Poco a poco van quedando expuestas las contradicciones sociales de un sistema totalmente injusto, en una coyuntura muy cargada.
A casi seis meses de iniciada la pandemia podemos ver que hay muchas tensiones, que se está acabando ese pacto de paz entre dirigentes, que con discursos no comemos, ni nos mantenemos sanos ni logramos el bienestar. Luego del lanzamiento del IFE y ATP y el congelamiento de tarifas no hubo otras medidas para paliar la crisis.
Kicillof, si bien dice que no va a autorizar aperturas de negocios gastronómicos o que no va permitir los encuentros al aire libre (como sí lo hizo Larreta en la Ciudad), lo está haciendo sin que quede escrito. Imposible sobrevivir para las amplias mayorías sin salir a ganarse el mango como se pueda.
Parece que Larreta le está soltando la mano al gobierno nacional, quizás apoyándose en un sector anti cuarentena y en los medios ligados a la derecha más recalcitrante. Pero, ¿qué está haciendo el gobierno nacional? A favor de lxs laburantes, cada mes menos.
En los últimos dos anuncios respecto a la pandemia y el aislamiento social quedó sobre la mesa que ahora llegó el “sálvese quien pueda” ya que si bien dicen que sigue la cuarentena habilitan cada vez más las aperturas o las aceptan por omisión. La línea para explicar el aumento de contagios es la irresponsabilidad ciudadana (que seguramente existe) y no mencionan ni uno de los tantos ejemplos de contagios masivos en lugares de trabajo: Ledesma, supermercados o Coca Cola por mencionar algunos pero se expande en cada gremio, como el transporte, textiles o entre los mismos trabajadorxs de la salud, que ya acumulan más de 26 mil casos y 85 fallecidos (al 7/9). El sistema de salud no da a basto, y en algunas localidades empezaron a aplicar códigos de bioética.
Los despidos, las suspensiones y la caída del salario son las palabras que mejor describen la situación de atraviesan lxs trabajadores. Como contracara algunos sindicatos cerraron sus paritarias para aliviar la pérdida de salario del sector privado que lleva 26 meses de caída. Para lxs docentes, personal de la salud y de la administración la situación es más hostil porque siguen con sus salarios congelados.
Pese a la prohibición de realizar protestas (a menos que seas anticuarentena), en agosto se registraron cientos de conflictos.
Es en este contexto en el que se llevó a cabo la toma de tierras en un predio vacío en Guernica porque a esas familias ni siquiera les alcanza para pagar un mínimo alquiler, comer ni vestirse. El debate sobre la legitimidad del método de “toma” hace referencia en última instancia al problema de la propiedad privada y a la desigualdad que hace que mientras miles o millones no tienen donde vivir, solo en CABA hay 350 mil casas vacías.
Y es en este mismo contexto en el que se anunció el Plan de seguridad “Centinela 2” con un presupuesto de 38 mil millones de pesos mientras que al sistema de salud se le otorgó durante la pandemia 11 mil millones.
Por esos días se confirmó que la identidad del cuerpo hallado en Bahía Blanca era el de Facundo Castro. Cuando la hipótesis principal apunta a la responsabilidad policial, Berni continúa en su cargo, y hasta realiza declaraciones contra la madre de Facundo y su abogado. Seguramente existan disputas dentro del kirchnerismo respecto a este tema pero por ahora parece que el gobierno nacional y provincial no le sueltan la mano.
Para sumar a la complejidad de la realidad en la provincia de Buenos aires la Bonaerense realizó una protesta en la quinta de Olivos y en distintos puntos geográficos, pidiendo aumentos de sueldo. No es difícil enmarcar este reclamo en un marco de disputas políticas y en un contexto general en el que la paz social buscada en el inicio de la pandemia, se está terminando. Van a necesitar a las fuerzas represivas para aplacar todos los reclamos y luchas que se vengan, que van a ser muchas, porque la crisis va en aumento. Luego de 4 días de protestas, el gobierno nacional decidió quitarle el 1 % de la coparticipación federal a CABA para dárselo a la provincia de Buenos Aires. Luego, Kicillof anunció el aumento salarial. Evidentemente hay reclamos que rápidamente tienen respuesta: cuando sos parte de los órganos represivos del Estado, cuando tenés negocios de narcotráfico, cuando seguís desapareciendo y asesinando de forma impune, cuando sos responsable de los casos de trata, cuando sos quien pone “orden” en los barrios, cuando sos quien reprime cada protesta obrera o del pueblo que sale a pelear por sus derechos.
Nuestra experiencia nos muestra que la única forma de hacernos escuchar y conseguir nuestras demandas es organizándonos en cada lugar de trabajo y barrio, movilizándonos, (con distanciamiento y cuidado) y tratando de lograr la unidad de quienes estamos en la lucha.
Plata hay para resolver las cuestiones pero el gobierno elige destinarla a otros fines. Los millones de dólares destinados a pagar la deuda externa o los que surjan del impuesto a las grandes fortunas (si lo aprueba el Congreso) deberían ir a cubrir las necesidades de trabajo, vivienda, educación y salud. Tenemos que luchar para que así sea.
Equipo de El Roble.