Universo Diverso y Transverso (Páginas 16 y 17)
Por Editora VomitArte - Tuesday, Mar. 09, 2010 at 2:56 PM
editoravomitarte@yahoo.com.ar (Casilla de correo válida)

“Universo Diverso y Transverso” es un libro sobre la FLIA La Plata que pienso editar en este año, 2010. Será una compilación de afiches, fotos, notas, dibujos, discusiones, reportajes, anécdotas, volantes, etc. sobre esta nueva experiencia en la ciudad; además, lo complementaré con notas que escribiré a lo largo del mismo. Como anticipo, publicaré aquí, en esta columna, las diversas páginas del libro. Esta es una de ellas. Rubén Bocasucia.

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De: "Editora VomitArte" - Para: "Mil Botellas"
Fecha: Lunes, 21/9/2009, 04:36 pm.

COMENCEMOS UN DEBATE
Gente de la editorial platense “Mil Botellas”, les escribe Rubén B. de la editora VomitArte y un integrante más de la FLIA La Plata.
Más allá de los pequeños comentarios desafortunados de ambas partes -que no me parecen condicionantes-, quería comenzar aquí un debate necesario, que ustedes en el último correo que mandaron nos reclaman. Lamentamos que se hayan borrado de la lista de correos (flia.enlaplata@gmail.com), porque eso hubiera permitido un debate entre todos, para que tanto ustedes como los integrantes de FLIA La Plata (un colectivo que cuenta con más de medio centenar de integrantes con diversos grados de participación) intervengamos y lo aprovechemos para clarificarnos sobre determinadas cuestiones y avancemos con convicción en nuestros objetivos. Igualmente, voy a reenviar los correos que surjan de esta discusión, a la casilla de la FLIA La Plata. El momento es ideal para este y otros debates ya que para la próxima FLIA que pensamos realizar, la segunda, faltan casi dos meses -14 de noviembre de 2009 en “El Galpón de Tolosa”- y eso nos quita por un rato, el vértigo y la adrenalina que muchas veces son neutralizantes de la reflexión.
Es cierto que ustedes, después de la única reunión de FLIA La Plata a la que asistieron en el Olga, mandaron un correo y nosotros no contestamos. Pero creo que no fue por eludir el debate que plantearon en la reunión, sino porque estábamos con todas las energías puestas en la organización de la primera FLIA en La Plata, hecho que concretamos satisfactoriamente el sábado 12 de setiembre de 2009, y por la que circularon, a lo largo de toda la jornada, más de 3.000 personas. Además tampoco contestamos el correo en su momento, porque consideramos que en dicha discusión quedaron claras ambas posiciones, que no las considero opuestas ni antagónicas, sino distintas.
Según entendí en aquella ocasión, vuestro cuestionamiento principal a la FLIA era sobre si la FLIA era una “Feria del Libro”, por qué se convocaba también a fotógrafos, músicos, diseñadores de ropa, documentalistas, etc.; que “si se hacía una Feria del Libro, debía ser exclusivamente de libros, porque sino se lo terminaba bastardeando”. He concurrido a las últimas tres FLIAs en Buenos Aires (la novena, el 18 de octubre de 2008; la décima, el 29 de marzo de 2009; y la undécima, el 16 y el 17 de agosto de 2009) y les puedo asegurar que la mayoría de los puestos son de libros. Es más, en la primera FLIA platense, si ven las numerosas fotos que han publicado en sus sitios varios medios independientes (ANRed, Indymedia LP, Prensa de Frente, etc.) notarán que cerca del ochenta por ciento de los casi 200 puestos, lo eran de libros y otras publicaciones. Pero nosotros no somos sectarios ni excluyentes y tomamos al libro sólo como un ícono cultural, como una referencia, no como algo que tenga que ver con una supuesta “ortodoxia” literaria. Existen infinitas formas de transmitir sentimientos, ideas o fábulas y cada día aparece una nueva. ¿Por qué nos vamos a encerrar en inmóviles definiciones? ¿Por qué negar algo tan rico como la multiplicidad? Así es como cada FLIA más que una Feria es una Fiesta del Libro Independiente y Alternativa, un evento que abre brazos generosos a todo aquel que quiera expresarse de la manera que se le antoje: con un libro, con un instrumento musical, con un mural, con una poesía, con una mueca. Esta es la verdadera Libertad de Expresión, que no nos la otorga ningún monopolio empresarial, ni ninguna ley del Gobierno; nosotros mismos la generamos.
Tengo 46 años y todavía guardo frescos los recuerdos de cuando niño llegaba mi cumpleaños y entre los numerosos regalos de mis amiguitos, recibía 4, 5, 6 libros. La satisfacción que sentía en tomar uno e ir a leerlo, sumergirme en otra escala temporal, espacial, desatar las fantasías más inimaginables, recorrer los caminos más sinuosos de la mente, poner en tensión mis emociones, desafiar mis miedos más profundos; era una experiencia excitante y seductora. He mojado páginas con lágrimas; esos estremecimientos del ser los llevo conmigo, mientras viva. La Cabaña del Tío Tom, Colmillo Blanco, Cinco Semanas en Globo, Corazón, Las Aventuras de Tom Sawyer, El Corsario Negro y mis dos preferidos, mis dos héroes justicieros: Robin Hood y Sandokán. Libros que leía una y otra vez y siempre me generaron sensaciones completamente distintas. ¡Cómo olvidarlo, creo que incluso, han marcado buena parte de mi personalidad! Las fantasías que me generaron los libros son únicas, singulares e irrepetibles, tanto que cuando veía la versión cinematográfica de un libro que había leído antes, siempre me quedaba la idea de que estaba mal hecha, que se habían priorizado cosas que no eran importantes, que los actores para los personajes habían sido mal escogidos, en fin, todo esto sucedía porque cada uno se la había imaginado de una manera propia. Pero los libros no eran el único medio a través del cual mi imaginación volaba hacia lugares impensados; también la música, el cine o las fotos me generaban esa sensación, me invitaban desde otro lado a la misma aventura.
Pero porque he ido abandonando rigideces ideológicas, porque he ido vaciándome de certezas y porque he ido llenándome de dudas, quisiera profundizar un poco más en vuestra postura. ¿Qué es un libro? Si nos remitiéramos a la definición clásica del mismo, además de descartar de una “Feria del Libro” a los puestos de discos, películas, pines, fotos, ropa, pinturas, comida, etc., deberíamos hacer lo mismo con otras formas de publicaciones (revistas, fanzines, folletos, etc.) que no se ajustan a una definición casi dogmática de lo que es un libro. También deberíamos deshechar todos los libros digitales (que cada vez son más y cada vez es más la gente que lee un libro a través de un monitor). Y también quitar de la lista los libros mayoritariamente hechos con dibujos o fotos, porque en el formato clásico del libro, la palabra escrita tiene una preponderancia por sobre lo demás. Tampoco podría estar, por ejemplo, un puesto como el de “Eloísa Cartonera”, con la mina con su camiseta de Boca, pintando las tapas de los libros en la misma feria sobre cartones que junta por la calle. Así las cosas, nos llenaríamos obligatoriamente de un montón de restricciones, prohibiciones, y sucede que, básicamente, lo que amamos es la LIBERTAD. Sin ella no podemos crear, sin ella no podemos vivir, sin ella no podemos soñar. ¿Que la Feria así, con puestos de todo tipo y color, con intervenciones desde distintas disciplinas, es un kilombo? Y sí, porque LA CREACIÓN ES CAÓTICA. Las restricciones tienen más que ver con las instituciones, con el Estado, con la burocracia, con la formalidad. La Feria del Libro Independiente y Autogestiva, es otra cosa.
Quería mencionar un ejemplo que resulta muy ilustrativo de lo inconsistente, por momentos, de vuestra postura: el 12/9, en la primera FLIA platense, en el medio de la rambla, en ese desconche hermoso, había un loco-genio sentado frente a una máquina de escribir. “Una poesía por un peso” agitaba cada tanto. La gente pasaba, se interesaba, elegía un motivo para la poesía, él cerraba un ratito los ojos, se inspiraba, la escribía sobre una hoja con su máquina y se la entregaba al solicitante a cambio de la monedita. No pude apreciar con tiempo este fenómeno (porque yo estaba en el grupo organizador y andábamos de aquí para allá) pero más tarde, cuando surgió la polémica con ustedes, me hizo reflexionar en un sentido: ¿Tendríamos que echarlo de una “Feria de Libros” porque no vende libros? Al contrario, su libro son todas las hojas que fue escribiendo durante la tarde (yo a veces pasaba por donde él estaba y veía una fila de tres o cuatro personas). Es más, me hizo pensar sobre si los libros no están medio muertos al estar impresos con anticipación, sobre si la única poesía viva era la de él, la que se consumaba en ese mismo instante, en esa irrepetible situación. Tengo una fantasía (y esta fantasía ya no tiene su origen en los libros que leí en mi niñez, sino más bien en las drogas que probé en mi juventud, en especial el ácido lisérgico): la fantasía de que la Libertad de Expresión se expanda, como rizomas, exponencialmente hacia el infinito; y estoy en la FLIA porque sé que apunta en ese sentido, en esa dirección.
Las FLIAs no se organiza en cualquier lugar. Por lo general, se hacen en lugares que están resistiendo o llevando adelante una lucha. La FLIA toma su reclamo, lo apoya, lo amplifica, lo enarbola. Además, genera acciones concretas y solidarias como la que hicimos el mismo sábado 12/9: juntamos más de un centenar de libros y publicaciones para donar a la biblioteca Oesterheld, la biblio del Olga. Es en estos lugares, donde nace y se desarrolla la cultura alternativa, autogestionada, autónoma, amiga, porque... ¿Dónde va a nacer, en los despachos oficiales, en la Universidad?. La FLIA se mueve de manera independiente del Estado: jamás haríamos una FLIA en el pasaje “Dardo Rocha” o en el centro cultural “Islas Malvinas”. Jamás buscaríamos sponsors privados o subsidios del Estado. A las FLIAs las realizamos de la misma manera en que hacemos los libros, discos, fotos y revistas que editamos: autogestionadamente, de forma artesanal, compartiendo esfuerzos y disfrutes. Jamás cobraríamos un peso para que alguien ponga un puesto. Organizadores, Puesteros, Artistas, Público, todos participan en la realización de una FLIA; cada uno aportando su granito de arena y entre todos construyendo una playa.
Un libro... ¿Es un medio o es un fin? Si fuera un fin terminaríamos presos de una obsesión casi fetichista, muy difícil de abandonar. Además, hay libros que me producen tremenda repulsión, desde la Biblia hasta la última biografía de Susana Giménez. No los quemaría porque eso es lo que hicieron y hacen los fascistas como Hitler o Videla, pero la verdad, trato de esquivarlos.
Espero que acá empiece un rico debate, porque las cosas más importantes de mi vida las aprendí así, a partir del choque de opiniones, de la colisión de puntos de vista. Pero seguiré insistiendo para que Mil Botellas esté en la próxima FLIA LP (no hay realmente, creo yo, un motivo insuperable para no estar). Incluso, con vuestro puesto de libros harían que el porcentaje de puestos de libros de la FLIA sea un poquito mayor.
Un saludo y espero una respuesta.


De: "Mil Botellas" - Para: "Editora VomitArte"
Fecha: Jueves, 24/9/2009, 01:42 pm.

RESPUESTA
Hola Rubén, ante el mail respondemos algunos cuestionamientos. No creemos haber hecho comentarios desafortunados, sí hubo una diferencia que expresamos en buenos términos y el motivo del por qué nos fuimos de la organización. El debate lo dimos el 29 de junio, en la cuarta reunión de la FLIA, más de dos meses antes de que se realice; era un tiempo más que prudente para debatirlo. Nuestra editorial surgió con nuestros aportes, ahora nos bancamos a base de ventas de libros y trabajos. Es un proyecto que venimos sosteniendo hace dos años. En cuanto al Estado, si algún día recibimos una ayuda, bienvenida sea. Una de las mejores editoriales de los años '60, Eudeba, surgió del Estado. Saludos cordiales.
http://www.milbotellas.blogspot.com



Otras páginas de este libro:

Página 07: http://argentina.indymedia.org/news/2010/02/720762.php
Página 15: http://argentina.indymedia.org/news/2010/03/721307.php
Página 26: http://argentina.indymedia.org/news/2010/03/721861.php

www.editoravomitarte.blogspot.com

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