El 21 de abril se estrenó en el Gaumont el brillante documental policial que reconstruye la causa armada de homoicidio que tuvo un año y medio preso a Alejandro Bordón, laburante aeronáutico de Monte Chingolo, Lanús. Desde el jueves 5, la función es a las 12.30 hs.
El documental muestra cómo en este tipo de casos es solo la lucha la que puede sacar a una persona señalada por la policía, el famoso “perejil”, de la cárcel. Es interesante ver el largo camino paralelo que siguen no solo Alejandro, sino también su esposa, Susana Fleitas, quien tuvo que pagar la olla durante ese tiempo, mientras viajaba a visitarlo a Sierra Chica con sus dos hijos y organizaba movilizaciones. Todo esto mientras quienes querían a Bordón en la cárcel la señalaban como “puta”, ya que supuestamente Alejandro había cometido un crimen “pasional”. Toda la familia, así, sufrió la violencia, no solo física (golpizas en la detención), psicológica (desde la incertidumbre hasta enviar a la familia al penal equivocado por 500km tras un traslado) y simbólica (en los medios, Alejandro negrito chorro de Chingolo, Alejandro asesino por la “puta” de su esposa, etc). En definitiva, las diferentes formas de la violencia institucional.
Mientras se reconstruyen los puntos flojos de los acusadores el documental relata sumariamente la historia del sistema policial y muestra a través de este ejemplo concreto cómo la policía y el sistema judicial son parte de lo mismo. Cómo, al afán de aparecerse como héroe a cualquier precio, de un policía que vuelve del trabajo se le prenden jefes policiales aliados con la política de la seguridad en complicidad con los medios, fiscales cortos de vista y jueces poco expeditivos… por lo menos. Contra toda ilusión de una justicia en este sistema, “justa”, demuestra que la justicia es de clase. A la vez, la fotografía y el sonido genera un impacto emocional que no puede hacernos menos que interesarnos por las causas armadas hoy.
Lamentablemente son decenas las causas armadas contra pibis del conurbano. La misma Susana Fleitas sigue aun colaborando con la Coordinadora contra las Causas Armadas que toma a estos presos sociales que a veces desde los organismos de DDHH se consideran como un tema “aparte”.
Gran aporte, en suma, de este documental, para dilucidar las mutaciones del Estado como justiciero para el Capital, en su permanente ataque a la clase trabajadora. Vayamos a verlo, en su tercera semana al cine Gaumont a partir del jueves 5/5 pasando al horario de 12:30hs.
G.D.