Un discurso sin sorpresas y en clave de continuidad
Buena parte del discurso presidencial para inaugurar el año legislativo remitió a las “cuestiones económicas”. En el centro del diagnóstico se acudió a una gravosa herencia recibida al inicio del gobierno en diciembre del 2019 y agravado por la conmoción mundial de la pandemia desde marzo del 2020. De no ser por la herencia de elevada deuda, sostuvo, especialmente con el FMI; precios en alza (54% en 2019) y creciente empobrecimiento de la población y deterioro de las condiciones laborales de trabajadoras y trabajadores; el balance de gestión “sería” para Alberto Fernández “positivo”, en materia de “salud”, vacunación mediante, y en recuperación económica del 2021.
La realidad admitiría una evaluación más matizada, relativo a las víctimas fatales y la...