Bajo la lluvia intermitente cientos de personas realizaron durante horas una Ronda este domingo para despedir a Hebe María Pastor de Bonafini, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
La convocatoria realizada por la Red Nacional de H.I.J.O.S. sumó a militantes y organizaciones de distintas procedencias -políticas, sindicales, de derechos humanos- que rindieron homenaje bajo un cielo cargado que no detuvo la Ronda.
La histórica referente de Madres de Plaza de Mayo y emblema de la lucha contra la dictadura genocida, Hebe de Bonafini, falleció en la mañana del domingo 20 de noviembre. La primera en comunicar la trágica noticia fue la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kichner, hacia las 11 de la mañana. Poco después, el gobierno nacional declaró tres días de duelo.
La hija que sobrevivió al Terrorismo de Estado y la acompañó hasta último momento, Alejandra Bonafini, refirió en un comunicado que Bonafini falleció a las 9.20 horas del domingo y agradeció las “demostraciones de amor, acompañamiento y preocupación” que había recibido su madre tanto en “estos días de internación en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata como en toda su trayectoria militante”.
La Asociación Madres de Plaza de Mayo, por su parte, anunció que sus cenizas quedarán en la Plaza de Mayo y convocó a despedirla el próximo jueves 24 de noviembre a las 15:30 horas bajo la consigna “Amor con amor se paga”.
Sus últimos días y el mensaje contra la Corte
Bonafini había estado internada en octubre pasado para hacerse una serie de chequeos.
Según aquel parte médico se le hicieron “estudios complementarios en relación con patologías crónicas no transmisibles y se ajustó el tratamiento médico”.
El 13 de octubre fue dada de alta y poco después, el 10 de noviembre, volvía a participar de las marchas de las Madres frente a la Casa Rosada.
Allí pidió “hacer una pueblada para sacar a todos estos jueces de mierda”, al referirse a los ministros de la Corte Suprema de Justicia.
Pero en los últimos días debió ser internada nuevamente por complicaciones en su salud, situación que fue mantenida bajo estricta reserva por sus allegados.
Desde el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner hizo varios llamamientos públicos para condenar a los culpables y proteger a la exmandataria, a quien había definido como “una hija”.
Dijo en esa línea que el Poder Judicial está “comprometido con perdonar asesinos”, y llamó a defender a la vicepresidenta de quienes “la quieren condenada para que no se presente” a las elecciones de 2023.
Al frente de Madres de Plaza de Mayo
Hebe nació nacido en la ciudad de Ensenada el 4 de diciembre de 1928 y en 1942 se casó con Humberto Bonafini, con quien tuvo tres hijos: Jorge Omar, Raúl Alfredo y María Alejandra.
A comienzos de 1977 su hijo mayor Omar fue secuestrado y desaparecido en La Plata, y en diciembre de ese mismo año los genocidas secuestraron a su otro hijo, Raúl.
Además, al año siguiente desapareció su nuera, María Elena Bugnone Cepeda, esposa de Jorge.
Inició su tarea como presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo en 1979, luego del secuestro y desaparición de la primera titular Azucena Villaflor, entidad en la que se destacó por la lucha por los derechos humanos, contra la impunidad de los culpables de crímenes de lesa humanidad, junto a la reivindicación de la militancia revolucionaria de los detenidos desaparecidos y asesinados.
Hebe no sólo reivindicó las luchas de sus propios hijos, sino que impulsó el reclamo colectivo de las Madres: “Todos son nuestros hijos”.
Siguió su lucha sola después de la muerte de su esposo, ocurrida en septiembre de 1982.
Bonafini, figura central de la recuperación democrática, también estuvo en las calles defendiendo la democracia durante los alzamientos carapintadas y fue una ferviente opositora a los indultos en favor de los genocidas que otorgó el gobierno de Carlos Saúl Menem.
Junto a las Madres estuvo en la Plaza de Mayo en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 enfrentando la represión del gobierno del radical Fernando de la Rúa contra los manifestantes, donde hubo decenas de asesinados por las fuerzas estatales.
Luego de la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia en 2003, por primera hizo pública su adhesión a un Gobierno que abrazó hasta diciembre de 2015 cuando Cristina Kirchner dejó la Casa Rosada.
Como titular de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, promovió el crecimiento de esa institución. Impulsó la creación de un instituto universitario nacional, un periódico, una radio, una casa cultural y una librería. Además administran el centro cultural de la ESMA.
Estas tareas se dieron en el marco de sus ideas de que los derechos humanos debían conjugarse con los derechos sociales.
En este sentido también se involucró en la construcción de viviendas sociales mediante el programa “Sueños Compartidos”, que se vio empañado por las denuncias de defraudación al fisco, lo que la llevó a romper su relación de años con Sergio Schoklender, uno de los acusados por la maniobra.
Durante los más de 12 años de gobiernos kirchneristas, la asociación interrumpió sus históricas “marchas de la Resistencia” que protagonizaba cada año desde 1981.
Con la muerte del expresidente Kirchner el 27 de octubre de 2010, Bonafini declaró que había muerto un hijo de las Madres.
Se enfrentó al gobierno de Mauricio Macri desde el primer día, cuando retomó las marchas de la Resistencia. En agosto de 2016 una multitud se congregó en las puertas de la Casa de las Madres cuando trascendió que podría ser detenida y llevada a la fuerza a declarar a los tribunales de Comodoro Py.
Su preocupación social se mantuvo intacta a pesar de las difamaciones y maniobras en su contra. Durante el gobierno de Cambiemos organizaba charlas y “mateadas” con los jóvenes y recibía donaciones de alimentos para llevar a barrios populares del conurbano, acción que realizaban las Madres sin que tuviera trascendencia pública, por decisión de ellas.