En Palpalá, Jujuy, un pueblo resiste el cierre de una de sus empresas más importantes

No al cierre de la fundición Aguilar.

La multinacional minera Glencore quiere cerrar la fundición Aguilar de Palpalá, con la excusa de que le sale muy caro fundir el plomo extraído de las minas también jujeñas en la provincia, y quiere hacerlo en Brasil con empleo precario. Que el mercado se achicó puede ser creíble debido a las políticas de destrucción de la industria que viene aplicando tanto el gobierno nacional como el provincial de Morales, pero el trabajo es un bien social, no debe obedecer a la ambición de empresarios que a la hora de medir rentabilidad no piensan en las familias o poblaciones que quedan varadas al cerrar empresas.

Tras posponer la maniobra de que el expediente se tramite en Buenos Aires, lejos de las 140 familias perjudicadas los trabajadores de la fundición se organizan para resistir. Ya realizaron varias marchas, incluso una a San Salvador que aportó visibilidad al conflicto; construyeron una coordinadora de gremios y organizaciones en Palpalá y lograron que la empresa, apretada por la dura resistencia, aumente la oferta del 50% de las indemnizaciones inicial a hablar hoy del 100% más un bono y la obra social, esto a pesar de que los trabajadores luchan por conservar sus puestos de trabajo, ya marca un avance y hace caer los “consejos” de la directiva del gremio de que conviene negociar en CABA.

Este avance se debe en primer término a la disposición de lucha de los compañeros, también a la solidaridad que van despertando en el resto de los trabajadores y trabajadoras Jujeñas, sobre todo los 564 mineros de la mina Aguilar que ven en sus compañeros de la fundición reflejado su futuro y plantean al unísono que mientras la mina siga extrayendo el mineral la fundición debe seguir aportandole valor agregado en la provincia. Al respecto el gremio minero realizará una marcha provincial en solidaridad.

Es de destacar la formación de un comité de lucha que es quien viene llevando adelante las tareas resueltas por los trabajadores en asambleas, esto levanta una vieja tradición de lucha de nuestra clase que es la de elegir un comité de compañeros para garantizar que las tareas se cumplan, comité que está integrado por aquellos que se vienen destacando en la lucha más allá de sus cargos gremiales, más allá de que la comisión interna había sido votada a fin de 2018, esta era una comisión de compañeros, seguramente los más aptos para tiempos de paz, donde el plantel de Aguilar era la niña mimada de Palpalá cobrando siempre en fecha y manteniendo los premios intactos hasta diciembre, hoy que es tiempo de luchar se necesitan compañeros con otras características, es necesario destacar a los más activos.

Mientras la Comisión Directiva de la seccional con Peloc a la cabeza sigue negociando en Buenos Aires con la empresa, el gobierno y la UOM nacional a espaldas de los trabajadores, en la provincia se va desarrollando una lucha de resistencia donde al empuje de los trabajadores de la fundición se vienen sumando cientos de compañeros y compañeras que ven comprometido su propio futuro como habitantes de una ciudad que perdería a una de sus empresas más importantes.

Así el futuro de cientos de trabajadoras y trabajadores está ligado lisa y llanamente a su poder de lucha y a la solidaridad de una clase que comienza a decir ¡Basta de despidos! ¡Que el estado garantice la continuidad de la fuente de trabajo!

Corresponsal para el Roble Pablo Rojas

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