Si bien no hay una propuesta concreta sobre la mesa, varios indicios y declaraciones auguran un escenario turbulento para el sector. ¿Quién es el funcionario señalado para hacerse cargo de la relación con las organizaciones sociales?
Por Nicolás Salas, para ANRed.
Los nombres que el presidente electo, Javier Milei, va definiendo para su gabinete representan un primer indicio sobre el tipo de política que se va moldeando para cada área específica del próximo gobierno. En lo que hace al frente social, todavía hay varias incógnitas a develar en el corto y largo plazo.
Si bien se conoce que Sandra Pettovello será la ministra de Capital Humano, organismo que absorberá las funciones de las carteras de Desarrollo Social, Trabajo y Salud, lo cierto es que no hay propuestas concretas respecto al lineamiento libertario para los planes sociales y el vínculo con los movimientos. De todas formas, existen huellas que demarcan un potencial escenario signado por altos niveles de conflictividad.
En principio, hurgando en la plataforma electoral de La Libertad Avanza (LLA) puede verse una mención al pasar sobre qué hacer con los programas de empleo, principalmente en una segunda etapa de achicamiento del Estado que se propone llevar a cabo el ejecutivo entrante: “Comenzarán a eliminarse de forma progresiva los planes sociales a medida que se generen otros ingresos como consecuencia de la creación de puestos de trabajos en el sector privado, liquidación del Banco Central de la República Argentina, estableciendo un sistema de banca Simons, con encajes al 100% para depósitos a la vista”[1].
Sobre esta base, tomaron lugar una serie de declaraciones públicas de los principales referentes libertarios. Durante un panel organizado por el grupo Clarín, Darío Epstein, del equipo económico de LLA, se refirió, aunque de manera tergiversada, al debate en cuestión: “Una familia tipo que percibe planes sociales gana $200.000 al mes más alguna changa. ¿Cuál es el incentivo para ir a trabajar por la misma plata si lo estás ganando sin trabajar? Este sistema, así como está, no está funcionando. Hay gente que se acostumbró durante muchos años a recibir ayuda del Estado. El Estado no genera riqueza y cuando crece demasiado destruye riqueza. Es imposible entrenar a 1,3 millones de personas si no hay inversión para hacerlo”[2]. Según el economista asesor estaban trabajando en un proyecto “que puede tardar dos años” y se propone “ir incorporando a los que cobran los planes sociales al empleo”. Una especie de “plan empalme libertario” que buscaría acoplarse a una futura reforma laboral que garantice una mayor precarización laboral, basada en una baja estructural de sueldos y garante de la impunidad empresarial en las relaciones de trabajo.
Por otra parte, Diana Mondino, economista y canciller designada por Milei, fue clara y casi sin quererlo planteó una cierta continuidad, por lo menos en lo formal, con varias de las políticas impulsadas por el propio Massa[3] en su última etapa como ministro de Economía: “Se mantienen los planes sociales con obligación de capacitación, con obligación de preparación para determinadas tareas, la intención sería que si una persona a la tercera o cuarta vez que se le ofrece un trabajo lo rechazara tendría un castigo que sería perder el plan (esto no está definido todavía y lo que tendríamos por el lado de la empresa es que haya incentivos para que pueda contratar gente, hay que hacer modificaciones con respecto a la parte impositiva, con respecto a la perdurabilidad que puedan tener los contratos de trabajo. Una cosa es que la persona esté preparada para trabajar y otra cosa es que haya alguien que necesite este tipo de personas y que tenga ganas o rentabilidad suficiente para poder contratar”[4].
Poca innovación muestra LLA respecto a las iniciativas que se han intentado aplicar en los últimos años, ya sea en lo que hace a la creación del nuevo plan empalme[5] con beneficios al empresariado o la reorientación de los planes hacia la capacitación quitándole centralidad al eje trabajo y la organización cooperativa.
Esto no es todo. Días atrás, La Nación y Página 12 confirmaron a Pablo de La Torre como el próximo funcionario llamado a trabar el vínculo con las organizaciones territoriales. El dirigente oriundo de San Miguel responde políticamente a su hermano y exintendente de dicha ciudad, Joaquín, uno de los dirigentes fuertes que responden a Patricia Bullrich en la provincia de Buenos Aires.
En las redes, Pablo de La Torre, vinculado a los sectores ultraconservadores de la Iglesia Católica y ferviente militante contra el aborto legal, dio su primera declaración anunciando que junto a Pettovello quieren “que la plata del Estado sea una inversión en el capital humano de cada argentino y no una limosna que los condene a la pobreza”, al tiempo que anunció que van a “terminar con el modelo que nos llevó al fracaso total”. Parte de su línea puede ser la expresada meses atrás por su jefe político en el panel de debate compartido con Epstein. Allí, Joaquín De La Torre propuso retomar la temporalidad de los planes como ocurría a fines y principios del 2000, y que implicaban una duración de seis meses o un año. En la citada disertación había comentado alguna de las características de la iniciativa promovida por Bullrich: “Patricia está pensando en que sea un derecho igual al cobro de desempleo. Que todas las personas tengan esa posibilidad, pero no para toda la vida”[6].
Esta pista denota una característica nueva que tiene que ver con la temporalidad de lo que hoy se conoce como el Potenciar Trabajo, al tiempo que pase a pensarse como una especie de subsidio de desempleo, paradójicamente planteo existente en varias tendencias de los movimientos sociales desde mediados de los noventa y que se reactualizó con la discusión del “salario universal”.
Por último, y tal vez la cuestión más importante tiene que ver con la intermediación de las organizaciones territoriales ante el Estado. Sobre esto, fue el propio Milei el que no dejó margen a la duda. “Los planes sociales no se tocan porque los que están recibiendo los planes sociales son víctimas del sistema, no victimarios. Lo victimarios son los malditos políticos que esclavizan a la gente, ese es el problema. Se tiene que terminar con los intermediarios y estamos trabajando en un sistema para eliminar la intermediación”, declaró en la televisión abierta[7].
Los próximos días y el tipo de transición económica terminarán de moldear un escenario que repercutirá directamente en aquellos movimientos dispuestos a confrontar a las políticas de ajuste ya anunciadas por el presidente entrante.
El objetivo es claro y viene trabajándose desde hace años por distintas tendencias, sean progresistas o de ultraderecha; desarticular la organización territorial que se construye sobre la ruina del trabajo y la economía.
[1] “Bases de acción política y plataforma electoral nacional”, La Libertad Avanza. Año 2023.
[2] “Planes sociales: ¿qué piensan hacer los principales candidatos?”, ANRed, edición del 19/09/23
[3] “De un plumazo: Massa busca correr del medio a las organizaciones sociales y se tensa el escenario previo al balotaje”, ANRed, edición del 01/11/23.
[4] Entrevista con Osvaldo Bazán para el canal Todo Noticias.
[5] Ver “Plan ‘empalme’: breve historia de un derrotero y la amenaza sobre los convenios colectivos” (15/09/2021) y “‘Un puente al empleo’: entre la amnistía empresarial y la copia de recetas fracasadas” (12/10/2021), en ANRed.
[6] “Javier Milei, en Crónica HD: ‘Los planes sociales no se tocan’”
Fuente: https://www.anred.org/2023/11/27/milei-y-su-plan-para-los-planes/