Tregua para negociar la polémica por los pilotos extranjeros.
Con el rigor de otro capítulo en un conflicto extenso, la pulseada de los sindicatos de pilotos y el Gobierno ingresó en zona de tregua por 15 días. El Ejecutivo dictó la conciliación obligatoria que fue aceptada por APLA y UALA, lo cual desactivó el paro por 48 horas que iba a comenzar hoy. La disputa de fondo obedece al modelo de política aerocomercial que sobre todo la asociación que lidera Pablo Biró fustigó desde antes de la asunción de Mauricio Macri. El dirigente avizoró que llegaría la temática de “cielos abiertos, precarización y perdida de labor para pilotos y otros trabajadores” de este segmento del transporte y el bonus track de una probable “lluvia de cadáveres”. Biró definió en esa metáfora la llegada y expansión de las empresas low cost.
Para la huelga decretada por dos jornadas los pilotos enfocaron su rechazo a una reciente medida de la Administración Nacional de Aviación Civil ( ANAC) que permite a las compañías aéreas que operan en la Argentina contratar pilotos extranjeros.
En compás de espera a la nueva reunión en el marco de la conciliación, Biró resumió que la normativa obliga a las partes a regresar a punto cero el conflicto lo cual también implica que se desactive la medida de la ANAC en cuanto a la contratación de extranjeros, no solo el paro. A la hora de condimentar la previa el titular de APLA moderó su optimismo en cuanto a vías de solución y le refrendó a BAE Negocios: “Esperamos que en la audiencia del lunes los responsables del área abandonen su soberbia e instransigencia a fin de desarrollar un diálogo responsable”.
Los aeronáuticos consideran que el fenómeno global de la “uberización” no es apto para todo servicio ni modalidad de labor. En esa línea se expresó también la titular de UALA, Cristina Erhardt, respecto a la disposición que desató la huelga dictada por ambos sindicatos: “Un piloto extranjero tiene que ir a un país y dar su reválida y demostrar en vuelo ante inspectores la capacidad que tiene para comandar un avión. Acá se pretende hacer un trámite abreviado y esto no es así. No es un problema de la aviación comercial, sucede que aquí está en juego la aviación argentina”, señaló.
Luego de que sus abogados analizaran en detalle el texto de la conciliación, dictado que este diario anticipó en su edición de la víspera, desde APLA emitieron un comunicado donde puntualizaron que “más allá de entender que dicho acto administrativo no resulta aplicable, ya que ha sido utilizado con anterioridad para el mismo conflicto vinculado a la actual política aerocomercial”.
Mientras tanto, elevando la apuesta de disputa con los sindicatos el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, apuntó a “la pesada herencia” y consideró que los instructores de vuelo pueden venir a trabajar al país por dos años. “El kirchnerismo los trajo cuando compró los Embraer para Aerolíneas y a nadie le preocupó”, sostuvo. Para el funcionario la decisión del Gobierno es simplificar cuestiones y que haya más pilotos para operar aeronaves en proporción al incremento de servicios aéreos.