El deslegimitado gobierno ecuatoriano lo denunció públicamente por “desestabilización”, pero nunca pudieron fundamentar jurídicamente de qué lo acusan. El presidente Lenin Moreno declaró públicamente que lo habían sorprendido “hackeando”, pero lo detuvieron mientras leía en una sala de espera en el aeropuerto de Quito.
De nacionalidad sueca, Ola Bini es desarrollador de software y activista defensor de los derechos a la privacidad de la información. Además, es amigo personal de Julian Assange, expulsado por Moreno de la embajada de Ecuador en el Reino Unido y entregado al gobierno británico el mismo día de la detención de Bini.
Irregularidades, persecución y hostigamiento
En la entrevista brindada a medios alternativos y populares el pasado 3 de febrero, Ola Bini aseguró no tener idea de qué se le acusa y su equipo jurídico tampoco lo sabe: “El Gobierno ecuatoriano nunca ha dicho el motivo real. Cuando me arrestaron me acusaron de haber atacado la integridad de sistemas informáticos pero no dijeron cuáles sistemas informáticos”.
María Paula Romo, ministra del gobierno de Ecuador y una de las máximas responsables de la brutal represión al pueblo ecuatoriano durante la Huelga de octubre de 2019, acusó a Bini de “trabajar” con Ricardo Patiño, ex ministro del gobierno de Rafael Correa (2007-2017) para “desestabilizar” al actual gobierno.
El presidente Lenin Moreno declaró públicamente que lo habían sorprendido “hackeando”, pero lo detuvieron mientras leía en una sala de espera en el aeropuerto de Quito.
Además, el mandatario dijo que Bini tiene una “relación criminal” con Julian Assange, expulsado de la embajada de Ecuador en el Reino Unido y entregado al gobierno británico el mismo día de la captura de Bini.
Al respecto Bini aseguró: “Soy amigo de Julian Assange, nunca he trabajado con él en nada, ni he trabajado con Wikileaks en alguna cosa, pero ellos acusan de que yo trabajé con él para desestabilizar el Gobierno”.
Captura de pantalla de la fiscalía
Bini relató que cuando se le arrestó no se le acusó legalmente de nada: “unas 30 horas después de mi captura, finalmente me acusaron de un delito, de todos los posibles crímenes, de la violación al artículo número 232, que es el ataque sobre la integridad de los sistemas informáticos pero nunca especificaron cuáles sistemas informáticos”.
Dos días antes de la audiencia frente a un juez, la Fiscalía cambió los cargos contra Bini. Se le acusa de violentar el artículo número 234, que refiere al acceso no autorizado a un sistema informático, y lo que tiene la fiscalía de Ecuador como prueba es una imagen, una captura de pantalla que presuntamente muestra la irrupción de Bini a un sistema informático propiedad de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT).
Los peritos de la acusación, quienes revisan la calidad y vericidad de las pruebas en un juicio, ya concluyeron que no pueden hacer ninguna extracción de datos informáticos de la fotografía presentada por la fiscalía, es decir, no existe ninguna evidencia para condenar a Bini por medio de esa imagen. “La acusación de la intrusión es de octubre de 2015, contra la CNT, y eso fue durante el gobierno de Correa. La CNT es una empresa pública, si ellos necesitaban alguna información tendrían maneras más fáciles de hacerlo que pedir a alguien como yo que interrumpa en la CNT” añadió Bini.
Defensa de los derechos humanos digitales
“Es absurda la idea de los derechos digitales, los derechos humanos deben ser los mismos sin importar dónde están en el mundo real. Vivimos mucha de nuestra vida en el mundo digital, entonces es real”, explicó Bini para introducir los motivos que desde hace treinta años lo definen como ser humano y que defiende contra el abuso de la privacidad de las personas.
“El derecho a la seguridad y la privacidad es mucho mejor protegido en el mundo analógico, la vigilancia en el mundo digital es más fácil y muchos gobiernos sostienen que el lugar digital es distinto y no tiene los mismos derechos […] Los derechos deben ser iguales donde sea, no es una declaración muy radical decir eso pero muchas personas creen loco decirlo”, sentenció Bini.
El gobierno de Lenin Moreno actualmente hostiga y violenta los derechos de Ola Bini. Entre risas, viviendo la difícil situación, Bini aseguró que: “La mayoría de los días hay carros parqueados fuera de mi edificio, siguiéndome cuando salgo al trabajo, cuando voy a cualquier lado. A veces la vigilancia es más pesada, a veces no están pero, en general, desde que salí de prisión me siguen a casi cualquier lado”.