El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (SOEAR) realizó tres asambleas “históricas” en las puertas de las principales plantas aceiteras del Gran Rosario en el marco del conflicto docente. “Una muestra concreta de la unidad de la clase trabajadora”, señalaron.
En conjunto con Amsafé Rosario y en el marco del duro y extenso conflicto que vienen sosteniendo las y los docentes por salarios y condiciones laborales dignas, el SOEAR organizó este martes 27 asambleas solidarias en las plantas industriales de Dreyfus General Lagos, Cargill Villa Gobernador Gálvez y Molinos Rosario, la “Patito”.
“Estas asambleas son un punto de partida. Los maestros están cobrando un sueldo miserable y eso no es de ahora. Los gobiernos, independientemente de los colores políticos, los usan como variable de ajuste”, expresó Carlos Vallés, Secretario Gremial del SOEAR. “Son quienes educan a nuestros hijos y nos enseñan a pensar. Tienen un rol fundamental dentro de la sociedad. No podemos mirar para otro lado. Tenemos que tener una participación activa”.
Marco Pozzi, Secretario General del Sindicato Aceitero de Rosario, sostuvo: “Esto que estamos haciendo es histórico. Es el comienzo de la construcción de una lucha que traspasa la barrera que pretende dividir a un trabajador docente de un trabajador aceitero. Somos todos trabajadores y nos tenemos que manifestar como clase”. Pozzi, que planteó la idea de una lucha social, también apuntó a desnudar al gobierno provincial que “quiere someter a las y los docentes bajo un salario de pobreza y sin condiciones de laburo”. Por eso, agregó: “La normalidad que nos quiere vender el gobierno es con nuestra cabeza, con nuestra sangre y con nuestros cuerpos”.
Por su parte, el Secretario General de Amsafé Rosario, Juan Pablo Casiello, advirtió: “En este país al que se organiza para defender sus derechos se lo pone en la mira, se lo cuestiona, se lo ataca, se lo demoniza”. El dirigente gremial se refirió a la importancia de recibir el abrazo de los aceiteros. “La lucha no la ganaremos solos. Ojalá asambleas como éstas sean el inicio de una nueva etapa. Parte de la enseñanza de Horacio Zamboni es lo que estamos encontrando acá: la idea de que vale la lucha a fondo por un salario digno y que esa lucha se da en unidad entre todos los trabajadores y trabajadoras”.
Sobre el estado de situación, Casiello resumió: “Tenemos una provincia rica con maestros pobres. Muchas escuelas están en pésimas condiciones”. Si para muestra sobra un botón, el docente graficó: “La ración de comedor para armar la comida que muchas veces es el principal alimento de nuestros pibes es de 80 pesos”.
Gustavo Teres, Secretario Adjunto de la CTA Autónoma Rosario, se refirió al poder de estas asambleas en puerta de fábrica: “Es emblemático lo que estamos haciendo. Estas prácticas no abundan en el movimiento obrero. Son expresiones necesarias para esta etapa histórica”. Sobre la persecución que se aplica sistemáticamente sobre el movimiento obrero organizado, dijo que “estamos en una etapa de demonización de la lucha de los trabajadores”. “La rueda del mundo funciona porque existe la clase obrera. El sindicato es el germen en donde se construyen los derechos obreros. Hay que defender cada una de las conquistas. Así nos vamos a salvar entre todos”. Teres planteó que hay dos opciones: “Están los que luchan y los que se entregan. Nosotros decidimos estar del lado de los que luchan”.
Juan Pablo Casiello abundó sobre la estrategia del ejecutivo a nivel provincial. “Nos quieren quebrar. La apuesta del gobierno es que no sigamos luchando, que agarremos lo que podamos, que perdamos la dignidad”. En ese sentido, aclaró que el único responsable es justamente el gobierno provincial. “Tiene los recursos para resolver este problema. Es el que apuesta a que no haya un acuerdo”.
Sobre este tipo de conflictos, el Secretario Gremial del SOEAR se explayó. “Nosotros sabemos muy bien lo que implica la lucha por un salario digno. Hay que luchar contra las patronales porque están todo el tiempo pensando cómo nos sacan derechos”. Vallés expresó la necesidad de que los maestros y maestras tengan salarios dignos. “Que no tengan que pensar cómo llegar a fin de mes como nos pasaba a nosotros cuando había contratistas”, dijo, y agregó: “Hay maestros pobres y no lo podemos permitir. No sólo es culpa de los gobiernos sino también de los sindicatos traidores que no pelean para que sus representados tengan una vida digna”.
Marco Pozzi aclaró que “no tenemos ninguna expectativa en ningún gobierno ni partido político. La expectativa es que los docentes cobren bien, que la salud pública cobre bien, los trabajadores de ATE y toda la clase obrera”. Por último, señaló: “Lo único genuino es lo que ustedes hacen adentro de la fábrica, en sus casas, con sus vecinos, con sus familias. Desde ese lugar vamos a transformar la realidad”.