El pasado jueves 22 de agosto ocurrió, en el ingreso al sector B de la Unidad Penal 43 de González Catán, una explosión por fuga de gas cuya magnitud y fuerza quedó plasmada en las imágenes de paredes, rejas y mampostería, destruidas y tiznadas. En circunstancias que aún se desconocen, un detenido del pabellón 2 y otro del 3 –ambas dependencias conectan a un acceso común en dicho Sector B de la cárcel- resultaron gravemente heridos, con quemaduras de tipo A y B en rostro y manos y compromiso de vías aéreas.
En virtud de lo informado por personal penitenciario al Juzgado en Turno –el 2 del Departamento Judicial de La Matanza- al momento del siniestro, alrededor de las 18:45 del jueves pasado el subjefe de Asistencia y Tratamiento de la UP 43 se encontraba realizando el recuento de la población carcelaria del sector A cuando oyó una fuerte explosión proveniente del sector B.
Al llegar al sitio, señala el funcionario en su informe, “logré divisar que en el ingreso de dicho sector se había producido una explosión e incendio que provocó el desplazamiento y rotura de paredes, techo y mampostería, por lo que se procedió a tomar las medidas de seguridad inherentes (…) y la revisión física de los internos y personal que se encontraba en el lugar”.
Lo que no queda claro en ese reporte penitenciario es la ubicación espacial de los detenidos y agentes que resultaron heridos por la onda expansiva y el fuego. En efecto, los detenidos Gerardo Demchuck y Ariel Lovalvo sufrieron quemaduras de tipo A y B en rostro y manos, quemaduras con compromiso de vías aéreas, quemaduras de cejas, entre otras lesiones, que terminaron la derivación de los detenidos a un hospital de esa ciudad y permanecen internados en grave estado.
Por su parte, los agentes penitenciarios Jonathan Sarmiento y Alan Fernández habrían padecido inhalación de humo –siempre según el relato de la unidad penitenciaria remitido al Juzgado de Garantías 2 de La Matanza-, siendo sometidos a oxigenoterapia como tratamiento a esa imprecisa lesión.
De allí que para la Comisión Provincial por la Memoria resulta fundamental y urgente la conclusión de una “exhaustiva investigación de lo acontecido que permita deslindar la responsabilidad del personal penitenciario a cargo del sector, toda vez que fueron dos personas privadas de libertad quienes resultaron gravemente heridas como consecuencia de ese hecho”, tal como lo consignó en su oficio enviado al titular de la Fiscalía 3 de La Matanza a cargo de Federico Medone.
“En ese sentido requerimos que se evalúe que actividad desplegó cada uno de los presentes en el lugar, ya que tal como fuera consignado en la actuación penitenciaria, había un intenso olor a gas y trataron de manipular una llave de paso cuando se produjo la explosión”, agrega el escrito.
Esta referencia a la eventual manipulación de una llave de gas se refiere a lo que en el propio informe de la UP 43 se relata sobre el accionar del agente Alan Fernández: “Había mucho olor a gas en el lugar y al momento de querer constatar si había alguna llave de paso a fin de solucionar dicha pérdida se produce la explosión”. Por su parte, el otro guardia, Jonathan Sarmiento, describió que “pensando que se encontraba gente adentro, intenté ingresar aspirando las emanaciones tóxicas que provenían del sector”.