos (...)

Mire por donde se lo mire, los cálculos son contundentes. Si se aumenta el valor del boleto del colectivo los trabajadores no podrán utilizar el servicio de transporte -y mucho menos los desocupados e inactivos-, con lo cual el mismo dejará de ser público, es decir dejará de ser un derecho de todos”, afirmaron diversas organizaciones estudiantiles, sociales y políticas nucleadas en la Multisectorial por la Recuperación del Transporte .

Por su parte desde la Asamblea por el Transporte público (ATP) fueron más allá y denunciaron que “el Partido Socialista permitió a dos monopilios que por estar denunciados ante la justicia por diversos fraudes no deberían prestar servicios en la ciudad. Hablamos del señor Rodríguez –dueño de Las Delicias - , acusado de vender el gasoil subsidiado que todos los argentinos les pagamos y el señor Bermúdez de Rosario Bus por haber desmantelado el trole. Diez millones de pesos nos afanó. Esto nos recuerda a los mejores años del menemismo. Estos funcionarios que se dicen socialistas bancan a estos empresarios inescrupulosos” . Y el contador nacional Rubén Visconti, quien hace tiempo trabaja los costros del TUP y tras discutir con Sciuto sentenció: “Es una respuesta deplorable la de los funcionarios. Cuando hay mayoría todo es una escribanía. No aceptan las opiniones ajenas”.

En fin, hoy los ediles votarían el aumento del boleto a $1.60 y amenazan con otro en el mes de septiembre antes de aprobar este. Sin embargo no se han reunido con Visconti y el presidente del bloque socialista del Concejo se negó a hacerlo antes de la votación. Una democracia que no discute en su órgano en teoría más representativo y plural. Un ente gubernamental que en momentos más firmaría el aumento del boleto por afinidades –o no afinidades- políticas. Ese es el sistema que una vez más, y por tercera vez consecutiva en un año, va a replantearnos nada más y nada menos, que el costo de volver a casa.




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muy buena nota
Por airegla - Tuesday, Aug. 12, 2008 at 11:27 PM

excelente nota, la verdad que me vino al pelo para ponerme al dia con este tema. que de lejos se ve injusto.-

gracias por haberla escrito. y me gusta como termina. saludos.-

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