Se inauguró el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner en la localidad de Salliqueló en un acto que compartieron Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa. Subrayaron la importancia de la soberanía energética y de las posibilidades del autoabastecimiento. También fue un acto de campaña en el cual Cristina ratificó el apoyo a Sergio Massa en su candidatura presidencial.
Por Leonardo Martín.
Todas las miradas de la política apuntaron en la tarde del domingo hacia Salliqueló, el pueblo del oeste bonaerense que recibió a los principales dirigentes de Unión por la Patria en la inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner. Construido “en tiempo récord” recorre 573 kilómetros de cuatro provincias para transportar gas de la nueva meca argentina Vaca Muerta hacia los principales centros urbanos y productivos del país.
Los discursos enfatizaron en la soberanía y en el autoabastecimiento energético, en la posibilidad de contar con una fuente de energía económica para los hogares e industrias nacionales, además de alimentar el sueño de una Argentina exportadora de energía y con abundancia de divisas, un frente de batalla permanentemente abierto en la economía argentina. Fue la oportunidad de ensayar una épica ausente en los cuatro años de gobierno del Frente de Todos, más allá de algunos tramos durante la parte más álgida de la pandemia.
La inauguración también sirvió de acto de campaña, en un foto que unió a Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa en donde el Presidente cumplió más el rol de un invitado protocolar, que real protagonista del acto. También fueron parte de la mesa el gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gabinete y precandidato a vicepresidente, Agustín Rossi.
Massa se fue de Salliqueló con un apoyo explícito de Cristina Kirchner. “Sergio está atajando todo el día en (Ministerio) de Economía. Te quiero agradecer la fuerza, te hiciste cargo en un momento muy difícil, no arrugaste y eso es siempre bueno”, en referencia a la tarea como ministro de Economía de la cual está por cumplir un año en el cargo. Las vueltas de la política, en días también se están cumpliendo una década exacta de la creación del Frente Renovador en 2013.
Sin embargo, también hubo lugar en el acto y en la transmisión televisiva para la fórmula que competirá con Massa en la interna. Fueron frecuentes los poncheos de cámara a Juan Grabois y Paula Abal Medina que ocuparon la primera línea de la platea con un Grabois que tomaba notas de las palabras vertidas por los protagonistas. La estrategia de contar con un candidato que pueda contener el voto más de izquierda y progresista dentro de la coalición para el cual Massa es una opción difícil de digerir. Una oportunidad imperdible para el posicionamiento hacia el futuro del propio Grabois del que habrá que esperar expresiones públicas una vez concluida las PASO en término de apoyo si Massa, como se espera, gana la interna.
Retomando información sobre el gasoducto al cual se calificó como “un proyecto trascendental e histórico” calificada desde el gobierno como la obra de infraestructura más grande los últimos 40 años. 573 kilómetros que parten desde Tratayen, Neuquén, hasta Salliquelló para transportar el gas extraído desde Vaca Muerta. Adelantaron, además, que en dos semanas se llamará a licitación para la construcción de un segundo tramo que llegue al norte argentino.
Un obra construida en 10 meses, “tiempo récord” se encargaron de destacar todos los presentes, que generó 50 mil empleos en forma directa e indirecta, financiado en un 20% del monto total por dinero recaudado en el Aporte Extraordinario a las Grandes Fortunas sancionado a fines de 2021. La locución del acto y el propio Massa se encargaron de recordar que fue a partir de una iniciativa de Máximo Kirchner y Carlos Heller que se llevaron una porción del reconocimiento de la inauguración.
En varias ocasiones, se mencionó el valor de los trabajadores de la UOCRA, que trabajaron día y noche en condiciones climáticas duras para hacer el gasoducto en tiempo récord. En el armado de la platea fueron relegados a los últimos asientos, los primeros estaban ocupados mayormente por los candidatos y de aquellos que no querían perder la oportunidad de ser alcanzados por los paneos de las cámaras.
Quizás hubiera sido un buen reconocimiento poner a los trabajadores en primera fila, pero no fue la prioridad. Vale destacar el reconocimiento de Cristina a los trabajadores metalúrgico de SIAT Valentín Alsina, donde se fabricaron parte de los tubos para el transporte del gas no sin varios conflictos sindicales con su patronal Techint en ese período a lo cual no se hizo mención.
“No nos vamos a salvar exportando commodities”
“A pesar de que nos quieran a condenar a ser un país dependiente, tenemos que construir soberanía, patria, y el futuro de nuestra nación”, dijo Sergio Massa que también reconoció la importancia de haber recuperado YPF en 2012, defendió el posterior acuerdo con Chevron, mencionó a las tres empresas encargadas de la construcción y a los trabajadores.
“Es el principio del cambio de la matriz energética argentina”, subrayó. “No vamos a tener que importar gas licuado en barco ni de Bolivia”, agregó y sumó el potencial exportador hacia Chile y Brasil y con el Gas Natural Licuado que van a “generar un superávit de dólares” en los próximos años.
Posteriormente Cristina retomó ese punto: “Queremos exportar, pero también queremos gas para que nuestra industria sea competitiva y gas para los hogares. No es justo que si tenemos la segunda reserva mundial no convencional de gas y la cuarta de petróleo nos quieran cobrar las cosas a precio internacional en dólares. No olvidemos a los argentinos, a las industrias y a los puestos de trabajo”. En esa dirección recomendamos leer esta nota publicada en nuestra web que trata el tema: https://radiografica.org.ar/2023/07/09/panorama-sindical-parasitos/.
“No nos vamos a salvar exportando commodities, necesitamos invertir en investigación, innovación y tecnología para generar trabajos de calidad y buenos salarios”, agregó posteriormente.
La Vicepresidenta se guardó un tramo de su discurso para pegarle a Eduardo Eurnekian y al empresariado argentino por una críticas hacia la clase política que había hecho uno de los hombres más ricos de la Argentina en un foro empresarial.
“Yo no sé qué les pasa a los empresarios que cuando se juntan entre ellos en esos seminarios hacen concurso para ver quién dice la boludez más grande”, castigó recordando que Mauricio Macri salió de sus filas.
El cierre fue para Alberto Fernández, el invitado incómodo a la celebración al que en el armado de la mesa se encargaron de mostrar su aislamiento político dejándolo solo en el centro, en un involuntario recuerdo de las medidas de aislamiento social.
A esa altura, el Presidente cerró protocolarmente, recordando la declaración de la independencia económica de Perón en Tucumán en 1947, marcando la necesidad de desarrollo del norte argentino y subrayando que “no somos un país sin destino” apelando una vez más a la importancia de la unidad que los hechos permanentemente se encargan de demostrar su imposibilidad.
De esa manera, cerró un acto de una obra, no cabe duda muy relevante, que habrá que esperar como se reparten efectivamente los beneficios que puede generar, que permitió levantar una épica que medios de línea editorial oficialista buscan amplificar. Un acto para una campaña que más allá de solidificar el frente propio, deberá ir en busca de los millones de desencantados que no votaron en 2021 y que vienen mostrando un comportamiento similar en las elecciones provinciales. Los tiempos apremian en ese objetivo.