En la madrugada de este miércoles la Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción al proyecto de Aporte Solidario y Extraordinario, popularmente conocido como Impuesto a las Grandes Fortunas. Muy resistido por el establishment -más por el precedente que sienta que por su impacto real en las multimillonarias fortunas de los pocos individuos que alcanzará- su tratamiento legislativo fue acompañado con manifestaciones de apoyo convocadas por distintos sectores sindicales, sociales y populares.
El proyecto de Aporte Solidario y Extraordinario contempla el cobro por por única vez a personas físicas que declararon en 2019 una fortuna personal mayor a los 200 millones de pesos, alcanzando a un total de 9250 personas, lo que representa aproximadamente el 0,02% de la población del país. La alícuota será entre el 2% y el 3,5%, este último para multimillonarios argentinos que hayan declarado más de $3.000 millones de pesos.
La recaudación se destinará a urbanizar los barrios populares con obras que empleen a vecinos de cada barrio, comprar equipamiento de salud para atender la pandemia de COVID-19, apoyar a las pymes con subsidios y créditos y financiar un relanzamiento del plan Progresar para que los jóvenes puedan seguir estudiando. Finalmente, el quinto ítem del proyecto contempla el uso de fondos para exploración, desarrollo y producción de gas a través de la empresa IEASA (ex Enarsa) en articulación con YPF, que deberá reinvertir sus utilidades en desarrollos de gas durante 10 años.
Este último punto es duramente cuestionado por organizaciones ambientales, como el Observatorio Petrolero Sur, que señaló hoy que el gobierno “insiste con una receta que fracasó” buscando reactivar Vaca Muerta, y que de esta forma puede terminar beneficiando a fondos como Black Rock.
El apoyo en las calles
Durante la jornada del martes, mientras iniciaba el tratamiento las calles de las principales ciudades del país se cubrieron con manifestaciones de distintos espacios sindicales, sociales, políticos y populares que expresaron su apoyo al proyecto.
El puntapié lo había dado el Frente Sindical para el Modelo Nacional liderado por el sindicato de Camioneros de Hugo y Pablo Moyano, que convocó una caravana para conmemorar el Día de la Militancia, que se celebra en el aniversario del regreso al país de Juan Domingo Perón en 1972 tras 18 años de exilio, luego de ser derrocado por el golpe cívico-militar denominado por sus autores “Revolución Libertadora” en el año 1955.
Tras este anuncio se sumó otro, el del tratamiento del proyecto de impuesto a las grandes fortunas, coordinado superestructuralmente entre el moyanismo, el gobierno y la conducción legislativa del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner.
El hecho retumbó en todo el espacio político y mientras el arco partidario y mediático cambiemita se lanzaba a vociferar contra el proyecto y anunciar que caerían las siete plagas sobre el país, numerosos espacios políticos y sindicales se sumaban con anuncios de manifestaciones a favor.
Entre los más importantes se contaron la convocatoria de las organizaciones del Manifiesto por la Soberanía, El Trabajo y la Producción, esto es la CTA Autónoma y sus sindicatos integrantes, como ATE, gremios cegetistas como la Federación Portuaria, la Federación del Cuero, Gráficos y la Federación de Prensa y movimientos sociales cayetanos -UTEP, CTEP, CCC, Barrios de Pie- entre otras. Este espacio convocó frente al Congreso.
También la CTA de los Trabajadores, liderada por Hugo Yasky, lanzó su convocatoria.
Imágenes aéreas de la caravana del Frente Sindical para el Modelo Nacional. Fuente: InfoCamioneros.
La caravana del Frente Sindical circuló por las avenidas y calles del centro porteño concluyendo ante la Plaza de Mayo, donde varios de los principales dirigentes del espacio dialogaron con la prensa.
Allí, Pablo Moyano minimizó la cuestión de las convocatorias separadas y negó que se pudiera interpretar como distanciamiento político. El camionero aseguró que se trató de una cuestión logística: “Entrar con camiones, con micros, con taxis iba a ser medio problemático. Lo importante es estar en la calles. Más tarde vamos a ir a apoyar el proyecto de aporte de las grandes fortunas.”
Fotos: Fernando Ruffa.
En el acto participaron los dirigentes de los gremios de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) en la CGT Sergio Palazzo y Eduardo Berrozpe (bancarios), Carlos Minucci (energía eléctrica) y Walter Correa (cuero), entre otros, y los de los movimientos sociales Enrique Castro y Juan Grabois.
“Fueron cuatro años de lucha contra un Gobierno que entregó un país destrozado y al borde de la desintegración social, pero los trabajadores hicieron sentir en la calle sus reclamos ante el aumento de pobres e indigentes, de la desocupación, la precarización laboral, la desindustrialización, la reforma previsional, los tarifazos, el endeudamiento brutal y la fuga de divisas”, afirmó.
📌 CARAVANA DE LA MILITANCIA@PabloMoyano resalta la importancia del #DiaDeLaMilitancia y exige el Proyecto de Ley de #ImpuestoALasgrandesfortunas: “Los trabajadores pagamos impuesto a las ganancias, estos tipos que ganaron millones que compartan su fortuna”.@pablomoyano_ok pic.twitter.com/l1v2KvJNiD
— infocamioneros (@cgt_camioneros) November 18, 2020
Poco después, ante el Congreso tuvo lugar el acto impulsado por la CTA Autónoma junto a otras organizaciones como Barrios de Pie, el Movimiento Evita, la UTEP y los espacios que componen el Manifiesto por la Soberanía y el Trabajo, La Cámpora y Kolina, entre muchos otros, para apoyar el proyecto de Impuesto a las grandes fortunas y también, el de legalización del aborto, ingresado al Congreso por el gobierno en el mismo día.
Allí estuvieron presentes Ricardo Peidro, Secretario General de la CTAA; Hugo “Cachorro” Godoy, Secretario Adjunto y titular de ATE; Alejandro Garzón, Secretario Gremial de ATE, entre otros.
El acto ante el Congreso. Fotos: ACTA, Patria Grande, Abriendo Caminos.
“Día histórico, no porque no hayamos tenido otras movilizaciones tan masivas como ésta, sino por el contexto y por volver a encontrarnos en las calles”, dijo Ricardo Peidro, Secretario General de la CTAA, y amplió: “Cuando los sectores hegemónicos están presionando para que el ajuste lo sigan pagando las trabajadoras y los trabajadores, esta es la demostración de que les vamos a poner límites. Apoyamos la ley pero creemos este tiene que ser el comienzo de una reforma para que paguen más los que más tienen”.
#Ahora En el día de la Militancia, la CTA Autónoma moviliza al Congreso Nacional para reclamar a las y los legisladores un #ImouestoALasFortunas. Habla @RicardoPeidro, secretario General de la CTA Autónoma. pic.twitter.com/4k4SJYp0Av
— Agencia CTA (@agenciaCTA) November 17, 2020
En relación a las negociaciones del gobierno con el FMI, Peidro afirmó que “no hay que aceptar las exigencias que contienen fórmulas que ya conocemos por sus consecuencias en la historia de nuestro país”.
Además de los ya citados proyectos de Contribución Extraordinaria y Aborto Legal, este espacio expresó su apoyo a las iniciativas legislativas de la Ley de Fuego, para evitar los incendios intencionales con fines inmobiliarios; la Ley Yolanda, para capacitar a los funcionarios públicos en el cuidado del ambiente; y la de los Mil Días, de cuidados durante el embarazo y los primeros meses de vida.
Una sesión maratónica
Tras un debate de trece horas que tuvo varios puntos de alta tensión entre el Frente de Todos, la oposición de la alianza Cambiemos / Juntos por el Cambio, férreamente alineada en la defensa de los poseedores de las mayores fortunas y contrapuntos con otros bloques como el de la izquierda partidaria trotskista del FIT, que se abstuvo en la votación, el oficialismo consiguió esta madrugada 133 votos para aprobar el proyecto con el apoyo de representantes de bloques provinciales.
En tanto que Juntos por el Cambio encolumnó a 115 diputados detrás del rechazo, entre ellos la representante del Movimiento Popular Neuquino y la lavagnista Graciela Camaño, esposa del eterno dirigente gastronómico Luis Barrionuevo, ferviente antikirchnerista y ocasional socio político de Horacio Rodríguez Larreta.
En su discurso de cierre, el presidente del bloque de Diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, dijo que “este Aporte Solidario tiene que servir para el fin específico para el que fue designado y para hacer un puente hacia una reforma tributaria en la Argentina que democratice los impuestos que hay”.
“Este Aporte va a financiar algo que es un problema en la Argentina como lo es el de la tierra y la vivienda” a fin de solucionarlo, aseguró. También señaló que “va a ayudar al sector sanitario, para que médicos, enfermeros y enfermeras cuenten con insumos para poder atender. Y también va para las PyMEs. Los desafíos que tenemos son importantísimos”.
“El Aporte Solidario puede recaudar 300 mil millones de pesos. ¿Saben cuánto invirtió el Estado argentino en ATP para mantener la relación laboral entre la patronal y el trabajador? 213 mil millones de pesos. Como el esfuerzo que ha hecho el Estado con las IFE que fueron 264 mil millones de pesos”, agregó. “Hubo un total de 477 mil millones de pesos invertidos para tratar de morigerar los efectos de una pandemia que azota al mundo”.
Desde la oposición, el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto, Luciano Laspina (PRO), en su discurso planteó el rechazo de Juntos por el Cambio. Dijo que se trata de “un impuesto a la inversión en la Argentina”.
“Este impuesto no tiene un afán recaudatorio, tiene un afán ideológico. Y la prueba de esto es que los estamos discutiendo muchísimos meses después de que se haya iniciado la pandemia y con una movilización afuera del congreso y en el día de la militancia”, declaró el legislador cambiemita.
En la misma línea se expresó el radical Luis Pastori, quien justificó su rechazo al afirmar que se trata de una iniciativa con un “sesgo claramente antiempresa y antiinversiones”.
El titular del bloque de Consenso Federal, Alejandro ‘Topo’ Rodríguez, adelantó el voto favorable de la mayoría de su bancada pero dijo que “no sería completo si a la par no discutiésemos de inmediato, antes de fin de año, un impulso para los verdaderos generadores de empleo que son las pymes”.
Mientras, su compañera de bloque Graciela Camaño rechazó el proyecto por considerar que “desalienta las inversiones privadas y genera inseguridad jurídica y desconfianza en el país”.
La diputada del Frente de Izquierda Romina Del Plá expresó el no acompañamiento de su espacio al proyecto porque “no se trata de una verdadera recaudación o afectación a las grandes fortunas de algunos ricos”.
“Este proyecto de aporte solidario sale del cajón donde estaba guardado hace tiempo cuando crece el descontento popular”, manifestó.
Tras su aprobación, el presidente Alberto Fernández sostuvo este miércoles que el proyecto “no es un castigo a los ricos” y que debería “ser el inicio de un punto de arranque de una Argentina más solidaria”.
“Tendría que llamarse ley de solidaridad, porque es el aporte de los que más tienen en favor de los que más necesitan”, dijo esta mañana el mandatario, en declaraciones al canal A24, donde sostuvo que se trata de una iniciativa que “está en sintonía con lo que se ha hecho en muchos lugares de mundo” y dijo que “el proyecto ha tenido en cuenta a quién afecta y cómo afecta”.
“La pandemia obligó a multiplicar mucho la inversión del Estado para ayudar a sectores de la sociedad en esta situación difícil”, explicó, y resaltó que “pudimos pasar la pandemia sin conflictos sociales” en un “enorme esfuerzo que el Estado hizo”.
El debate en las izquierdas
Aunque la postura de las organizaciones partidarias trotskistas del FIT y representada en el Congreso por sus dos legisladores fue la más difundida, no es la única dentro de la izquierda.
“No pueden pretender que el FIT acompañe esta farsa”, declaró en la sesión la diputada Romina Del Plá, quien denunció “la función política de encubrimiento que cumple el aporte solidario del Frente de Todos, enviado al Congreso cuando crece el descontento popular frente a la crisis social, y el ajuste que se está llevando a cabo para pactar con el FMI”.
Junto al otro legislador del bloque del FIT, Nicolás Del Caño, Del Plá defendió el proyecto de impuesto a las grandes rentas y fortunas presentado por el Frente de Izquierda en el mes de abril.
La legisladora del FIT dijo que el proyecto del Frente de Todos “no se trata de una verdadera recaudación o afectación a las grandes fortunas de algunos ricos. Han quedado por fuera del mismo las empresas y los bancos. Aquello que eventualmente puedan llegar a recaudar de riquezas lo devolverán a los mismos empresarios en forma de subsidios, empezando por las petroleras del fracking a quienes se le garantizan ganancias en dólares por encima del valor internacional del BTU”.
La postura abstencionista del FIT en el Congreso ante el proyecto que obtuvo media sanción fue criticada desde distintos sectores peronistas que integran el Frente de Todos. Otros sectores del amplio arco de organizaciones y expresiones de la izquierda también expresaron posturas distintas a la del FIT, tanto los que se encuentran dentro del oficialismo -como el PCR y Patria Grande- como los que están muy lejos del mismo.
“Nunca un movimiento popular, o como es un nuestro caso un conjunto de organizaciones que somos parte del pueblo trabajador de la Argentina, que actuamos y sufrimos la vida cotidiana junto a nuestras hermanas y hermanos del pueblo, podría estar en contra o abstenerse de cobrarle un impuesto a los multimillonarios de la Argentina”, indicaron desde el Movimiento de los Pueblos, compuesto por el Frente Popular Darío Santillán – Corriente Plurinacional, Izquierda Latinoamericana Socialista, Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social y el Movimiento 8 de Abril, que no se priva de señalar que el proyecto “es sólo un parche a un problema gigantesco” de pobreza y crisis, y reclama la necesidad de discutir “una verdadera salida popular”.
Más impuestos a los ricos: basta de explotación para nuestro pueblo trabajador
En el mismo sentido, desde Abriendo Caminos señalaron que ante los “límites” del proyecto, como “que sería un aporte por única vez y parte de su recaudación no iría necesariamente a las necesidades populares sino, por ejemplo, a la industria gasífera y petrolera”, de todas formas “su aprobación es un enorme paso adelante porque implica que los que más tienen realicen un mínimo aporte al menos, hecho que evidentemente molesta por el rechazo que plantearon empresarios y Juntos por el Cambio al proyecto”.
“¿Por qué hay que militar el impuesto a la riqueza y cuál es la polémica principal?”, se pregunta en este sentido Agustín Lecchi, del SiPreBA, para responderse a continuación: “Porque además de sacarle a los ricos algo que no se les iba a sacar (algo que ya de por sí es un argumento de sobra y que lindo que es) sirve para introducir una problemática central que cuestiona la naturaleza del capitalismo: quién produce la riqueza y quién y cómo se la apropia. Y si uno indaga en eso no puede hacer otra cosa que cuestionar la legitimidad de que unos poquitos vivan en la total opulencia mientras una gran mayoría sufra la miseria o tenga que hacer malabares para llegar a fin de mes”.
¿Por qué hay que militar el impuesto a la riqueza y cuál es la polémica principal?
En tanto que desde Marabunta – Corriente Social y Política, plantearon que “tenemos enormes diferencias con el proyecto presentado por el oficialismo, al tiempo que caracterizamos que aquel presentado por el FIT-U (y rechazado por las expresiones patronales en el Congreso) resultaba mucho más progresivo. Sin embargo, entendemos que oponernos a que los 10 mil mayores patrimonios del país deban pagar este tributo constituiría una derrota aún mayor para los sectores populares y el conjunto de la clase trabajadora, quienes debemos luchar con más fuerza que nunca para que la crisis comiencen a pagarla sus responsables. Por tanto, queremos dejar clara nuestra caracterización sobre lo que representa este debate en un contexto de ajuste y de condescendencia oficial sobre el FMI sin dejar de mencionar los desafíos que se nos abren en adelante”.
Nuestra posición sobre el debate de gravar a las grandes fortunas
Por su parte, desde Senda Guevarista consideraron que “Cualquier impuesto que nos devuelva a lxs trabajadorxs lo que los empresarios nos arrebatan tiene que tener un apoyo y un impulso inmediato de las organizaciones de izquierda anticapitalista. Sobre todo con la emergencia económica y sanitaria que atraviesa nuestro país. Este apoyo debe expresarse más allá de lo escueto del impuesto y de su limitación estructural”.
Sin pretender agotar la diversidad de miradas en este repaso, no podemos dejar de citar la carta firmada por economistas y referentes sindicales, populares y de izquierda, como Claudio Lozano, Claudio Katz, Julio Gambina, Eduardo Lucita, Beatriz Rajland, María del Carmén Verdú, Gabriela Roffinelli, Hugo Blasco, Julio Acosta, Enrique Gandolfo, Daniel Campione, Mabel Bellucci, Aldo Casas, Víctor Mendibil, entre otros, en la que expresan su apoyo a la aprobación al denominado impuesto a las grandes fortunas, aunque “llega tarde y con alcances limitados” y suman propuestas “para comenzar la prometida redistribución del ingreso”.
Declaración: Tres cambios necesarios en Grandes Fortunas, Jubilaciones, IFE